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Patlabor 2: La película

Animación. Ciencia ficción. Drama. Intriga. Thriller. Bélico Tres años después de los acontecimientos de Patlabor, la segunda sección debe investigar un nuevo y terrible hecho: la voladura del puente de la bahia de Yokohama. Premio a la mejor pelicula de animación Mainichi film competition 1993, Japón. (FILMAFFINITY)
Críticas 3
Críticas ordenadas por utilidad
15 de septiembre de 2009
12 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
La serie de japanimación "Patlabor" dio en 1989 una estupenda película de animación adulta poco conocida para muchos, incluso entre aficionados a ese tipo de series y películas, que yo recomendaría a cualquiera. Y en 1993, Mamoru Oshii (que más tarde dirigiría "Ghost in the Shell", la película que inspiró "Matrix") repite dirección de esta secuela.

Tengo que decir que esta película posee un carisma bastante mayor que su precursora, pues toma una buena y muy digna historia: el puente de la bahía Yokohama ha sido destruído en un violento ataque de origen desconocido. Dos jefes de policía de Tokyo, gracias a la ayuda y las pistas de un miembro político próximo a las fuerzas de auto-defensa nacional, investigan el atentado, cuyo culpable parece ser un viejo conocido de los tres.

Lo cierto es que estamos ante un thriller detectivesco político-militar muy digno y memorable, 100% dirigido a un público adulto a pesar de su condición de película de animación. Ciertamente, la película es sobria y sosegada, y se toma su tiempo para lo que haga falta. La mayor parte del metraje está dedicado al diálogo, y este diálogo está dedicado a la filosofía y la divagación situacional. La verdad es que hay más fuerza narrativa en las palabras que en la propia continuidad de las escenas, y eso es negativo en mi opinión, pues hace que la historia sea algo difícil de seguir. Por otro lado, las conversaciones entre los personajes son ejemplares, destacando las reflexiones filosóficas en los momentos clave.

El segundo lado negativo es su relación con la serie en que se basa. Sus personajes princiaples han quedado excesivamente secundarizados, y el papel protagonista ha reducido su reparto. Los mechas (robots humanoides pilotados por seres humanos emblemáticos de la japanimación) parecen meras estatuas de fondo, y es inevitable notar que el señor Oshii hubiera podido aprovechar más esta profunda y compleja historia sobre la línea que separa una paz injusta de una guerra justa.

En general, una película realmente buena, con buena historia y personajes, en la cual al espectador más le valdrá tener más ganas de escuchar que de ver.

Ahora, en Spoilers (sin ser necesariamente tal cosa), algunas citas célebres de la película.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Havezethario
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13 de junio de 2015
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Han pasado casi 70 años desde que acabo la 2ª Guerrra Mundial. Hemos vivido nuestra vida sin haber conocido la Guerra.
¿Paz? ¿Es la paz que intentamos proteger? ¿Que significa paz para el mundo?
Ahora por todo el mundo hay guerras pequeñas, guerras civiles, sufrimieno, miseria, muerte.
Por repulsiva que sea la paz, es vital protegerla, puede ser que sea una paz inmoral, una paz injusta. Pero una paz injusta, sigue siendo meor que una guerra justa.
Yo especialmente tengo repulsion por las guerras justas. Cuantos millones de personas han muerto a lo largo de la historia por la causa de que sus líderes llamaban guerras justas.
A mi me sigue pareciendo que la línea que separa una guerra justa de una paz injusta , es realmente muy fina. Si una guerra justa es una mentira, es menos mentira una paz injusta.
Nos dicen que hay paz, pero miramos a nuestro alrededor, y aunque no podamos ponerle palabras, nuestras vidas nos dicen que no podemos creer lo que nos dicen, al final toda guerra deja paso a la paz, por así decirlo, y toda supuesta paz es la semilla latente de la guerra, por tanto es sólo cuestión de tiempo de que la dura realidad de la guerra acabe con nuestra ilusión de que de la ausencia de la guerra es la paz.
Y yo me pregunto; ¿QUE ES LO QUE INTENTAMOS PROTEGER?


Disfrutamos de la paz en las pantallas de television, mientras que fuera de cámara las guerras hacen estragos. Olvidamos que estamos sólo a un paso del frente de batalla. Pero no olvidamos, simplemente nos negamos a recordar. Y eso no puede continuar, porque algún día, y de alguna forma seremos castigados.

CUALQUIERA EN ESTE MUNDO PUEDE SER COMO DIOS, Y MAS EN UN UNIVERSO QUE NO ES MAYOR QUE SU PROPIA MENTE.
TODOS PRESENTES, TODOS CONSCIENTES, PERO A LA VEZ IMPOTENTES, FUERA DE LOS CONFINES DE SUS CABEZAS. Y LO QUE DIOS NO PUEDE HACER, LO INTENTARAN LOS HOMBRES, A NO SER QUE NOS DETENGAMOS, HAY QUE DETENERNOS. ESA ES LA MISION DEL SER HUMANO.
alessandro
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19 de febrero de 2017
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Cuatro años después de Patlabor, Mamoru Oshii rueda una continuación de las andanzas de la segunda sección policial de la policía móvil Patlabor de Tokio. Y tal como ocurriera en la primera parte, es inevitable ver en estas películas el germen del Ghost in the Shell que Oshii dirigió solo dos años después, y de su continuación posterior.
Catalogada en el género de Mechas, la película en realidad tiene muy poco de estos robots pilotados por humanos y sí de una compleja trama de investigación político-militar situada en un hipotético Tokio del año 1999 que no difiere del real de por entonces pero con estos robots formando parte de las necesidades de la sociedad, desde el uso militar al de la construcción.
Tal como ocurriera en la primera película, Oshii no se entretiene en presentar personajes. De hecho es una película muy coral que relega el protagonismo de los miembros de la sección centrándolo más en los dos mandos de la misma, dando por sentado que el espectador conoce bien las actividades de la sección 2 y entrando a saco en lo que le interesa, una trama político-militar compleja y adulta que precisa de amplios diálogos que no solo guían en el intrincado plan maestro del autor que maneja los hilos o guían en la situación política del país y del mundo en que se desarrolla, sino que también se introducen en amplias disquisiciones morales y filosóficas acerca de la guerra, la paz, los negocios y el papel que tiene el Japón en los conflictos mundiales después de la derrota de la Segunda Guerra Mundial. Es anime, pero es anime serio y adulto.
Lo dicho, el germen de GITS está en esta película y en su anterior primera entrega. Y no solo respecto del tipo de tramas político-militares-corporativas intrincadas y complejas, sino también en el diseño de escenarios urbanos o en los vehículos militares, las armas y los robots. En este aspecto las películas de Oshii alcanzan un grado de perfección difícilmente superable. Y también la imprescindible y perfectamente reconocible música de Kenji Kawai autor de cabecera asociado a Oshii con quien ha elaborado importantes bandas sonoras.
Por poner un pero: aquella pátina comiquera que tenía la primera parte resultado de un estilo de dibujo y de una animación tradicional (similar, por ejemplo a la que se puede ver en el Akira de Ôtomo) ya no está tan clara en esta película. O al menos no me lo parece.
fresenius
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