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El final de un canalla

Western. Comedia Año 1883. Un grupo de condenados ingresa en la prisión federal de Arizona. Entre ellos está Paris Pitman (Kirk Douglas), un hombre que ha enterrado un botín de medio millón de dólares en el desierto y vive con la obsesión de fugarse para recuperarlos. Con este fin trata de convencer a varios presos para que lo secunden y, al mismo tiempo, intenta ganarse la confianza del nuevo alcaide (Henry Fonda). (FILMAFFINITY)
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Críticas 36
Críticas ordenadas por utilidad
22 de marzo de 2010
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un guion lleno de sutilezas, escrito a cuatro manos entre, David Newman y el luego calificado director, Robert Benton, en el cual la frase mordaz, sutil, manipuladora o hipócrita, mantiene una alta resonancia. Una puesta en escena de contundente precisión para dar cuenta de las particulares -y a ratos difíciles- condiciones carcelarias del siglo XIX. Un conjunto de actores, elegidos con la precisión de un veterano relojero, para que cada personaje tenga vida propia y represente a especímenes muy concretos de nuestra sociedad; y una historia que, por más ambientada que pueda estar, en 1883, en el Penal Federal de Yuma, no es otra cosa que la fidedigna recreación de la ambición, la corrupción y el egoísmo que prevalecen, año tras año y siglo tras siglo, con el más vergonzoso asiento en las instituciones oficiales. Todo esto hace de, <<EL DÍA DE LOS TRAMPOSOS>>, un filme digno de los mayores reconocimientos.

Se trata, aquí, de un duelo de inteligencias (ejercicio previo para ese brillante derroche de lucidez que fuera luego, “Sleuth”) entre dos hombres que ven la vida desde dos polos bastante opuestos: Paris Pitman, desde la delincuencia ya que fue atrapado luego de robar ¡quinientos mil dólares! a un soterrado voyerista; y Woodward Loperman, el nuevo alcaide de la prisión, quien llega con los mejores deseos de mejorar las condiciones de los presos. Ambos tienen liderazgo y un genio agudo; se respetan mutuamente y crean una suerte de alianza para que la prisión funcione con la mayor altura. Como detalle curioso y digno de reflexión obsérvese que, a Pitman le atraen las serpientes y Loperman cojea con su pierna derecha.

Entre ellos, un cúmulo de significativas situaciones se va presentando, y la historia adquiere un tinte de humor cáustico y de sorpresa en ciernes, haciendo de esta obra cinematográfica una gratísima experiencia y una perfecta demostración del enorme talento que demostró siempre el director, Joseph L. Mankiewicz.

Kirk Douglas y Henry Fonda, recrean poderosamente a ese par de símbolos de la metamorfosis humana; y el resto del reparto, en especial Meredith y Cronyn, imponen una vigorosa facilidad interpretativa que se conserva a la altura de aquellos dos grandes protagonistas.

¿Qué habría sido del género Western, me pregunto ahora, sin actores como Stewart, Peck, Scott… o Douglas y Fonda que irradiaban un magnetismo envolvente? Creo que, con <<EL DÍA DE LOS TRAMPOSOS>>, el western -que, por aquellos años 70', había iniciado ya su lento ocaso- tuvo otro grato respiro y una obra de merecida permanencia.

La diferencia esencial entre un político y un condenado es sólo cuestión de tiempo... tan solo radica en que aquel todavía sigue afuera, mientras que, éste, ya se encuentra preso.

Título para Latinoamérica: <<EL FINAL DE UN CANALLA>>
Luis Guillermo Cardona
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4 de mayo de 2014
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta es una historia realmente atípica, hay un loco de pelo rojo que no sabe pintar y que quiere conducir a un grupo de presos esclavizados que no visten túnicas, ni juran en latín, a través de un sendero de gloria que no pasa por ninguna trinchera, ¿será nuestro héroe cautivo del mal por mucho tiempo? Si quieres descubrirlo no te pierdas “El día de los tramposos”, un atípico western dirigido por Joseph L. Mankiewicz.

Como ya hizo en “Eva al desnudo” o en “Mujeres en Venecia” Mankiewicz vuelve a usar unos diálogos agudos e hirientes para diseccionar las miserias humanas. El film respeta la iconografía clásica de las películas del oeste, sin embargo, no se parece a ningún western clásico, ni tampoco a lo que hacían en ese momento Sergio Leone o Sam Peckinpah. Cuando finalmente llegó a la gran pantalla, ni la crítica, ni el público entendieron el tono cínico de una película adelantada a su tiempo.

Robert Benton y David Newman, guionistas de “Bonnie and Clyde”, fueron los autores de un guión que cuestiona constantemente la identificación del público con lo que está viendo. Kirk Douglas y Henry Fonda protagonizaron este clásico subversivo, si estás cansado de duelos al sol, de indios mal pintados y diligencias con señoritas con voz de pito, no te pierdas “El día de los tramposos”, un western genuinamente anti western.
Juan Marey
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17 de junio de 2009
10 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película formidable, a veces subida de tono, liberal, con chistes verdes y con un cómico Kirk Douglas en el papel de Paris Pitman, tal vez el personaje más pícaro, extravagante, traicionero y rastrero de toda su filmografía.

El gran Henry Fonda interpreta de forma convincente al alcaide Lopeman, un viejo chapado a la antígua, un barbudo porretas medio cojo, con traje negro, de lo más serio, que no permite que los presos dibujen tías desnudas, y que muestra un trato de favor hacia el personaje de Douglas, sobre todo cuando este le ofrece 250.000 dólares de un botín que robó antes de que lo encerraran.

La peli tiene escenas inolvidables, desde que empieza hasta que acaba, incluido el final, muy realista e irónico.

El filme es una de las pocos westerns que destapa el tema de la homosexualidad (no hay más que ver a la "parejita" formada por el afeminado Hume Cronyn y John Randolf, así como las intenciones de un celador hacia uno de los presos, Michael Blodgett. También hay otros destapes y desnudos, de los cuales el más espectacular es el de la mujer del gobernador en el comedor de la prisión.

Una película entretenida, divertida, a veces claustrofóbica y sin censura. Diría que es demasiado moderna para la época en que se realizó.

John Wayne nunca habría aceptado intervenir en una película como esta.

Todo un clásico.

9 años más tarde Douglas realizó otro western cómico mucho peor: Cactus Jack.
cartagenero_humilde
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15 de marzo de 2010
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Joseph L. Mankiewicz ofrece una película muy diferente a tantas otras del oeste. A menudo los detractores del género opinan que hay pocas cosas nuevas y que la mayoría de títulos copian alguna cosa del resto. Con "El día de los tramposos" (otra metida de pata de los amigos traductores) se sorprenderían porque la mezcla de humor y el propio escenario, una cárcel, lo distancia del resto con un resultado muy ameno. Pocas presentaciones recuerdo tan buenas, quienes participan de la trama dentro del penal tienen su minuto de gloria específico y suman en extravagancia cada uno con sus acciones. Por encima de todos está Douglas claro, alrededor de él orbita el resto y está a la altura, incluso en coherencia. ¿Alguien esperaba un final feliz? El atracador se muestra avaricioso y ruin y lo es hasta un final en el que desarrolla todo su puterío, así que yo aplaudo a Mankiewicz por esa coherencia y por tener el valor de mostrarnos con crueldad lo que se puede hacer por dinero. Antes de eso hay humor y pese a todo Douglas consigue caer bien siempre, mérito muy destacable, seguramente la virtud mejor expuesta.
Luisito
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25 de mayo de 2022
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ya lo dice el refrán, cien años de perdón tiene el que es capaz de robar a un ladrón. Y de ladrones y de tramposos y de dinero robado va la cosa.
Pero hay mucho más. Se trata de un western, sí, pero tremendamente original y difícil de encasillar, carcelario, con momentos cómicos que alternan con otros dramáticos, pero sobre todo es un western de personajes. Al menos media docena de ellos constituyen auténticos prototipos, verdaderos modelos de comparación.
Ahí está Paris Pitman (Douglas), haciendo de Kirk Douglas, simpático ladrón que encaja el arresto sin pestañear a sabiendas que fuera le esperan 500.000 dólares, un hombre egoísta que sabe ganarse la voluntad de todos compañeros de la trena. Pero también del alcaide Lopeman (Fonda), otro hombre interesante, recto que cree en la justicia y en la rehabilitación de las personas, un idealista que transforma la pocilga de la prisión en un lugar digno ... hasta que le llega su hora.
Otros personajes curiosos y bien desarrollados son por ejemplo Kid, el Niño de Missouri (Meredith) que ha logrado sobrevivir veinticinco años en aquel antro explotando un rancho imaginario, o la genial pareja de estafadores que forman Cyrus McNutt (Randolpt) y Dudley Whinner (Cronyn), siempre riñendo pero inseparables. Incluso el joven e impulsivo Coy Cavendish (Blodgett) o el introvertido Floyd Moon (Oates) tienen un aire especial.
Impresionante galería de personajes que, cada uno a su modo, constituye un muestrario de caracteres vigorosos que han quedado ya para la antología del western. Por supuesto, los actores están a la altura de los papeles respectivos.
Empieza la cinta con una cuidada presentación de los créditos a base de letras capitales. El guion es de gran solidez sin un instante de aburrimiento, alternando situaciones dramáticas con otras cómicas y desenfadadas acompañadas por una banda sonora adecuada para cada momento.
Buenos diálogos.
Insistimos en el aspecto dramático de la cinta porque estamos ante una cinta más de perdedores que de verdaderos tramposos. Empezando por Mr. Lomax (O'Connell), el hipócrita hombre de negocios robado "Después de trabajar toda la vida como un negro", que resulta ser un pobre mirón del que se compadece la oronda madame negra de la casa de citas, "Si se hizo rico una vez puede volver a hacerlo". Los presidiarios y hasta el mismo director, "En esta prisión solo se ve una vez al alcaide", que es cuando las autoridades le dan el nombramiento porque saben que morirá allí. Incluso el propio Paris acaba siendo un perdedor en un final elegante.
En fin, una gran película llevada con buen ritmo. Divertida a veces, conmovedora otras, pero sobresaliente siempre y con un gran muestrario de personajes curiosos. Muy recomendable.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Lafuente Estefanía
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