El amante

Es difícil que ustedes encuentren una película peor que ésta que comento sea cual fuere la cartelera que consulten en la ciudad que prefieran. No obstante, si alguien lo consigue que lo diga. Tengo curiosidad.

Generalmente los creadores tienen a hacer las cosas sencillas, inteligibles, cercanas y fáciles. Ese es su mérito. Por el contrario, los aprendices de creadores tienen a la grandilocuencia, la ampulosidad, las situaciones impostadas y la fatuidad. Es el caso.

La cinta no hay por donde cogerla. Todo resulta increíble, irreal, falso, hueco y forzado. Una suerte de despropósitos encadenados donde ni un solo personaje está donde debe y donde todos hacen lo último que podría esperarse de ellos: lo último que harían ustedes; lo último que haría yo; lo último que haría cualquier miembro de nuestra querida especie. Cualquiera.

Para más INRI la película tiene un fondo de buenismo realmente estomagante. El marido despechado que busca al amante de su mujer y lo encumbra a la categoría de colega y de igual en la tarea de hacer feliz a su mujer. Vamos, el “famous blue raincoat” de Leonard Cohen solo que en cutre y sin poesía.

Este, el amante, es un increíble personaje a mitad de camino de todo y por eso carente de la definición adecuada, está pésimamente mal interpretado por Antonio Banderas (a quien por cierto alguien debería decirle que intente hacer algún otro papel que no sea el de galán latino venido a menos porque si no acabará su carrera como Arturo Fernández a quien hay al menos que agradecerle que lo suyo lo haya hecho bien y que no haya tratado de pasar por quien no es, cosa que no se puede decir “del” Banderas).

Por lo demás, los diálogos son previsibles y sin ingenio, la música no viene a cuento de nada, hay escenas que uno daría lo que no tiene por no haber visto jamás (la cena de despedida de Lisa, la otra cena previa en el hotel del Lago de Como, la que se desarrolla en el despacho de Peter…), los personajes están tan indefinidos que todo lo que hacen resulta inconcebible y (como no podía ser de otra manera) se recurre continuamente a escenas y situaciones que el ojo del espectador tiene ya descontadas por haber visto en innumerables ocasiones anteriores.

Y para finalizar algo especialmente simplón, fácil y a lo que, al parecer, todo el mundo está recurriendo en los últimos tiempos: se hable de lo que se hable, sea cual fuere el género de la película, la época en la que esté narrada, el tema de que trate, etc. hay que hacer lo posible y lo imposible por conseguir que el guión, en algún punto hacia el final de la película, gire sobre sí mismo y haga aparecer, como por arte de magia, una situación increíble, no prevista, imposible y sorprendente que despierte al espectador del sopor que la falta de talento de productores, guionistas, directores y actores está perpetrando no solo impunemente sino con subvenciones tan generosas como inversamente proporcionales a su falta de talento.

¡¡¡ Vaya fiasco señor Eyre !!! ¿ De verdad se siente orgulloso de esto ? Si su respuesta es sí, tengo una buena oferta, hay descuento este mes en los psiquiatras.

¡¡¡ Qué decepción !!!

De verdad que esperaba un duelo interpretativo Neeson-Banderas, ná de ná. El comienzo es muy bueno, de verdad. Un matrimonio en principio feliz, donde no tienen problemas económicos, ambos llevan con éxito sus respectivos negocios. Una hija no problemática y en principio madura y una pregunta que te hace pensar: ¿ te acostarías con otra mujer ?

Una vez se ha producido la pérdida de ella, entre sus cosas comienza a indagar, y no solo encuentra una frase en un papel, ( ver spoiler 1 ), sino todo lo que viene detrás. Descubrir que aquella persona que convivió día a día contigo durante 25 años, es una auténtica desconocida. Que ha estado saliendo con otro hombre durante los últimos 12 años y no te has enterado de nada, un mensaje, una llamada, una factura, una foto... nada de nada. Y de la noche a la mañana, se convierte en un Sherlock Holmes y da con todo el pastel. ¡¡¡ Qué ridículo !!!

Se mantiene la intriga y la tensión cuando va a buscarlo, pero resulta que se hacen colegas, joder, es que es lo normal. El tipo que lleva cepillándose a tu mujer 12 años, y tú te pones a jugar al ajedrez, lo más normal del mundo. Coño Liam, invítalo a café jodío. Y cuando en algún momento pensamos que llevará a cabo una venganza en forma de asesinato, ná de ná. Total que le paga de su bolsillo la fiesta de despedida. No, si es lo que digo, encima de puta... pone la cama.

Y ya el desenlace más ridículo no se podría plantear. ( ver spoiler 2 )

Menuda loncha de película. Si esto es intriga o mínima acción es para alucinar, por favor. Lo peor es que aún no me puedo creer que Liam Neeson y Banderas hayan hecho semejante bodrio. ¿Para hablar de una infidelidad se necesitaba tanto tiempo? Hasta en un cortometraje sobran minutos.
Aparte del argumento simple, personajes poco currados que al principio te enganchan y al poco pierden interés (y la película con cada minuto ni les cuento...), la manera de contar la historia en puzzle (eventos que ocurrieron antes o después), y el detalle final de la esposa (*).

Yo lo hubiera titulado "Los cuernos de mi esposa muerta", un título simple para una película aún más simple y que no te engaña para que esperes otra cosa.

El problema es que los destellos no son suficientes para que una obra se salve, mucho menos si no es una peli respaldada a nivel comercial. Pero hay otro problema: el de mi criterio, por lo menos el mío, para valorar determinadas propuestas. Porque si soy capaz de ponerle un cinco a una peli de terror made in retrete no puedo ejercer el mismo criterio para con Crónica de un engaño, obra que se refrita desde los métodos narrativos y que hasta peca de facilonga a la hora de estructurar la trama, pero que posee una buena intención que se huele a kilómetros, lograda o no.

Su principal fallo son los innumerables flash backs que construyen lo que Eyre no puede reflejar en el aquí y el ahora narrativos. Todo el peso de la obra recae sobre ese pasado cada vez más complejo a nivel emocional que se va entretejiendo conforme la trama avanza, y cada personaje va cobrando razón de ser a raíz del pasado activo que se va desvelando. Pero no nos equivoquemos, Crónica no es ni por las tapas una peli de intriga, ni de enredos, ni siquiera un thriller, es una obra intimista pésimamente concebida a nivel formal. Los secretos se van reflejando de modo sorpresivo, cuando en realidad deberían sólo complementar lo anterior ya narrado.

Los personajes intentan a cada momento ser serios en sus papeles, se busca el gesto, no tanto la palabra, pero si éste falla la palabra funciona de soporte, y lamentablemente lo hace en varias secuencias. Hay una progresión, no tanto narrativa sino de formas de ver las situaciones conflictivas. Algunas de ellas no resultan forzadas, sino más bien apresuradas, como si la trama estuviera exigiendo más desarrollo interno de los personajes.

Eyre no dilapida sus posibilidades, las plantea mal, que es distinto.

Cuando una película de acción abusa de los tiros, de las piruetas imposibles y de la economía argumental, a nadie se le hace cuesta arriba el pasearla por el fango y considerarla un subproducto digno de paladares poco exigentes; me gustaría que se aplicara la misma vara de medir a las llamadas películas "de sentimientos" o "serias". Sobre todo porque esta película es una soberana majadería a la que alguno defenderá porque habla de temas muy serios y profundos, de los de poner el ceño tal que asín. No se dejen engañar, pues en realidad se pone a un reparto solvente a dar vueltas y revueltas a un guión absurdo, mal planteado, peor ejecutado e inconcebiblemente rematado. Los personajes se dedican a revolcarse en sus clichés al tiempo que sueltan parrafadas absurdas con la mirada perdida en el infinito, se mueven en situaciones dignas de una mala comedia y lo que es peor, con un aire de trascendencia penoso. Neeson haga lo que haga está bien, Linney tres cuartos de lo mismo y Banderas confirma día a día que no ha hecho un papel decente desde que salió de españa, porque siempre le cae el San Benito de latinazo decadente. En defintiva, hay cienes de películas más serias y mejor escritas sobre el tema de la infidelidad que esta.