Black Mirror: Cállate y baila (TV)

Sí, yo también vivo con el miedo de que me espíen y esas cosas, pero no se me hubiera ocurrido que me pudiera pasar, es muy "Black Mirror".

Interesante capítulo en el que nada es lo que parece, e iremos descubriendo los secretos de los personajes con una brutal actuación tanto de Jerome Flynn como de Alex Lawther, que se ponen en la piel de sus personajes.

¿Cuál es nuestro límite? ¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar por proteger nuestra privacidad y acciones?

Este episodio va sobre la influencia, el poder que pueden llegar a tener "hackers", personas sin escrúpulos y que pueden robar una información con la cual pueden aprovecharse de personas normales las cuales tienen cosas que ocultar.
Este episodio nos debe hacer reflexiónar, sobre uno de los peligros de las nuevas tecnologías. Y ante esto solo puedes pensar en que no te toque pasar a ti esto, sufrirlo y estar a merced de gente sin escrúpulos. Un placer.

Que estamos totalmente expuestos en internet es una realidad que hace ya tiempo muchos de nosotros ya tenemos asumida. Es por eso que es extraño ver en un capítulo de Black Mirror un mensaje para nada profético, casi caduco en cuanto a novedad, pero no por ello innecesario; este capítulo es interesante si uno no conoce las vicisitudes de internet, o si se trata de un advenedizo o alguien no muy ducho en estas lides. En ese caso es un capítulo interesante, aleccionador y que da que pensar. Por muy bien que James Watkins sepa sostener el ritmo, por muy excelentes que sean las actuaciones de Alex Lawther y Jerome Flynn y, repito, por muy potente que sea el mensaje que nos quiere transmitir Brooker, lo de tapar la cámara del portátil ya lo hacíamos cinco años atrás. Lo de ser conscientes de que pueden “cazarnos” consultando páginas porno o chateando con una prostituta es una circunstancia que ya tenemos integrada en nuestra mentalidad. O al menos un amplio sector de los que ya llevan tiempo en internet. Por otro lado, también sabemos que a través de internet es la manera más sencilla –si se sabe cómo- para llegar más rápidamente a la intimidad de alguien (porque consciente o inconscientemente volcamos demasiado de nosotros en la red) y usarlo para beneficio propio o, simplemente, para pasar un “buen” rato a costa de los más oscuros secretos de otros. Es, pues, el que ofrece la idea menos novedosa del corpus blackmirroriano.

Además, Cállate y baila funciona muy bien como thriller y conserva una de las tónicas generales de la serie: el no ser capaz de saber cómo acabará todo. ¿Se salvarán realmente? ¿En qué acabará todo en caso contrario? Algo que se agradece cuando estamos rodeados de producciones mucho más evidentes.

@Cinergicos

Como ya nos tiene acostumbrados Carlitos Brooks vuelve a poner en escena uno de sus guiones donde todo pasa porque si, nada más por conveniencia del mismo. Alguien puede creer realmente que un tipo va a arriesgarse a asaltar un banco o ser cómplice de un homicidio solo para ocultar una infidelidad?. Pésima elección de casting del protagonista. Debería haber sido (o parecido más grande). Con ese aspecto de niño, la trama carece de sentido. Por otra parte, los anonymous que arman todo el "juego" son ubicuos?, como hacen para saber lo que hacen y lo que van a hacer todas y cada una de sus víctimas?. Son los más poderosos del planeta o nosotros somos tan tontos que nos dejamos embaucar nuevamente por el Sr. Brooks?. Algo que me falto: el copy paste al que es tan afecto Brooks en este caso corresponde con "El Juego" (David Fincher, 1997) donde un ejecutivo interpretado por Michael Douglas participa sin saberlo en un "juego" donde igual que aqui lo obligan a tomar acciones descabelladas.