Expreso de medianoche

Pocas películas han logrado transmitir la angustia, la ira y la locura de una manera tan efectiva. Esto se debe a una multiplicidad de factores: la fotografía, el excelente montaje, la actuación por momentos deslumbrante de todos los actores, porque hablar solo del protagonista sería una injusticia.
El ambiente, la atmósfera extraña y hostil que rodea a Brad Davis es uno de los secretos de este éxito. Un país distinto, un idioma distinto, costumbres distintas: es inevitable ponerse en su lugar y sentir lo que el siente, como se siente; un extranjero que poco a poco va perdiendo los recursos tanto afectivos como materiales hasta llegar a la desesperación absoluta que bordea a la locura.
El no es solo un prisionero, es el símbolo de lo que un país puede sacrificar para dar una buena imagen: Brad es un prisionero político y las fuerzas que lo rodean son sencillamente inmanejables si no se posee el poder necesario.
Una peli descomunal que me ha dejado con una grata sorpresa: altamente recomendable para los que valoran la libertad intrínseca de todo ser humano.

Esta es una obra mayor. Una película que requiere la etiqueta de película de culto, el mejor drama carcelario que he visto. Olvidaos de "Cadena perpetua", a pesar de que es una buena película, es demasiado agradable, demasiado ligera, no es comparable al mal trago que es ver "El expreso de medianoche", en que tú mismo te ves encarcelado, torturado, destrozado, durante unos instantes te ves en el mismo infierno. Esta película, calificada por muchos como una de las películas más oscuras, más duras y más deprimentes que se haya hecho jamás, es sin duda una obra a destacar, diferente, verdaderamente descarnada y desasosegante, en la que te ves sumergido desde el primer minuto en el que empatizas enseguida con su protagonista, algo que pagarás caro en los próximos minutos. Tengo que decir mucho sobre esta película, a pesar de que me cuesta escribir y lo haga con un nudo en la garganta (mientras escribo esta crítica estoy oyendo su tema musical), me siento obligado a hablar acerca de ella, a darla a conocer a aquellos que no la conocen, a impulsar que la vean aquellas que la conocen pero aún no la han visto y a recordar esos momentos tan agonizantes a aquellos que "disfrutaron" de ella en un pasado. Y yo sigo escribiendo sin saber que decir, puedo alabarla, puedo decir que ha sido una de las más maduras experiencias cinematográficas que he tenido, puedo decir que me ha producido un enorme desasosiego, puedo decir que mientras veía la película estaba enormemente incómodo estuviera como estuviera, que no había posición en la que me sentía a gusto, pero dudo que sirva de algo decir algo que ya ha sido dicho millones de veces. Sin duda me siento obligado a remarcar la atrevida banda sonora (incluyendo sus golpes de sonido para añadir intriga, dramatismo o terror, que me recordaron a "La naranja mecánica"). Lo demás es sobresaliente por igual. Espero que mi crítica sirva de algo si es que alguien la ha leído toda, espero que lo que escribo sea un empujón para ver esta película, esta obra maestra, que debe ser remarcada en la historia del cine.

“Expreso de medianoche” es una de esas películas de dulce y agraz. Por un lado, tiene una ambientación muy bien lograda y cierta mística subyace en sus escenas, sin ser un mega clásico de la historia del cine, tiene algo que cautiva y la transforma en cierto modo de una película de culto.

Por otro lado, sin duda se trato de un efectismo propagandístico americano, donde un joven cuasi ideal (amantes de sus padres, su novia y bien portado en la injusticia carcelaria), que sólo cometió un error puntual. Historial completamente alejada de la realidad (el verdadero Billy Hayes era un adicto, lleno de excesos, que engaño consentidamente a su novia en una relación homosexual), y en tanto, describe a los turcos como unos corruptos, cerdos, como alegaría el protagonista en su defensa, lleno de sucesos ficticios que no se condicen con la historia real: violaciones que nunca sucedieron, etc. Esta película, estigmatizo al pueblo turco frente al mundo, sin duda.

Alejado de los ribetes éticos, y analizando la película como una ficción (lamentablemente no se presenta como tal), la película cuenta con una ambientación que llena la atmosfera. La cárcel genera esa sensación de desazón, una especie de humedad agobiante, que sale desde la pantalla al espectador. La aclamada partitura de Giorgio Moroder, que nos acompaña recurrentemente, sin ser de mis favoritas, le da un toque especial a la película, que se combina perfectamente con la fotografía y la atmósfera, construyendo un microcosmo único en la prisión.

La estadía del joven Billy Hayes (Brad Davis) en la cárcel, quien comparte celda con otros tres extranjeros Erich (Norbert Weisser), Jimmy (Randy Quaid) y Max (John Hurt) y un condenado turco, Rifki (Paolo Bonacelli) -el cual los vigila, por encargo del jefe de la prisión-, va evolucionando desde la calma y la tranquilidad a un estado de desequilibrio mental, producto de la perdida de la esperanza y de los abusos de los gendarmes, encabezados por Hamidou (Paul L. Smith), un sádico y pervertido.

Lo mejor logrado de la película es la atmosfera, sin duda. Tampoco faltan escenas conmovedoras, para mi la mejor es la escena de la novia de Billy, Susan (Irene Miracle), a la prisión, donde se ve el estado de descomposición en que se encuentra Billy.

La actuación de Brad Davis es buena, con momentos destacadas y otros más bajos. Sin ser brillante, está bien lograda.

La película en general es una buena película, no extraordinaria, pero si bastante mejor que el promedio.

Para empezar es una obra maestra porque va paso a paso, todo va siendo contado con regularidad, como ocurre en la vida de cualquier preso en una cárcel del extranjero, puede que se haya exagerado la brutalidad del país, pero a mí poco me importa que sea en Turquía, Tailandia o Colombia... aquí lo que importa es como se evolucina mentalmente en una penitenciaria, y este maltrato psicológico y físico se traslada con majestuosidad al espectador.

La cruda realidad en la vida de cualquier turista al que descubren por intentar sacar hachís y queda encarcelado, sin posibilidad de reducciones, traslados o incluso de la amnistía; para mostrar la dureza y el agobio de la cárcel, todo mostrado de una forma asfixiante, desesperante y tenebrosa... la vida de Billy Hayes, o así se llamaba antes de entrar... una película que no tira de giros espectaculares en casi ningún momento, y si que muestra al detalle la convivencia entre presos y tiene espacio para encontrar algunas costumbres turcas o su situación política.

"El expreso de medianoche" es el tren de la huida, pero en la película escapar es el telón de fondo, lo importante y en lo que realmente se centra es en el camino hacia la locura y la soledad, ese dolor físico que se siente desde los pies a la cabeza, de modo que el personaje llega a no saber donde está, y el espectador palpa con facilidad a la vez que con abatimiento que le han robado la vida... en fin que la progresión psicológica del personaje es de lo mas acertado que se ha contado jamás y que tiene un pico importante con el asesinato mas impactante de la historia del cine, una secuencia de histeria, de pérdida de control y en la que descarga todo el dolor y la angustia acumulados... increíble, diría yo que esta escena la hubiera firmado el mismísimo S. Kubrick, porque refleja a la perfección la caída del humano en el bloqueo mental, en la enfermedad incontrolable.

Para el final queda otra buena pincelada psicológica que es la capacidad de reacción que se pueda mostrar en situaciones límites, era su última oportunidad antes de que su demencia fuera irreversible y daba igual que ocurriera así en la vida real o no, poco importa que fuera basada en hechos reales, no tiene que excusarse como otras en el hecho, sólo hay que quedar absorbidos por lo que se cuenta que es de un nivel tremendo.

Una banda sonora que se solapa con las situaciones, un actor principal perfecto, sus modificaciones faciales lo van diciendo todo, unos secundarios que permiten la convivencia y las escenas dentro de la cárcel, un contenido dramático fiel a la cruda realidad, la película no cuenta una historia increíble pero transmite una aprensión que pocas pueden... es el mejor drama carcelario por encima de "Cadena perpetua" por el simple motivo de que hunde mas al espectador en la celda, es mas real, mas desgarradora, mas dura y mas humilde.

Acabo de ver esta película y la verdad me ha impresionado la tortura, desesperación y ruina del protagonista.
El inicio es agobiante, para pasar a una contínua degradación física y mental. La suciedad y la desesperación que se respira durante toda la película te crea angustia real.

El agobio de que nunca cambiará su situación. Loable la gran interpretación del protagonista.En definitiva,una película muy recomendable, que te dejarà con un mal cuerpo increible y con ganas de no fumarte ni un porro en Turquía.