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Voto de Ferdydurke:
3
4,9
2.683
Comedia
Claude y Marie Verneuil, que pasaron un mal rato cuando tuvieron que hacerse a la idea de que sus cuatro hijas se casaban con maridos de origen extranjero, aunque acabaron aceptándolo, atraviesan de nuevo una crisis. Los cuatro yernos, Rachid, David, Chao y Charles, han decidido irse de Francia por motivos distintos. Los Verneuil se ven ya viviendo en el extranjero...
9 de febrero de 2022
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Terrorífica película. Ni el Mein Kampf de Hitler o El triunfo de la voluntad de Riefenstahl, ni las obras completas del/sobre el Ku Klux Klan o el Opus Dei, ni Los protocolos de los sabios de Sión o la Santa Inquisición llegaron o se atrevieron a tanto, ni en Saló/Salou con sus ciento veinte y la madre jornadas de sodomía y mucha gomorra pudieron con ello, primo. Qué miedo que yo tengo.
Xenofobia, transfobia, homofobia, logofobia, heliogábalo, logopedia, wikipedia, racista, machista, fascista, peronista, di no la bencedrina, no budista, poco contrita, cateta, atea, mostrenca, absenta, aterradora y astrazeneca me pone tope, marranadas, ántrax, azabache, Malinche, Malinowski, probiquini, situacionista y antisituacionista, políglota, label, llena de odio a todo lo existente o dado, además de, por supuesto, a lo diferente, al musulmán y al talibán por igual o ejemplo, esa pobre gente, al chino o amarillo, nunca Charlie o Ho Chi Minh, a todos los colores claro, me uno, ni hablar del arcoíris, con especial inquina o saña, espuma por la boca, nihilista, (clase) turista, de milena y no de otra milenarista, a la vida y a la comida y a la muerte, al amor y al poliamor, a las/os cruces de (los) caminos y a las rotondas oscuras, a los curas y las monjas, a las series de televisión, a la arquitectura, al mundo entero y, lo peor de todo, una autocrítica satírica y muy bestia, feroz, ostentosa portentosa y obsesiva obstetricia, rechazo a bocajarro de la propia patria o matria, sin ninguna media ni medida, vitriolo, qué fue de Vitolo, qué engendro, dios mío.
Denigra/humilla/fustiga a mala idea a los negros, a los actores, a los bebés, a Otelo, a las galas, los galos y las galias, malditos franchutes o gabachos, a los suegros y los yernos o abuelos, un dolor de huevos, al gran dinero, a los nativos o indígenas o lugareños u oriundos y a los foráneos o extraterrados o extraterrestres o extranjeros, a los viñedos, a los marfileños y a los albinos o lechuguinos, a las lesbianas, Barbra Streisand, Shanghái, Bombay-Hawái son dos paraísos, Pepsi Cola, contra los viticultores y los teatreros y los banqueros a los que desacredita o descabalga de un tiro, la Iglesia, el lechero, el hebreo, el babuino, todo en uno, no queda títere con cabeza en esta obra tan salvaje y reaccionaria, vale, tremenda, se me eriza el cabello, un escalofrío me recorre el cuerpo, espina bífida.
Constato el hecho, no hago otra jodida cosa, el horror, esta película es una ganga cara, ni la prima de Neymar tanto al abismo de la perdición se lanzaría, ni los macarras se roban siquiera entre ellos, se respetan un poco, esto es vade retro, me niego, yo no lo apoyo, en la próxima me bajo, ya lo dejo, y digo, de paso, con garbo, tanto, que aplaudo con una sola mano la actitud escandalizada, con toda la razón del mundo, se quedan cortos, es una creación satánica cuñada, de mis colegas los críticos profesionales de películas, no otra cosa, a los que tanto envidio y admiro, les apoyo en su causa, yo también cojo la antorcha, vamos a por ellos todos juntos, a quemarlos en la hoguera, este material de derribo fílmico, esta catedral del oprobio preñada de delito de odio y a sus máximos responsables y colaboradores o simplemente participantes en el aquelarre aberrante con todo ello, los temo, punto de encuentro, qué vergüenza, me inmolo y me holocausto, me escapo del mundo, alabastro, esto ya es demasiado, hasta los tontos tienen un límite, ha sido sobradamente sobrepasado, me supera con creces, no aguanto gaunajuato ni un más minuto, me saturo, exploto, fluctúo, cuánto lo siento, no volverá a pasar nunca, paideia, mayéutica, me apiado, a tomar por saco.
Xenofobia, transfobia, homofobia, logofobia, heliogábalo, logopedia, wikipedia, racista, machista, fascista, peronista, di no la bencedrina, no budista, poco contrita, cateta, atea, mostrenca, absenta, aterradora y astrazeneca me pone tope, marranadas, ántrax, azabache, Malinche, Malinowski, probiquini, situacionista y antisituacionista, políglota, label, llena de odio a todo lo existente o dado, además de, por supuesto, a lo diferente, al musulmán y al talibán por igual o ejemplo, esa pobre gente, al chino o amarillo, nunca Charlie o Ho Chi Minh, a todos los colores claro, me uno, ni hablar del arcoíris, con especial inquina o saña, espuma por la boca, nihilista, (clase) turista, de milena y no de otra milenarista, a la vida y a la comida y a la muerte, al amor y al poliamor, a las/os cruces de (los) caminos y a las rotondas oscuras, a los curas y las monjas, a las series de televisión, a la arquitectura, al mundo entero y, lo peor de todo, una autocrítica satírica y muy bestia, feroz, ostentosa portentosa y obsesiva obstetricia, rechazo a bocajarro de la propia patria o matria, sin ninguna media ni medida, vitriolo, qué fue de Vitolo, qué engendro, dios mío.
Denigra/humilla/fustiga a mala idea a los negros, a los actores, a los bebés, a Otelo, a las galas, los galos y las galias, malditos franchutes o gabachos, a los suegros y los yernos o abuelos, un dolor de huevos, al gran dinero, a los nativos o indígenas o lugareños u oriundos y a los foráneos o extraterrados o extraterrestres o extranjeros, a los viñedos, a los marfileños y a los albinos o lechuguinos, a las lesbianas, Barbra Streisand, Shanghái, Bombay-Hawái son dos paraísos, Pepsi Cola, contra los viticultores y los teatreros y los banqueros a los que desacredita o descabalga de un tiro, la Iglesia, el lechero, el hebreo, el babuino, todo en uno, no queda títere con cabeza en esta obra tan salvaje y reaccionaria, vale, tremenda, se me eriza el cabello, un escalofrío me recorre el cuerpo, espina bífida.
Constato el hecho, no hago otra jodida cosa, el horror, esta película es una ganga cara, ni la prima de Neymar tanto al abismo de la perdición se lanzaría, ni los macarras se roban siquiera entre ellos, se respetan un poco, esto es vade retro, me niego, yo no lo apoyo, en la próxima me bajo, ya lo dejo, y digo, de paso, con garbo, tanto, que aplaudo con una sola mano la actitud escandalizada, con toda la razón del mundo, se quedan cortos, es una creación satánica cuñada, de mis colegas los críticos profesionales de películas, no otra cosa, a los que tanto envidio y admiro, les apoyo en su causa, yo también cojo la antorcha, vamos a por ellos todos juntos, a quemarlos en la hoguera, este material de derribo fílmico, esta catedral del oprobio preñada de delito de odio y a sus máximos responsables y colaboradores o simplemente participantes en el aquelarre aberrante con todo ello, los temo, punto de encuentro, qué vergüenza, me inmolo y me holocausto, me escapo del mundo, alabastro, esto ya es demasiado, hasta los tontos tienen un límite, ha sido sobradamente sobrepasado, me supera con creces, no aguanto gaunajuato ni un más minuto, me saturo, exploto, fluctúo, cuánto lo siento, no volverá a pasar nunca, paideia, mayéutica, me apiado, a tomar por saco.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Tiene diez o doce buenos chistes y empieza mejor que acaba, Christian Clavier es simpático y la mujer tampoco lo hace nada mal, las hijas son un poco floreros y los chavales igual o parecido, de calendario, todo es tonto y banal y llevadero, un homenaje a sí mismos, a la santa casa, me canto, a los bleus, gol de Zidane en la final del mundial, repetido, de cabeza al triunfo.
Yo, como Fernando Trueba, debería haber nacido en Francia, allí seguro que me entenderían y me cuidarían como me merezco, oro en paño, me agasajarían a modo, a todo trapo, sería condecorado con la legión de honor, me encumbrarían a lo más alto, un baluarte de las letras, me sacarían brillo y partido como a un limón feliz y exprimido, limoncello, el último representante de una tradición egregia y sagrada, a toque de pito, vivo.
Yo, como Fernando Trueba, debería haber nacido en Francia, allí seguro que me entenderían y me cuidarían como me merezco, oro en paño, me agasajarían a modo, a todo trapo, sería condecorado con la legión de honor, me encumbrarían a lo más alto, un baluarte de las letras, me sacarían brillo y partido como a un limón feliz y exprimido, limoncello, el último representante de una tradición egregia y sagrada, a toque de pito, vivo.