He tenido que reflexionar mucho acerca de mi opinión sobre lo nuevo de Edgar Wright. Por un lado no me cabe la menor duda de que esta sea una de las películas de acción mejor dirigidas y coreografiadas jamás hechas, pero por otro lado, ciertos aspectos del guion la lastran demasiado en ciertos tramos, a lo que habría que sumarle el pésimo doblaje al español, el cual roza el ridículo. De hecho, muchos pasajes serios o sin comicidad de la película se veían inundados en carcajadas por la estupidez de la traducción y el mal trabajo de los dobladores

Pero volviendo al punto sobresaliente del filme, reitero que es una absoluta delicia de película. La dirección no solo es impecable sino que reinventa el género de acción con escenas coreografiadas al ritmo de una música muy animada. Edgar Wright en este apartado se merece todos los elogios, al igual que un reparto liderado por un Ansel Elgort fantástico y tremendamente físico cuando lo requería la película, toda una sorpresa de actuación. Más allá de este espectáculo pirotécnico de planos secuencia, derrapes imposibles y persecuciones emocionantes se encuentra una historia de amor débil, con decisiones inverosímiles que en gran parte frustran lo que podría haber sido sin lugar a dudas la mejor película de acción que se recuerde. Aún así es indispensable verla y más aún para quien no conozca a este inglés llamado Edgar Wright, porque lo que sabe hacer tras las cámaras no está al alcance de nadie