Los diablos

Hoy tienes derecho a defenderte. Hoy tienes derecho a pegar tres veces, más fuerte. Hoy tienes derecho a gritar, patalear. Hoy tienes derecho a buscar tu vida. Hoy tienes derecho a amar, odiar, perder el respeto. Hoy tienes derecho a disfrutar. Hoy tienes derecho a ser el protector. Hoy tienes derecho a ser la voz y el alimento. Hoy tienes derecho a no encontrar las respuestas. Hoy tienes derecho a crecer, a ser niño, a comportarte como un tarado, a sufrir como un salvaje.

Hoy puedes permitirte hacer las cosas mal, aún eres muy joven y la vida te maltrató demasiado sin siquiera conocer tu existencia. No estás del todo solo y como todos buscas la felicidad para los dos. Hoy tienes derecho a hacer realidad tus sueños.

Mañana... ya será otro día, mañana recibirás nuevos golpes del mundo, más duros, más fuertes... de eso nos ocuparemos mañana si sigues entre nosotros.

Cinta llena de emoción y de talento en todos los sentidos. Con unos actores soberbios y tremendamente creíbles y un guión medido y certero, Ruggia nos cuenta la historia de dos hermanos que se quieren y que desean estar juntos tras ser abandonados por sus padres, y que harán cualquier cosa para ello. Teniendo como referencia clara los 400 golpes de Truffaut, el cine francés nos da una nueva muestra de calidad y romanticismo que siempre agradece el alma y que muestra lo que el cine puede ofrecernos. El rostro y los ojos del chico protagonista Vincent Rottiers son toda una enseñanza de lo que es la vida. Los diablos es cine lleno de venas al punto de saltar.

Película de trama agobiante que degenera progresivamente en un relación increible. Comienza de forma lógica con un genial argumento triste y realista, el de dos niños abandonados, una niña autista magistralmente interpretada y su hermano un niño con transtorno de la conducta cuya interpretación es mejor si cabe que la del autismo. Pero la película llega a un punto en que la huida se convierte en una pesadilla sin fín, lo que da la sensación de alargamiento forzado del film, con momentos increibles como el de la ayuda en la fuga del menor de medio centenar de pandilleros salidos de la nada y la atracción sexual que aparece de repente del chico hacia su hermana (si se supone que ha sido su cuidador y educador desde pequeño es increible que ese apego y dedicación absoluta se transforme en otra cosa, puesto que el ha sido su padre y su madre). La película acaba recreándose en desnudos de la niña puber, pero eso sí su final es bello y poético aunque tarde demasido en llegar.

Asombrosa y angustiosa película de las que hacen que el corazon palpite de forma más intensa de lo habitual. Cruda, porque narra la vida de dos niños que son abandonados desde que nacen y que lo único que han hecho desde entonces es huir.

Desde el momento que comienza la película sabes que va a ser directa, que no va a proporcionar un halo de optimismo y que va a contar una historia sincera retratando un mundo sin oportunidades para muchos. Vivimos en una civilización así, vivimos a costa de la desgracia de otros, es así. La dureza de las circunstancias que los rodean convierten a estos chicos, incapaces de vivir el uno sin el otro, en seres inadaptados pero a la vez completamente marginados por una sociedad que les ha rechazado. El miedo, la furia y la tristeza que transmiten los protagonistas es de una verdad arrolladora, poco usual en actores tan jóvenes.

Además, la puesta en escena es una maravilla y nos regala escenas muy bonitas, como la del árbol desde el que se vislumbra a través de los ojos de la niña la gran ciudad o el juego de sus manos con el sol, etc.

Espero que mi valoración (sorprendentemente la primera) os anime a ver esta película tan recomendable.

Oscura, confusa, delicada, fría, serena, histérica, dulce, sangrienta, enfermiza, reiterativa, cargante, desagradable, deleznable, impactante, contundente y atroz producción francesa que pondrá a prueba la paciencia y sensibilidad del público que se disponga a verla. El mensaje y las claves del enigma personal y familiar, quedan muy claras desde un principio, lo que viene a partir de ese momento es relleno caótico, morboso y deprimente. Yo haré lo mismo, voy a ser claro y contundente: No la recomiendo y no la volveré a ver por nada del mundo.