Pero acierta en su cometido. Entretiene como la mayoría de comedias americanas intenta sin `éxito.

Y es que la película no hace prisioneros, cualquier personaje que no sean los protagonistas, es: repulsivo, asqueroso, vomitivo o detestable. Pero coño, la película acierta, las bromas funcionan (algunas más que otras, a mi toda la parte del personaje de Meloni, no me hizo mucha gracia) pero claro también tienes al agente Palumbo, los amigos judíos que sólo quieren ver a Katie Holmes y algunos cameos (desde luego el de Neil Patrick Harris se lleva la palma).

Y es que partiendo de que la mayoría de comedias sobre road trips, suelen tener altibajos o empezar muy bien y acabar de una manera abrupta y sin sentido, la película que aquí nos ocupa no sufre de eso. Habrá bromas que gusten más o menos, pero la película se pasa rápido y todo tiene una cronología pensada (los eventos se encadenan, nada parece realmente forzado a no ser que se busque una broma, etc).

Ah y algo que a las secuelas le falla, aquí lo escatológico queda bastante secundario (si que hay cierta escena en un baño, que decepciona un poco) y apenas tiene relevancia (cosa que se agradece). La película va más allá de pedo, culo, polla, etc.

Por cierto, John Cho y Kal Penn (que supongo que en el momento del estreno no eran más que unos desconocidos) están más que atinados (sobre todo Cho).

AH, y el anuncio sobre la marihuana mata...es todo un puntazo. Una crítica a la excesiva exageración que se hace a veces al intentar mostrar precaución a los más jóvenes y que provoca más risa que concienciación.

Un acierto de película.