Haz click aquí para copiar la URL
España España · Zaragoza
Voto de el chulucu:
7
Western Mason y sus cuatro hijos, Gray, Wesley, Cain y Frank, antiguos soldados del ejército confederado, asaltan un banco en el pequeño pueblo de White Rock después de haber perdido su granja en la guerra. En pleno atraco y creyendo oír un clic sospechoso, Wesley se gira rápidamente y dispara mortalmente a un niño de nueve años que jugaba con una pistola de juguete. John y Nora Willoughby, los padres de la criatura, reaccionan de manera muy diferente. (FILMAFFINITY) [+]
7 de enero de 2015
12 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Terminada la guerra de Secesión, un grupo de confederados (Gray Mason y sus tres hijos, más un íntimo amigo de la familia) se detiene en una ciudad para aprovisionarse de agua. El pequeño Peety, que juega con sus pistolas de juguete, amenaza por la espalda a dos de ellos, por lo que recibe un disparo que le deja malherido. Los confederados huyen de la ciudad pero, horas más tarde, el hijo pequeño de Gray decide regresar al lugar de los hechos para saber que ha sido del muchacho malherido.
Austero western de Alfred L. Werker que brilla precisamente por eso, por su sequedad, su falta de ornamento, de artificio. Werker nos muestra los hechos -que recibimos como un latigazo- y se aleja como alma que lleva el diablo. ¡La decisión es suya! grita al espectador. Inclínese usted a un lado u otro: fatalidad, remordimiento, odio, venganza, perdón... Pero claro, nos lo pone muy difícil en esta historia de perdedores. Más que nunca me venía a la cabeza aquella frase: "Tal vez Dios no quiere de nosotros vencedores sino luchadores". Al final no queda más remedio que luchar; indigna y cobardemente como hace Wesley o resignada y valientemente como hace Lorna. Por cierto, insuperable Ruth Roman.
el chulucu
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow