Educando a Helen

Entretenida película algo mejor de lo que me esperaba, que me ha dado la oportunidad de disfrutar una vez más de la magnífica Joan Cusack, la eterna secundaria, una actriz que me ha parecido siempre maravillosa. Aquí vuelve a ser, para mí, de lo mejorcito del film. Junto a ella, una encantadora Kate Hudson, una actriz más que interesante que parece estar encasillándose en este tipo de películas, como le ha pasado a Cameron Díaz, pero que, al igual que ella, este tipo de papeles se le dan realmente bien. Estoy totalmente de acuerdo en que la cámara está enamorada de ella. El chico de la peli es el hombretón John Corbett, un atractivo actor al que no he seguido mucho pero al que seguiré a partir de ahora. El novio de Bo Derek está realmente bien y tiene buena química en pantalla con la Hudson. Una muy pequeñita Abigail Breslin está convincente y actuando junto a su hermano en la vida real, Spencer Breslin. El gran Hector Elizondo, fantástico como siempre, tiene un pequeño papel cómico y la gran Helen Mirren está divertida, lejos de sus papeles más dramáticos, siempre es un placer verla actuar aunque sea en este tipo de películas. El final previsible y edulcorado es lo que le quita puntos al film pero no está tan mal, se puede ver fácilmente si no se tiene nada mejor que hacer.

Muchas veces me he planteado qué se espera de los comentarios de los usuarios de la página: leer opiniones de otros sobre las películas, leer pensamientos subyacentes de otros sobre las películas; entonces… ¿Qué significa votar con SI o NO? Que no estás de acuerdo con lo que dicen, con cómo lo dicen, que no estás de acuerdo con la existencia de ese usuario… no sé.

El caso es que ese ha sido mi pensamiento a la hora de ponerme a escribir sobre ésta película porque… es una más, parecidísima a un montón de películas, sin que se pueda decir mucho más de lo que se ha dicho ya, una película poco novedosa, como tantas, con trama predecible, como tantas… nada nuevo bajo el sol.

Kate Hudson, para mi un espécimen raro de catalogar, no está natural en ningún momento (y mira que el papelito no tenía complicación ninguna), superando su nivel interpretativo hasta los árboles que, erguidos, permanecen delante de la fachada de su casa.

John Corbett,, que sin embargo despierta mi simpatía aún no sé muy bien porqué, está correcto dentro de lo que se puede pedir a un papel que tiene la misma trascendencia que la muerte de una cucaracha bajo un zapato del 46.

Lo dicho, para echar una cabezadita después de comer o tontear con vuestra pareja en el sofá con la película como sonido de fondo… nada memorable.

Típica y tópica película americana con protagonista entre la espada y la pared que se ha de replantear toda su vida por una fuerza mayor.
En este caso, la fuerza mayor son sus tres sobrinos que han perdido a sus padres y de los cuales debe hacerse cargo.
A partir de aquí todos los tópicos que queramos ponerle. Tal vez demasiada duración para una película blanda a la que únicamente le falta ambientarla en Navidades y que Papa Noel les traiga sus mejores deseos dejando detrás suyo una estela de estrellitas y sonrisas.

Entretenida con indulgencia y previsible película sobre una moderna independiente a la que de repente le cae la custodia de los tres hijos de su hermana.

Demasiado larga y pastelosa a ratos. Eso sí, Kate Hudson guapísima.

Poco más que comentar.

Como película dominguera de televisión, se deja ver. Bastante típica, con un humor cercano a lo absurdo. En muchas escenas pasé vergüenza ajena, otras en cambio, me parecieron ridículas. Sus dos protagonistas son bastante simplones: un religioso atractivo que lo sabe y una mujer independiente que de pronto tiene que aprender a ejercer de madre con dos niños que son un encanto y una adolescente rebelde a ratos. Los personajes principales nos caen simpáticos desde el primer momento, con sus tonterías de turno, y la pareja nos regala un romance ligeramente mediocre para estar a la altura del drama que nos presenta el resto de la película. Sin embargo, tiene bastantes momentos divertidos y entretiene la mayor parte del tiempo. Eso sí, que nadie le busque escenas originales o conmovedoras que la conviertan en una película memorable.