Vidocq (El mito)

"Vidocq" es el típico producto americano de la gran industria pero con origen europeo.
Una película impactante desde lo visual, el manejo acelerado de cámaras, coreografías digitalizadas, ambientación gótica, cortes abruptos de escenas, fotografía y música llamativas.
Difícilmente se pueda asemejar tanto una obra europea al cine mainstream de las grandes ligas americanas de cine.

Pitof recurre a mi entender al misterio como principal motor que moviliza el filme, desde una historia llena de intriga nos mantiene atentos a las distintas variantes que poco a poco van apareciendo.
Con una narración que nos pasea temporalmente entre pasado y presente, y que en ciertos momentos resulta difícil de seguirle el ritmo por lo vertiginoso que resulta el ritmo narrativo.

La trama en sí es lo suficientemente compleja como para dar sustento y fundamento al desarrollo del filme, invita al espectador a estar atentos a cualquier circunstancia que pase, ya que Pitof dosifica la información de manera justa y precisa, lo cual significa un gran talento narrativo de su parte.
Consigue mantener expectante al público hasta el último fotograma, mientras tanto nos deleita con un nivel técnico asombroso para un filme francés, realmente deslumbra por las formas del lenguaje fílmico.

Si de actuaciones hablamos, no hay grandes registros, más bien tenemos un nivel histriónico correcto, nadie se destaca y creo que desde el guión mismo ya entendemos que no es una película para analizar mucho desde este tópico, no obstante las mismas siguen los patrones lógicos que se enmarcan dentro de lo convencional del género.

"Vidocq" es entretenimiento al 100 %, con una cuota alta de suspense y una maravillosa ambientación de época y lugar. Verdaderamente uno queda sorprendido con los aspectos estéticos de este filme, son fuera de serie. A algunos podrá gustarles este despliegue visual y sonoro, pero quizás a otros no le parezca oportuno este experimento de combinar la sutileza narrativa del cine europeo con las apariencias y la parafernalia estética de Hollywood.
Para quien les escribe, esta alternativa resulta valedera, al punto de sentirme atraído en la mayor parte del relato por las circunstancias que se plantean en el filme y por un desenlace sorpresa.

Una buena opción para aunque sea, ver un producto fílmico distinto al resto, original y ya ello no es poco.

Inspirados en las Mémoires escritas por el galo François-Eugène Vidocq, ex-presidiario y fundador de la sûreté que, en la primera mitad del siglo XIX, regentó una agencia de investigación privada, Pitof y Jean-Christophe Grangé pergeñan un guión, a ratos apasionante, que mezcla por igual tópicos del cine de detectives y del cine fantástico; guión que narra la investigación que lleva a cabo el periodista Etienne Boisset para esclarecer unos misteriosos asesinatos mientras varios flash-backs subjetivos, fruto de las sucesivas entrevistas con sospechosos y/o testigos, componen el rompecabezas pertinente.

El problema de la película de Pitof es que la plasmación visual del guión se decanta por cuidar el estilismo y termina por echar de lado su capacidad dramática. Primerísimos planos de la anatomía humana, geométricos encuadres saturados de elementos, movimientos de cámara agresivos, abigarrada fotografía que parece buscar perspectivas y efectos luminosos propios del paisajismo decimonónico francés, y numerosos planos de detalle intercalados en los planos de acción, repercuten negativamente, en su conjunto, en el ritmo de lo narrado. El típico caso de la forma que devora el fondo. Elemental.

Vi esta película sin saber nada del argumento y lo cierto es que me sorprendió gratamente. No te esperas muchas cosas en esta película y tiene un par de giros argumentales dignos de mención. Hay que añadir que desde el punto de vista técnico, ambientación, escenario, vestuario, etc. la película es impecable. Luego te podrá gustar más o menos, pero su calidad en este sentido es indiscutible.

Desde luego, si la peli tiene algo es la originalidad de su argumento. Hay algo de macabro en que la cara de tu asesino sea un espejo y que lo último que veas sea tu cara horrorizada antes de morir. No sé si esto ya habrá salido en alguna peli, pero para mi es bastante original.

En definitiva es un buen film de misterio, que aun teniendo escenas algo desagradables (es más la imaginación que otra cosa) no hay nada explícito. El tema no es nada del otro mundo, "la búsqueda de la inmortalidad"; lo novedoso viene en el trato del argumento y el perfil de los personajes.

El final, imprevisible al máximo. Piensas y piensas, y no te puedes imaginar ni por un segundo cual será el desenlace definitivo. Y paro ya de hablar de la película porque es mejor verla sin tener mucha información. Que les aproveche! A mí me gustó mucho.

Saludos.

La he visto más de 3 veces y cada vez que la veo me reafirmo más en lo que a continuación escribo.
Gran película con un guión bien trabajado, Depardieu cojonudo (una vez más), y, aaaah, amig@s, la fotografía, qué decir de la fotografía....GENIAL!!! Nos presenta a un París de la época gótico, con unas vistas a larga distancia y semi-zenitales absolutamente espléndidas, oscuras, intrigantes, impactantes, etc, etc....(por no poner muchos adjetivos, un práctico "etc."). Y los zooms de las cámaras recorriendo los sombríos y tortuosos pasadizos cual mazmorra del infierno, una maravilla para nuestra vista que merecen ser vistos más de una vez. El "malo" del film, muy bien conseguidas las escenas en la que nos muestra sus dotes malabares, con un espejo por careta que lo hace aún más enigmático si cabe. Buen principio y mejor final.

"Vidocq" es una película de una estética visual peculiar, que confunde al espectador tal vez en algunos momentos con tantos primeros planos, imágenes en movimiento y rostros casi deformados. Sin embargo, no es éste el aspecto que la hace fallar, sino el uso continuado de flashbacks que mezclan personajes, tramas e incluso el desarrollo de las investigaciones que llevan a cabo tanto el protagonista Vidocq (Gerard Depardieu), como el periodista que pretende contar su biografía (Guillaume Canet). Hay algo que la hace atractiva, sugerente y entretenida, y es por ello que se la puede calificar como una película buena, pero sin más pretensiones. El problema, como digo, está en que Pitof altera demasiado el curso de la acción con idas y venidas del pasado y del futuro, lo cual provoca que te pierdas o que te líes en algunos momentos concretos. Puede definirse como una película sorprendente, pero también previsible a veces, lo cual contradice su calidad, pese a su intento de aunar una pequeña parte de la historia de Francia y el misterio de saber quién es el asesino que tiene por rostro una máscara en la que se reflejan sus víctimas.