Devorador de pecados

Seamos francos. Siendo una película de ridículo presupuesto está francamente bien. El argumento es más original que la mayoría de películas que salen como churros y costaron diez veces más. Y el final sorprende. Vamos, a mí me sorprendió y me dejó muy buen sabor de boca.
Tampoco creo que su intención sea meterse con la iglesia al estilo El Codigo da Vinci. O por lo menos no se mete con ella más que La profecía, El exorcista, o Ángeles y Demonios, vamos, lo justo para imaginar un mundo fantástico dónde seres mitológicos cobran vida con la intención de entretener al espectador, no polemizar contra instituciones religiosas.
Francamente recomendable para los amantes del género.

El devorador de pecados es una curiosa cinta que no encontró su lugar en la taquilla quedando en el olvido pese a contar con prácticamente el mismo equipo de DESTINO DE CABALLERO, puede que sea debido a un cierto sabor de serie b, pero la verdad es que eso es lo que le hace en cierto modo especial, ya que tiene el mérito de no tomarse en serio como otras cintas como EL CODIGO DA VINCI.

Es una de esas películas que el tiempo decidirá si se trata de una cinta de culto o no, pero solo por ver a un Heath Ledger empezando a tomar riesgos interpretativos merece la pena verla, este actor ha conseguido quitarse de encima el título de ídolo de quinceañeras, algo semejante a lo que hizo Johny Deep y la verdad es que nos encontramos ante toda una promesa que en el futuro puede firmar con letras de oro su nombre, ya que pocos actores reflejan la angustia y la desesperación como lo hace él (será un brillante JOKER, os lo aseguro).

Puede que esté muy lejos de ser una buena película pero está muy por encima a otros productos destinados a arrasar en taquilla (y matar de aburrimiento al espectador).

He leído mucho en la red, sobre esta película, y casi todas las críticas son malas. La tachan de aburrida y mal hecha. Lo cierto es que no es así.
En el videoclub, en el cual la cogí, me la recomendaron y en cierto modo, por la sinopsis ya ténía gana de verla.
Esta escrita y dirigida por unos de los mas grandes guinistas de Hollywood ( L.A. Confidential, ganador de un oscar al mejor guión, Mystic River, Deuda de sangre) Brian Helgeland.
Esta es una película que nos hace ver a la Iglesia desde un punto de vista diferente al que nos tenía acostumbrados.
Basta ya de poner al sabio sacerdote, bueno y bondadoso. Destapa los trapos sucios del Vaticano a raíz de un guión bastante pulido y una historia paranormal, sobre un extraño ser que tiene su origen en algo más de medio siglo.
Sobre las actuaciones, destacar que el único actor más o menos famoso es el protagonista Heath Ledger, visto recientemente en Ned Kelly y que ya colaborara con Helgeland en Destino de Caballero, donde éste fuera también director. Sin embargo, su actuación es aceptable, no brillante, dejando la buena actuación a sus compañeros de reparto, no demasiado conocidos.
En definitiva, una película bastante lograda, algo parada, en la que por mucho que algunos críticos se empeñen, es una buena película en la que sobresale una gran originalidad al tratar a la Iglesia de una forma diferente.

Bueno, acabo de verla en la Tv y ¡Válgame Dios!.

La idea en sí es buena, y como película de aventuras tiene su aquél, pero nada más.

Pero la trama se pierde en tópicos de serie c y conviete una buena idea en un pestiño.

Pienso que los guionistas nos toman por tontos.

La anuncian como película de terror y casi da risa.

Lo dicho, lástima de guionistas.

Una cosa buena, en contra de lo habitual; esta vez han acertado con el título en español.

Saludos.

Esto es un castañazo por muchas vueltas que le des, ni critica a la iglesia, ni interesante recreación de la creación de la capilla Sixtina, ni leches, un castañazo puro y duro, la peor de las películas con parecida temática que he visto en mi vida (y han sido unas cuantas), con un Heath Ledger, que de acuerdo que es una pena que haya palmado y tal y tal, pero que aquí compone un personaje verdaderamente penoso, para no desentonar con el penoso guion y la penosa dirección (lo único medianamente pasable que ha hecho este director, es el remake de aquella de Lee Marvin que protagonizaba Mel Gibson: Payback).
En resumen, otra estupidez producto de la última moda, tanto en cine como en literatura, del tercer milenio