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Crimen con vista al mar

Thriller El expresidiario Román Pedraza va a un hotel de la costa caribeña para cobrar una deuda pendiente con Enrique, su antiguo cómplice y dueño del hotel, pero éste se resiste a pagarle. Para presionarlo, Román decide alojarse allí indefinidamente. Un empleado del hotel le roba su dinero y algunas pertenencias. Román atribuye el robo a unas turistas españolas, con las que había pasado la noche y en su intento de recuperar el dinero una de ... [+]
Críticas 4
Críticas ordenadas por utilidad
31 de agosto de 2013
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Había algo raro, por no decir sospechoso, en la publicidad con que la película se estrenó en Colombia. Los comercializadores de la misma se la jugaron por dos ganchos que invitaban a pensar mal. La promocionaron como "Una película del productor de El secreto de tus ojos", pero también usaron el eslogan "Jorge Enrique Abello en su debut en cine".

Vamos por partes. Si de Gerardo Herrero, un director con 16 largometrajes en su haber, lo mejor que se puede decir es que fue uno de los productores de "El secreto de tus ojos",una película que claramente es de Juan José Campanella y no suya, aunque la haya producido, es porque su obra es muy regular, tirando a mediocre. Herrero es un trotamundos del cine. Ha filmado en el todos los climas, idiomas y latitudes. Pero no es un autor, ni siquiera un artesano. Si uno viese toda su obra, se encontraría con un director que ha hecho de la carencia de estilo, su estilo. Lo que sí se le debe reconocer a Herrero es su talento para conseguir dinero para filmar. Debe ser un gran productor, pues son muy escasos los ejemplos de directores que filmen tanto con tan poca calidad. Y "Crimen con vista al mar" es la prueba de su increíble falta de talento. Ni una sola buena escena, ni un buen diálogo, ni siquiera una buena actuación. Todo es acartonado, previsible, ya visto.

De otra parte, si la película apela a caras conocidas de la televisión criolla, y se promociona como si de una telenovela se tratase, es porque tiene toda la traza de un producto pensado con la misma lógica del culebrón tropical-carnavalesco que pega tan bien por aquí. Así pues, pareciese que el señor Abello lo que hace es repetir su papel de "La costeña y el cachaco". Pero claro, el hombre tiene su fanaticada entre un público televidente incondicional que va a cine para ver en pantalla grande lo mismo que ve en la caja tonta. Y en eso no se equivocan, esta película tiene la misma estética, la misma línea narrativa y las mismas argucias de los enlatados de la televisión colombiana.

Definitivamente, esta película es un crimen para la vista.
Azulejano
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28 de junio de 2017
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Con dos antecedentes malones de Gerardo Herrero ("Que parezca un accidente" y "El corredor"), la que hoy corresponde parece ser la más asertada de un director muy irregular —las notas lo revelan—, es un trabajo que requería de mayor detenimiento a la hora de escribirlo, existen incosistencias, y aunque la crítica es severa aún así tiene su parte rescatable.

Todo se enmarca en algún hotel de las playas colombianas, Enrique Zavaleta le llegan todo tipo de turistas, mas sorpresivamente recibe la visita de Román, quien viene a cobrarle una deuda. El dueño del hotel le paga menos de lo acordado, el exconvicto toma la plata sin estar del todo de acuerdo y más tarde opta por ser uno más de los inquilinos del lugar. Aunque guarda perfectamente la plata en su habitación, la presencia de seis personajes se convertirán en sospechosos de haberla tomado e inesperadamente de la desaparición de uno de ellos. Un policía español llega al lugar de los hechos y comienza la indagatoria.

Uno de los mayores desaciertos del director es imposiblitarle al espectador ser participe de su película, lo resuelve inmediatamente, lo cual es imperdonable tratándose de un thriller. Otro de los fallos es la incursión de Carmelo Gómez con un personaje, vacilante, dudoso entre la solemnidad y lo cómico; la actriz Ana Bolena, a quien se le asume como el atractivo visual, sin explorar de lleno un personaje que resulta muy pueril. En contraste los colombianos a la cabeza se sienten más acorde con lo que desean proyectar —Abello-Hoyos.

Poco que decir de esta nueva entrega de Herrero, al parecer las puntuaciones le van en mejora para películas posteriores a esta colombiana, habrá que ver.
Coleccionista Visual
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30 de agosto de 2013
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por: John Harold Giraldo Herrera
Docente universitario y Periodista
[email protected]

Que el actor -¿sacerdote?- Jorge Enrique Abello sea el gancho mediático para atrapar espectadores que asistan al el estreno reciente de una película colombiana, eso no tiene precio. Uno no sabe qué pensar de esta película, que se anuncia como colombiana, es ideada por dos españoles cineastas con experiencia y sólo tiene un espíritu en mostrar las aparentes vicisitudes a modo de thriller de unas personas –turistas- en un hotel donde ocurre un crimen. Nada encaja, ni el desesperante clima que se le ve en la camisa sudorosa al detective del caso, como tampoco los personajes que se encaran uno a uno como si fueran salidos de un país inexistente o como si fueran turistas de un país inocente.

Si la idea era generar suspenso por un caso detectivesco, es muy extraño que se acuda a la comedia simple para matizar lo que no logra una historia de un crimen. Si la pretensión era desatar tensiones, no tenemos la menor idea de por qué lo obtenido son muchos nubarrones. Pero digamos que eso no importa, y nos centremos en el caso de una historia con fines cantinflescos. El director español explica que Cartagena le hizo variar cientos de veces el guión y el montaje, argumentando que fue una labor creativa. Y eso parece cobrar muchos desafíos. En cambio el espectador no se enfrenta a nada significativo, no hay ni siquiera que pensar en la trama, ni en el crimen, porque de entrada se encuentra resuelto, sólo es dejarse envolver por una serie de chistes sin mucho sentido. Parece entonces que lo acá imperante es el interés en comer crispetas y pasarlas con una gaseosa, lo demás sobra.

Es una película muy limpia, demasiado pura, es decir, se escabulle de cualquier contexto, si es de un thriller pasa de alto por corresponder con un criterio favorable del género; lo único que no olvida es el escenario del mar, evita involucrarse en temáticas problemáticas y asume la pretensión de salirse con las suyas sin ni siquiera darnos pistas de cada uno de sus personajes; se trata de una pareja –dispareja en edad- que quiere descansar, o de unas españolas –amigas aventureras- que desean conseguir encuentros divertidos, o de una mujer que se dedica a leer sin nada más que hacer, un fugitivo barbado acechado por su pasado, y un empresario de un hotel como si fuera una caricatura. En fin, nadie logra generarnos empatías como tampoco lo contrario, estamos ante una película ligera donde olvidarse de pensar es la regla.

Sigo en spoiler
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
John Giraldo
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19 de agosto de 2013
1 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Crimen con vista al mar”, es una tomadura de pelo. Pues muchos interrogantes a lo largo de trama, para salir con las soluciones más pobres en lo que a intriga de un thriller se refiere. Lamentable film en la filmografía de Gerardo Herrero, que sinceramente con tanto título para la historia del cine español, haya realizado tan fallido film y en un tono de mediocridad.

Los espectadores al final, salen más decepcionados que admirados. La razón obedece a que la historia no conduce a nada contrario que a tomarse la justicia (si es hay rectitud en lo tratado), por las manos de algunos personajes malandros (que entre otras cosas, lo que hicieron fue caracterizarse a sí mismos). Si miramos la historia de detectives en el cine, no creo que el roll del actor español Carmelo Gómez (lo más ridículo que ha hecho para el cine), sea un ejemplo a estudiar.

En fin, lo que si vale la pena reflexionar, en esto de los thrillers, es lo que siempre he manifestado: Leer “Peces de colores” de Raymond Chandler, para con humildad aprender sobre los elementos que caracterizan a los grandes thrillers. En sus “Apuntes sobre la novela policíaca”, el escritor se adorna con toda su sabiduría al respecto.

El thriller se define como una obra “en la que el lector (o el espectador) llega a estremecerse al identificarse con las hazañas o hechos audaces llevados a cabo por el héroe, y por los peligros a los que se ve expuesto”. Por lo tanto, la característica principal de este tipo de obras es la tensión que deben de tener para que los lectores puedan llegar a sentir ese estremecimiento. Nada de esto ocurre en “Crimen con vista al mar”.

www.elcinesinirmaslejos.com
gonzalo restrepo sanchez
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