Por siempre jamás

Cuando una persona (hombre o mujer) está teniendo una conversación sobre cine esta conversación suele tocar todas las veces los mismos temas y acabar en el mismo punto y en esa conversación siempre se oirán las mismas frases: "las películas de hoy no son como las de antes", "Titanic está demasiado sobrevalorada", "pues a mí Titanic me encantó", "ninguna película tendrá jamás el grado de claustrofobia que tuvo Alien", "los remakes no sirven para nada"... entoces empieza lo que sería una pequeña discusión en la que salen a la palestra las películas que adoramos porque, según nosotros, son obras maestras y las que consideramos pésimas (ahí cada uno tiene su propia opinión). Y luego están las que nos callamos, sí, ya sabeis a lo que me refiero, esas películas de las que nunca hablamos con los colegas porque nos da vergüenza reconocer que nos encantan, son películas amadas en secreto. "Por Siempre Jamás" es una de mis pelis amadas en secreto, cada vez que la ponen en la televisión la vuelvo a ver e incluso me alegro de que la repongan. No es una obra maestra pero me gusta, que queris que os diga, no hace daño a nadie, es bonita y entretenida, sin aspiraciones.

Es de 1998 y la ví en el cine por lo que yo tenía 8 años y salí de la sala con una sonrisa de oreja a oreja, por Dios es Cenicienta ¿A quién no le gusta Cenicienta? El príncipe, la madrastra, las hermanastras, el dichoso zapatito... todo es pura fantasía, simplemente dejaros los prejuicios a un lado y disfrutar como si fuerais crios. Tenemos escenas de drama (tampoco muchas, el objetivo no es traumatizar a nadie) y escenas de comedia que son sin duda lo mejor de la cinta, con la madrastra y hermanastras a la cabeza de todas ellas. Drew Barrymore está encantadora, si ella hubiera fallado todo se habría ido al traste pero por suerte no es así.

Mención especial a Leonardo Da Vici como "hada madrina", surrealismo puro y duro que incomprensiblemente hace que adores más el film.

Bien, se ha admitir que la película no es como para merecer un Oscar, pero es una divertida comedia romántica.

Una vez más, la historia de Cenicienta, solo que esta vez la chica tiene dos dedos de frente, al contrario que en el cuento. Quizá por eso sea esta la versión más original del cuento: una de las hermanastras no es tan mala, la madrastra es mucho más mala, una hermanastra es guapa y Cenicienta tiene cerebro y agallas, no es una masoquista sumisa como en el clásico de Disney.

Amena y cursi (sin ser empalagosa), Por siempre jamás restaura un clásico y lo mejora. Un cuento en el que todos son más humanos en todos los sentidos: los malos pasan a ser asquerosos villanos dignos de odio y los buenos no son ingenuos en absoluto. Merece la pena si te gustan las historias románticas a la vez que divertidas.

¿Cuántas veces hemos visto una película que nos ha hecho reflexionar?, ¿Y llorar?, ¿Y reir?. Muchas, pero, ¿Cuántas han mezclado todos esos sentimientos y te han devuelto a ese mundo de fantasía, plagado de sensaciones maravillosas, que no experimentabas desde la infancia?. Hay muy pocas películas que logren devolverte a ese mundo, pero esta es sin duda es una de las mejores que he visto en mi vida. personalmente, la interpretación de Drew Barrymore fue imprescindible para lograrlo.

Entretenida comedia de época sobre el conocido tema de La cenicienta. Espectáculo realizado para lucimiento de su actriz protagonista, Drew Barrymore que se mueve como pez en el agua vestida de época y le da naturalidad a su personaje. Tampoco falta la madrastra, el príncipe azul y Leonardo Da Vinci, que le da el punto histórico a una historia un poco cursi, pero bastante entretenida cuyo máximo secreto se encuentra en la maravillosa recreación de la época. Recomendable para los pequeños, que disfrutaran como nunca de una historia llena de valores y también para los grandes, que pasarán un rato de lo más entretenido con esta película. Y es que los grandes clásicos (como la cenicienta) nunca pasarán de moda y por eso se da el esperado éxito de esta agradable comedia romántica.

Si tuviera que definir esta película, no me costaría demasiado: es sencilla, predecible, romántica y dulzona. Y a pesar de todo eso, consigue enganchar al espectador con esa historia tan simple y que todos conocemos de la Cenicienta desdeñada por su madrastra y sus hermanastras.
Aquí, el cuento se traslada a la Francia del siglo XVI, en pleno Renacimiento, así que no podía faltar Leonardo da Vinci (por qué siempre que se hace algo sobre el Renacimiento tiene que aparecer él? Joé, ni que no hubiera más personajes famosos en su época), que aquí tiene el papel de hado padrino de la pobrecilla Danielle, que está enamorada sin remedio de su príncipe encantador.
Me gusta que la protagonista haga gala de tener conocimientos y un poquito de cerebro, que ya es hora de que las princesas de cuento estudien un poco y dejen de preocuparse por su belleza a la hora de cazar un marido.
Si hay que criticar algo, son los típicos fallitos históricos. La Gioconda estaba pintada sobre tabla, no sobre papel maché (parece el último póster de la revista Interviú, joé!), y en esa época no se comía el chocolate en onzas. Pero bueno, se perdona.
En general, está bien. Tiene las pretensiones justas y el guión se adapta muy bien. El vestuario es precioso y se adapta bien a la época en cuestión. Recomendable.