Dr. Lamb

Siempre se dice que la realidad supera a la ficción y en este caso, la película se basa en la historia de Lam Kor-Wan, un taxista de Hong Kong que mató y desmembró a cuatro mujeres.

Eso hace que este Dr. Lamb aún se sienta más sórdida y deprimente.

Lam Gor-Yu es detenido al encontrarse cierto material que le relaciona con unas desapariciones. Las horas siguientes son vitales, ya que todo apunta a que realmente es un asesino de mujeres pero la policía es incapaz de sacarle información. Las pruebas encontradas en la casa de Lam revelan un nivel de crueldad y sadismo pocas veces visto.

Dr. Lamb empieza como un puñetazo en la cara, ya desde el primer minuto, los directores Danny Lee, Billy Hin-Shin Tang dejan claro que esto es un relato acerca de las miserias humanas y la sordidez de una vida gris y atormentada. Esa escalera repleta de niños que juegan entre gritos, las escaleras ruinosas, esa violencia y sexo soterrado…

Aunque Goh yeung yee sang se me antoja irregular y a veces excesiva, sobre todo por la recreación de la comisaría y esos policías violentos que no dudan en aplicar brutales torturas - me juego el cuello a que posiblemente los directores y el guonista Kam-Fai Lang bajaron el tono para que no se le echase encima el gremio policial – es innegable lo hipnótico que resulta gracias a esa cámara tan nerviosa, la increíble fotografía de Kin-Fai Mau capaz de convertir el mundo nocturno de Hong Kong en la antesala del infierno, y la tremenda actuación de Simon Yam como el psicópata Lam Gor-Yu: su personaje tiene un viaje interno que un mal actor podría hacer tirado por los suelos y, sin embargo, uno se queda enganchado a su mirada y hay que reconocer que Yam es capaz de poner los pelos de punta en la secuencia final en el interior del taxi.

Danny Lee y Kent Cheng, como los inspectores Lee y Fat Bing, tienen presencia aunque palidecen frente a Yam, pero es que es lo que lo de este actor es todo un recital.

Al terminar Dr. Lamb, queda la sensación de que hay huecos en el guion, por ejemplo la fijación del asesino con el jefe de policía interpretado por Danny Lee pero eso, al igual que el brusco e impactante final, supongo que viene heredado de la historia real y han preferido no tocarlo.

Posiblemente estamos hablando hoy en día de Dr Lamb gracias a su capacidad de transitar del thriller con la investigación policial al terror absoluto gracias a los efectos prácticos que son escasos pero realmente desagradables. Los primeros ataques dejan mal cuerpo, pero el de la joven de vestido blanco te mantiene en vilo y uno tiene ganas de gritar a la pantalla o ayudar a la pobre víctima.

Y esta sensación que se te agarra al cuerpo, es muy difícil de lograr.

https://www.terrorweekend.com/2022/08/dr-lamb-review.html

Si el cine gore japonés es chungo y pasado de rosca, ojo con el que hacían en Hong Kong en su momento, que no le envidiaba nada a los nipones en cuanto a crueldad y marcianismo. Un buen ejemplo es esta película que llegó en su día a los videoclubs de este nuestro país para solaz de tipos raros como el que suscribe. "Dr. Lamb" es algo así como un thriller criminal con escenas de terror sangriento adobado con erotismo retorcido y humor inclasificable. Un taxista con traumas infantiles (con rollo "giallesco" de recuerdos/pesadillas chungas incluido en el precio) secuestra a señoritas a las que somete a brutalidades varias, sexuales también, quedándose alguna que otra "cosilla" de ellas de recuerdo. Para ilustrar el peculiar tono de este filme, contaré que en cierta escena un grupo de policías entra en casa del asesino, uno de ellos encuentra una teta arrancada en un táper, se asusta, la tira por los aires de la impresión, y esta (la teta) va a caer a la espalda de otro agente, a lo que los demás se ríen mientras le dicen que le ha salido una teta en la espalda. Otro trozo de muchacha, en otra escena, va a caer accidentalmente a una pecera donde los peces se apresuran a mordisquearlo con saña.

¿Tela, eh? Pues tiene momentos aún más estrafalarios. Necrofilia incluida. Lo "mejor" es que al parecer esta peculiar obra está basada en los crímenes reales cometidos pocos años antes por un taxista real en Hong Kong. Las familias de las víctimas tuvieron que aplaudir con las orejas viendo esta delicada reconstrucción de los hechos.

Recomendable, por así decirlo, para goremaníacos con mucha curiosidad e incondicionales poco exigentes del cine asiático.