Aunque el guion de Walton tiene un montón de agujeros y es una cinta un poco coñazo se salva cuando se va acercando el final. En general es tan ochentero que no puedes dejar de cogerle algo de cariño. Los efectos especiales a mí si me gustaron, jolín, no tenían mucho donde escoger por aquellos maravillosos años y el maquillaje está genial. Los actores son pésimos, pero se les perdona; también son terribles en la mítica Viernes 13 que se las trajo y sin embargo la adoramos. Pero eran años especiales, donde todo podía pasar. Las películas de terror se reforzaron con historias originales en esta época y al final recuerdas con añoranza tanto las cintas buenas aunque con poco presupuesto como 'La matanza de Texas' y estas excentricidades maluchas.

Allá por los 90', cuando era niña, veía sin permiso todos estos films y me daban muchísimo miedo. Me traen muy buenos recuerdos estos clásicos setenteros y ochenteros que luego mejoraría a partir del 2000 y que más tarde volverían a estropear.

Lo mejor es que todos duran una escasa hora y media así que es difícil aburrirse mucho y normalmente te echas unas risas.

Hay quien ha dicho algo sobre meter comedia en el terror. Bueno chavales, la gracia del subgénero slasher es esa, meter puntazos de humor, con tetas (aquí no veréis ni una, lo siento), con chicos sin neuronas pero sí con muchas hormonas y correr medio desnudos por bosques, lagos o casas hasta que uno sobrevive. Con guiones cada vez más absurdos y sin sentido ¿o es que no habéis visto todas las locuras de Viernes 13? Esto no es terror puro como la original de la 'Matanza de Texas.