Culpable

No es ningún disparate decir que Jake Gyllenhaal es uno de los mejores actores del panorama cinematográfico estadounidense actual. Ver su nombre en el elenco actoral de una película siempre es plato de buen gusto para el espectador, y la verdad es que "Culpable" está pensada por y para él: toda la historia se narra a través del protagonista en un único escenario, sin más imagen que sus propias expresiones faciales y con un solo punto de acción basado en las interacciones telefónicas.

Sin embargo, la actuación de Gyllenhaal es lo más destacable en un remake modestamente dirigido por Antoine Fuqua, que deja de lado en "Culpable" su género cinematográfico por excelencia, la acción. El reto que afrontaba no era fácil, ya que apostar por películas remake siempre es arriesgado ante las críticas, y más cuando se trata de una cinta que se desarrolla en un cubículo de oficina con tan pocos personajes visibles. Por ello, todo el potencial del filme ha de consistir en un guion impetuoso y dinámico para no resultar aburrido, y es aquí donde encontramos los defectos más llamativos de "Culpable".

Lo mejor: La actuación de Jake Gyllenhaal.

Lo peor: Algunos tramos de la cinta más pesados y tediosos.

Aceptable producción que gana puntos gracias a la poderosa participación de Jake Gyllenhaal.

No sé qué sentido tiene realizar una película que es una copia casi exacta de la que se hizo hace un par de años, que no aporta nada excepto una par de cambios estúpidos en la parte final, y unas cuantas lucecitas más en la sala de llamadas.

Esto es un fraude. El señor Pizzolatto es un jeta; nadie medianamente decente se atrevería a firmar un guion que no es más que una traducción del danés original. ¿Y qué decir de nuestro amigo Antoine? Un prepotente que lleva prácticamente toda su carrera haciendo el ridículo, intentando recuperar el nivel de un thriller más bien tirando a mediocre que rodó hace ya veinte años.

Y llegados a este punto hay que preguntarse sobre la deriva del cine actual. A falta de pruebas que indiquen lo contrario, la industria está entrando en una peligrosa dinámica donde la baja calidad es la norma habitual, muy parecido a lo acontecido en los ochenta, donde tan solo un puñado de películas podían salvarse de la quema cada año.

Interpretación correcta del protagonista.

Remake de la película danesa "The guilty", o más bien, diría una copia exacta.
Y es que, el que haya visto la original, verá que no solo las escenas son idénticas, sino también lo es el guión, de hecho, copian hasta las frases, lo único que cambia es un par de pinceladas del final, que diré en spoiler.
Aunque éste remake es entretenido y tiene como atrayente a Gyllenhaal, creo que está muy por debajo de la original en todos los aspectos. Y el más obvio es la actuación del propio Gyllenhaal, mientras en la original veíamos al actor como iba transformando su carácter en un modo más realista, vemos cómo en ésta se ponen el modo "on" del nerviosismo desde el minuto uno, dando lugar a la sobreactuación y a la pérdida de tensión.
Y es que, no se puede decir que sea una mala película porque si copias prácticamente a la exactitud una gran película original, evidentemente con más medios obtendrás por lo menos los mismos resultados o en su defecto un buen film.
Lo mejor: Buena trama y tensión.
Lo peor: Esa trama y tensión no son suyas.

Fantástico y críticas rápidas Twitter: @makakko3

Reconozco que la película te mantiene pegado a la pantalla los primeros 30 minutos. Después quieres saber qué pasa con el protagonista y es bastante obvio lo que está pasando con el tema principal del argumento, se deja intuir enseguida. No es una gran producción pero son esas películas que sin otro actor seguramente no se dejan ver, pero la interpretación de Jake Gyllenhaal es tremenda y consigue enganchar y emocionar.

Aviso: quien esto firma no ha visto la cinta original danesa en que se basa Culpable, por lo que este comentario no va a contener comparaciones entre una y otra.
Sin embargo, sí es posible establecer otras comparaciones entre la cinta de Antoine Fuqua y otras películas en las que el protagonista escucha voces angustiadas a través del teléfono y se ve en una situación de enorme estrés emocional, o se ve físicamente enclaustrado y/o atado a un único lugar. Porque sí, Culpable recuerda en muchos momentos a las sensacionales Buried, de Rodrigo Cortés, y Última llamada, de Joel Schumacher, pero por desgracia no consigue transmitir la tensión y el peligro asfixiantes de estas dos películas. En ningún momento el espectador teme por Joe, nuestro protagonista, ya que está cómodamente instalado en su centro de llamadas, pero tampoco teme demasiado por las personas que llaman a su teléfono, a pesar de lo grave que es la situación que él descubre, y eso es grave, sobre todo en una película que apenas llega a la hora y media. Por otro lado, una duración excelente para una historia de estas características.
Sin embargo, la experiencia es pese a todo satisfactoria, gracias al entretenimiento que sin duda proporciona, a la realización llena de pulso y nervio por parte de Fuqua (un realizador que cuenta en su haber con cintas de lo más interesantes, como Training Day, el injustamente ninguneado remake de Los siete magníficos, o El rey Arturo, que especialmente en su versión del director es una cinta casi magistral), y muy especialmente a la interpretación de Jake Gyllenhaal. El protagonista de Brokeback Mountain es uno de esos intérpretes que hacen fácil lo difícil, y que siempre, siempre elevan la calidad de la película, incluso en aquellos casos en que el material original no está al nivel de su talento. En esta ocasión, además, con un plus de dificultad añadido, porque toda la historia y la tensión (poca o mucha, da igual) se viven a través de sus ojos, su respiración, sus silencios, sus lágrimas y su dolor, y por suerte para el espectador Gyllenhaal está, como de costumbre, extraordinario (atención a su primer plano final, y a la decisión que toma, y cómo se combina esto con los títulos de crédito, esa voz en off y la imagen de Los Angeles al anochecer. Bellísimo plano).
Una película no excelente, no para ver una y otra vez, pero sí interesante y con un protagonista monumental.

Lo mejor: Lo entretenida que resulta, la dirección de Antoine Fuqua y la interpretación de Jake Gyllenhaal.
Lo peor: Tendría que ser mucho, muchísimo más tensa.