Cuando comencé a ver esta serie, me pareció algo bueno, muy bueno. Son los Soprano, pero reinventados, más macarras si aún cabe y, una filosofía de vida algo más dificil de entender.

Al principio, me pareció una gran serie. Ahora mismo, tras ver el final de la tercera temporada, ha pasado a ser una de las mejores series que he visto en vida.

Son interesantes hasta las peculiares, rudas y extrañas historias de amor que aparecen en cada una de las temporadas.

Otra vez más; imprescindible.