Cuando ya te llamas Roman Polansky, tienes un nombre y cierto prestigio, pierdes los escrúpulos, te vuelves exacto y metódico en tu trabajo. La racionalidad de tu empresa te lleva a hacer números.

Haces cuentas y piensas: "Bueno puedo trabajar en esta birria de película, le pongo una banda sonora que acongoje un poco, me compráis a algún actor así teatrero, que dé el pego, que tenga cartel y eso. Mi nombre y una peli sobre demonios y sectas secretas y pasta para el bolsillo. ! Todos salimos ganando!"

De la misma manera que los personajes de esta película se dirigen inexorablemente hacía el camino del mal, de la misma manera que el capricho y la ambición les hacen cometer injurias, este director intenta aprovecharse de su nombre.

Pensemos un poco, espectadores ideales, ¿No es Polansky inteligente? ¿No sabe distinguir entre una buena historia y un cuento de viejas? Pues no nos dejemos embaucar por aquellos que tienen el talento de convertir su marca en sinónimo de calidad y lo terminan convirtiendo en antónimo de honestidad.

Blindness narra la historia de un director de cine ciego que encuentra por casualidad un libro de José Saramago y decide hacer con él una película. Sus amigos más cercanos le advierten de que ciego y sin poder leer el libro su empresa parecía casi imposible, pero el director de cine no parecía rendirse ante nada. Finalmente consiguió lo que quería. Actualmente millones de fans del escritor lloran el resultado y buscan en Wikipedia la dirección de Fernando Meirelles para darle una paliza.

Ensayo sobre la ceguera es uno de los libros que mejor representan no sólo el lado más malo del hombre, sino su lado más solidario y único. Es un libro que hablando sobre la ceguera es capaz de generar las imágenes más visuales que creo que he tenido el placer de gozar dentro de un libro. El día que nosotros los que leemos, vimos anunciada una película sobre esta obra de Saramago no nos lo podíamos creer. Todos fantaseábamos con algo así, las ilusiones eran demasiado grandes y pronto cayeron completamente abatidas. El sueño se quedó en eso, solo un sueño.

Aun así y todo la película merece la atención de un público poco exigente y con tiempo libre. Si no fuera por todo lo que yo quería que fuese y que no llegó a ser, y por el rencor de la blasfemia cometida, seguramente no fuera tan crítico con ella, y es que al verla (quitando del final, alejado completamente de lo que me transmitió el libro) no me mostraba disgustado, yo estaba atento como los demás, mirando pero sin sentir, disfrutando pero sin gozar. Por eso, la mantengo como película que se puede ver, y que animo a ver sólo porque sigue el libro con fidelidad (excepto el final y algunos detalles) pero sin sentimiento.

Una película que debía aterrar y avergonzar al público, una película que necesitaba más suciedad, más vileza, más rencor, odio, sangre, egoísmo, más imágenes viscerales de cuerpos mutilados, más lágrimas, más vómitos, y todo esto no porque sea un sádico, sino porque se está representando la verdadera cara del hombre. No me gusta ver el sufrimiento (como a cualquiera) pero hay ocasiones que "se tiene" que ver. Que "debemos" atrevernos a ver. Esta es una de esas ocasiones. "Ensayo sobre la ceguera" habla de personas que se vuelven ciegas, pero no porque "dejen" de ver, sino porque hacía tiempo que habían dejado de "querer" ver.

"El último exorcismo" juega con la ambigüedad de ser o no ser una película de demonios, para los aficionados del cine de terror lo que verán aquí les parecerá insuficiente, para los otros.... bueno con ese título nadie creería que no fuera una película de demonios.

Sorprende en su planteamiento, y la sorpresa es bien recibida, con un actor principal (patrick fabian) que rápidamente se hace con el control de la atención del espectador, y la nueva redirección de la acción, que en vez de pretender asustar simplemente al espectador lo introduce poco a poco en un clímax desconocido para el espectador asustadizo. !Los actores están constantemente hablando, pensando y viviendo el miedo! Hablan, se mueven, toman decisiones, se asustan, rezan, blasfeman, suben y bajan, pero con dignidad y fuerza. Se enfrentan a algo desconocido en igualdad de condiciones.

Vale, de cuando en cuando te llevas algún susto, pero el enemigo no es omnipresente y todopoderoso, los actores no lloran constantemente y mueren poco a poco, esta película no sigue el recorrido habitual, y eso es de agradecer, "El último exorcismo" intentará conseguir con sus armas una sensación de congoja e intriga, y a mi parecer lo conseguirá con creces.

Para los amantes de las películas de miedo "El último exorcismo" satisfará apetitos desconocidos, puede que no te sacie del todo, pero !Demonios" por lo menos no habrás perdido el tiempo.

Hay algo oculto detrás de esta mascarada de balas y viajes en el tiempo, pero con la frenética sucesión de escenas y de imágenes, de ruido y de música caemos rapidamente en una espesa niebla. Su magia reside en una profunda atención que envuelve al espectador, el cual, sólo hace que preguntarse ¿Pero qué? El espectador ata y desata nudos, trata de salir del laberinto, pero el laberinto es mucho más sencillo nos dice al final Rian Johnson, el meollo de la cuestión tiene un cáracter moral no lógico. La ciencia ficcion, la estética futurista, el universo creado son una maravilla de excusa artística, el problema es universalmente nuestro. El entramado lógico de venires y desvenires es una densa nube que desaparece poco a poco, y aunque podíamos estar agusto en esa nube, nos gusta a todos más la claridad y el calor del naranja sol, esa luz final que penetra finalmente en nosotros es la verdadera recompensa de haber confiado en el joven director.

Lo verdaderamente satisfactorio de Looper, es el nacimiento de un nuevo gran director, que con grandes carencias (del todo perdonables) en una de sus primeras películas ("el chico" aún está empezando) ha conseguido crear una delicia vertiginosa primero y segundo, ha sabido introducir un mensaje moral a su obra (los que quieran saber el mensaje del que hablo les recomiendo que vean la película, no hablaré de lo acertado o no del planteamiento moral, sino simplemente recalcaré que lo hay, lo cual para el cine actual desprovisto en su mayoría de un mensaje, es un alivio encontrar directores que doten de sus obras de un sentido).

Para los quisiquillosos, e insaciables detractores de Rian Johnson (que siempre encuentran incongruencias en todo) a mi también me ha parecido una película con las suficientes faltas lógicas (faltas también de verosimilitud), deficiencias en los diálogos, bostezos en largas escenas, limitada interpretación por parte de Bruce Willis y Gordon-Levitt, y carencias estéticas en el contexto futurista. Suficiente todo a ello para decir y repetir "no es perfecta", no obstante, bueno démosle por ahora la bienvenida al mundo del cine, y en unos años ya podremos quejarnos algo más, con algo más de razón.

"Lo imposible" es una película mala, o peor, es una película mala disfrazada de buena película. Para los incautos "lo imposible" será un deleite visual (porque su belleza técnica está ciertamente lograda), incluso para aquellos avispados la película les dejará un buen sabor de boca, les emocionará seguro, algún sensiblero soltará una lagrimita, otros gritarán, !ahí viene otra ola, cuidado! Todos creerán ser presa de la catástrofe y la empatía será instantánea. El dolor de los protagonistas (genial, ya que tengo que reconocer la desazón que crea en nuestros cuerpos los momentos tensos, muy bien logrados) será por un momento nuestro dolor.

Y es que lo que convierte "lo imposible" en una mala película, no es una pretensión frustrada del director, es la misma intención del director conseguida, y con esta intención hay que ser críticos. El enfoque con el que vemos el tsunami y su fuerza arrolladora es completamente insuficiente y partidista, la atención emotiva de la película se centra en un grupo reducidos de personas, no hay verdadera "humanidad" no hay pretensiones de universalidad, la bondad y la generosidad se convierten en detalles esporádicos Creo que cuando se narra una aventura de dichas características, es necio y vil centrarse en uno mismo, o por lo menos dejar pasar por alto la oportunidad de contar una historia más universal, más generosa con el hecho. ¿Dónde quedan los héroes anónimos de esos días? ¿Por qué no son aquí retratados?

La deficiencia de esta película se encuentra en la forma en la que la cámara no se desprende de la familia, del núcleo íntimo del yo, y es en ese intimismo en donde pierde fuerza la historia, deja de parecerte interesante la trama, acabas preguntándote todo el rato "¿Y qué pasa con el resto? ¿Donde queda la historia de los héroes anónimos? ¿Qué ocurre con lo que no me dejas ver? A mi verdaderamente me interesa todo lo otro. A mí verdaderamente me interesan todos los demás, todos los otros. Todas esas otras caras ocultas que ni salvamos ni queríamos salvar. Todos esos héroes anónimos que no éramos nosotros.

Uno no puede negar las cualidades de esta película, sin embargo siempre recordará más lo que no vio de ella.