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Argentina Argentina · Buenos Aires
Voto de critikator:
10
Serie de TV. Acción. Thriller. Drama Serie de TV (2002-2008). 7 temporadas. 88 episodios. Serie de carácter policíaco, cuyo protagonista es el detective Vic Mackey, jefe de una unidad especial del distrito de Fargminton, en Los Ángeles, muy eficaz en su acción contra el crimen, pero que trabaja según normas y métodos tan peculiares que no excluyen procedimientos tan cuestionables como la extorsión, la tortura o el chantaje, si se consideran necesarios. (FILMAFFINITY)
9 de julio de 2023
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
En una primera aproximación, y si estuviésemos absolutamente despistados, podríamos conjeturar que The Shield es una serie que describe el día a día de una dependencia policial en la ciudad de Los Ángeles, y conformarnos con calificarla como "una serie policial más", igual a tantas otras.

Pero semejante enunciado sería extremadamente injusto y una pobrísima descripción, o directamente una manifiesta falsedad. Pues lo que se nos presenta aquí es, en realidad, un alucinante estudio acerca de la condición humana, envuelto en los ropajes de una auténtica obra maestra del cine.

Es imposible estar preparado para ver esta serie. Inevitablemente, te arrolla como un camión de 30 toneladas. Hace que, en comparación, el 99% de todas las demás series parezcan insípidas y mediocres, sin vida, dejando apenas a ese 1% de productos de gran calidad que, quizás, podrían aspirar a mirar a The Shield de igual a igual.

Es muy sencillo: el detective Vic Mackey, hombre de acción por antonomasia, es uno de los grandes personajes de la historia del cine. Capaz de alcanzar momentos de gloria, de realizar actos heroicos o de gran nobleza, de encarar desafíos imposibles y salir airoso de ellos, de mostrar envidiables dosis de energía, inteligencia y eficacia, este jefe de la fuerza de choque puede también descender a los abismos de algunas de las más deleznables conductas humanas, abrazando la manipulación inescrupulosa, la corrupción, la tortura y el asesinato, y, finalmente, la abyecta traición, logrando de este modo y con esta permanente ambigüedad, forzar al espectador a embarcarse en una implacable montaña rusa, que lo hará reflexionar y preguntarse acerca del mundo y, quizás, hasta de sí mismo.

Vic Mackey, brillantemente interpretado por Michael Chiklis, es el abismo que te devuelve la mirada, mientras arrastra a todos, personajes y espectadores, consigo.

Pero no es solo el detective Mackey, sino también todos cuantos le rodean: su familia, sus colegas Shane Vendrell, Dutch Wagenbach, Claudette Wyms, el Capitán Aceveda, y varios otros, todos ellos personajes absolutamente tridimensionales, perfectamente delineados, magistralmente escenificados. Contando la serie además, en ciertas temporadas, con participaciones de lujo como las de Glenn Close y Forest Whitaker, que enriquecen aún más este producto. Y es que absolutamente todos, hasta el último extra, están que se salen, realizando las actuaciones de sus vidas, como si se hallasen en estado de gracia bajo el hechizo de este irrepetible guión.

Un guión crudo, violento e hiperrealista, que jamás subestima al espectador, el cual debe mantenerse atento al desarrollo para no perder información alguna. Son sobresalientes el estilo documental y descarnado, el maravilloso grano en la película, la notoria ausencia de música, la manera en la cual sucesos clave o directamente impactantes son presentados casi de manera casual, sin preámbulo ni fanfarria algunos. Y a esto se suma el excelente trabajo de cámara, siendo esta una de las poquísimas ocasiones en las cuales el recurso de la cámara inestable, en mano, suma al realismo y a la inmediatez, en lugar de restar y marear al espectador.

Esta bajada a los infiernos, esta trayectoria helicoidal descendente, lenta pero inexorable, no te dejará indemne. Por el contrario, te tomará del cogote y te conducirá a uno de los finales más poderosos y conmovedores jamás filmados. Con destaque para los impresionantes arcos seguidos por Vic Mackey (¡demoledor primer plano final!) y Shane Vendrell. Sin adornos ni artilugios: esto es cine puro y duro, en su máxima expresión.

Es evidente que The Shield es una serie muy reconocida, pero debería serlo aún mucho más. Solo comparable en espíritu y calidad a Breaking Bad, se le asemeja en gran medida, es casi como su hermana mayor, precediéndola por varios años. De hecho, cuando una comenzaba su recorrido, la otra concluía el suyo. Y ahora, ambas brillan allí arriba, juntas en el firmamento.

En síntesis: una de las mejores series que se hayan filmado jamás. Absolutamente imprescindible.
critikator
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