En un momento del tiempo con buenas cintas de acción Michael Mann tuvo el lujo de dirigir a sendos actores en una película coherente de intrigas, policías y ladrones con un plus más que interesante de humanidad.

Sentando precedentes y reviviendo el género a la vieja usanza, “Heat” (1995) es un film que generó fanáticos en ciertos segmentos, algo así como también lo hizo “Point break” (1991) con los más jóvenes, siempre en la lógica de los bandidos y los héroes policíacos.

En esta pasada, Mann se saca los guantes mostrando igualmente las miserias personales de los protagónicos y se toma el tiempo (171 minutos) para destilar lo mejor de la cadencia actoral de dos grandes, Al Pacino y Robert de Niro, que son la cumbre de esta obra y cuentan con secundarios de lujo.

Meticulosamente, el entramado de la cinta comienza con gente que no tiene nada que perder pero luego toma peso y va extendiendo las ramificaciones de forma segura y sin dejar lugar al azar, algo que se extraña tanto en la actualidad con un saco inagotable de películas del género que parecen un chiste comparadas con el trabajo que queda en evidencia tras cada cuadro de “Heat”.

No es casual que se pueda criticar además de su duración, la curva descendente que culmina de modo algo desprolijo en el final y es que al elevar las expectativas con un trabajo tan densamente calculado, ciertos hechos decisivos parecen haber sido poco elaborados para estar a la altura del resto.

En resumen una gran película de policías y ladrones, largometraje, a la antigua, referente para los amantes del cine pero como buen clásico corre el riesgo de no ser leída igualmente por todos cuando los tiempos que corren con bastante más vulgares, desechables y comerciales.

Recomendación:
Buena. Una que hay que ver por obligación por múltiples razones que justifican el tiempo invertido.

=Cité de Lord Buyinski= www.buyinski.wordpress.com