Frozen 2

En 2013 llegó a nosotros el clásico de Disney más exitoso hasta el momento; “Frozen: El Reino del Hielo”.
La película; el clásico número 53 de la franquicia “Clásicos Disney”, resultó en un rotundo éxito de crítica y público gracias a su buen manejo de la animación y unos muy carismáticos personajes.

Hasta ahí perfecto, ahora; de ahí a decir que es lo mejor que ha traído Disney en los más de ochenta años que llevan trayéndonos su mejor cine, su peor cine y algunas películas que podría decirse que pasaron sin pena ni gloria.
En ése sentido, el clásico número 53 pasó por las mejores y las peores críticas. Fue una cinta que pasó de ser muy amada a ser muy odiada.
Básicamente lo mismo que le sucedió a Warner Bros un año antes con el estreno de “El caballero oscuro: La leyenda renace”.
Prácticamente “Frozen” pasó de ser considerada una obra cumbre de la animación a ser vista como la película más sobrevalorada jamás realizada. Lo más importante es que a muchos niños y muchas niñas de todo el mundo les encantó “Frozen”, y un detalle más crucial; dio un gran margen de beneficios tanto en taquilla como a nivel de merchandising, por lo que Disney no tardaría mucho en ponerse manos a la obra con la secuela. Sin embargo, para mi sorpresa y la de muchos otros, la secuela se hizo de rogar y no fue hasta seis años después que “Frozen II” llegó a nosotros.
Por lo que podría decirse que la segunda parte llegó en un momento en el que ya se había pasado la “fiebre Frozen” y el mundo ya no necesitaba más material de las aventuras de la Reina de Arendelle y su hermana.
Es cierto que ésa película llevaba años generando hype, y hasta existieron varias peticiones a lo largo y ancho de internet solicitando e incluso exigiendo que Elsa de Arendelle se diese a conocer como el primer personaje abiertamente homosexual en un clásico Disney.

Dejando de lado éstas teorías que tienen tanta popularidad en internet, “Frozen II” llegó a los cines en 2019, y honestamente, pienso que tardó demasiado en llegar, por lo que puedo afirmar sin ningún temor que estamos ante una buena película.
Una cinta más que correcta sin mayor pretensión que entretener al público objetivo; uno de los aspectos más elogiables de “Frozen II” es el hecho de que desde el inicio se nos presenta como una obra diferente a su predecesora; detalle fundamental para que la secuela funcione. Por supuesto; el apartado visual y sonoro son absolutamente impecables.
Con respecto a su predecesora, el relato se torna oscuro, y sin duda puede notarse que los personajes avanzan y evolucionan. Especialmente Elsa y Anna.
A Kristoff prácticamente se le podría apartar de la película y el resultado prácticamente no variaría si no fuera por una acción heroica del final.
No me atrevería a decir que la “Frozen II” no entiende a la aventura que la precedió, el problema es que por momentos siento que se aleja demasiado del espíritu de la misma y pierde el norte en algunos aspectos.
No se pueden negar que ésto la convierte en una obra valiente y distinta a “Frozen”. Es una aventura más adulta, aunque éso la hace para mi gusto más grave y oscura de lo esperado. Lo malo es que toda esa oscuridad cae en el mayor de los sacos rotos; porque éste clásico Disney no juega en la misma línea que otros más tenebrosos como “Tod y Toby” o “El jorobado de Nôtre Dame”.
Tenemos de nuevo buenas canciones y en ningún momento han recurrido a la tentación de reutilizar canciones de la anterior, especialmente cuando lo más obvio habría sido introducir “Let it go” en alguna escena,

Agradezco mucho el tratamiento de Elsa y Anna aunque no haya grandes cambios por su parte más allá de su función en la trama.
También apruebo el hecho de que no fotocopiasen la primera parte al más puro estilo de “Star Wars: El Despertar de la Fuerza” o “Alien: Covenant”.
Desde luego puede permanecer con la cabeza bien alta entre los Clásicos Disney y ni caerá al abismo de secuelas como “Pocahontas II”, “Mulán 2”, “La Sirenita II” o “El jorobado de Nôtre Dame 2”, por lo que perfectamente puedo recomendar “Frozen II” para ver en familia, especialmente en éstos días, por lo que con toda tranquilidad le puedo conceder tranquilamente una calificación de 7 sobre 10.

Me encantó la primera pero frozen 2 es aún más mágica en términos generales, tanto por su vestuario como por sus espectaculares efectos visuales y la insuperable animación disney. No la he puesto un 10 porque aunque las canciones de la 2 son preciosas sueltalo es insuperable .Viva la magia de Disney.Como siempre al final de los créditos hay una pequeña sorpresa .

Frozen ll es una película más madura y oscura que la primera película. Sin embargo esto no significa que sea peor, es más, hace que tenga una trama más compleja, más interesante y más hipnotizadora que hace que no pestañees para no perderte ningún detalle. Es cierto que la introducción al desarrollo de la historia es bastante corta (en 5-10 minutos ya empiezan los problemas) y te deja con ganas de saber un poco más de la vida "normal" que llevan los protagonistas. Los protagonistas van cambiar en el bosque, mientras buscan respuestas sobre el pasado desconocido de Elsa y sus poderes y de sus padres fallecidos. En cuanto a la música y canciones son simplemente increíbles (aunque la canción que canta Kristoff no me pega mucho). Le da esos momentos de epicidad, drama, tristeza y éxtasis que hacen que te sumerjas en la película. Y a mi parecer Disney nos ha estado presentando durante varios meses la canción "Mucho más allá" como el nuevo "Suéltalo", cuando en realidad la digna sucesora es "Muéstrate" (que tiene una de las mejores escenas culminantes de disney). Y en cuanto a la animación qué le voy a decir, no podía estar mejor hecha. El agua (las olas, el río), los movimientos naturales rápidos de los personsjes, las expresiones de la cara, el bosque (parece una foto)... Simplemente genial. Conclusión: es una gran película para ver en familia, aunque a los más peques les puede costar entender algunas partes de la peli. Estoy seguro de que se convertirá en un clásico que enseñaremos a nuestros hijos con afecto al recordar lo buena que es esta película. Si no gana el Óscar a mejor animación, mejor canción o mejor banda sonora original me voy de este planeta.

Después del disfrute de la primera parte esperaba algo más que lo que nos hemos encontrado.
Le falta sorpresa, chispa y frescura. Lo muy previsible de la mayoría de las escenas resulta empeorado con un subrayado continuo y según van avanzando los minutos, empalagante.
Para mí lo mejor, tres de las canciones entre ellas las que canta David Bisbal.

*Cuál quiere que le cante?

Frozen 2 es imperativamente un producto que confía plenamente en su merchandising, en todas las múltiples derivaciones que puede abarcar y sobre todo en su adaptabilidad a ser, como su predecesora, un producto multi propósito: cine, Home entertainment, videojuegos, libros y revistas, serie de t.v. y toda la mercancía que eso pueda generar, pero además una trama que puede ser obra de teatro musical… y se llena de más canciones.

Kristen Anderson-Lopez y Robert Lopez regresan como los letristas de las (Muchas, muchísimas! canciones) pero… no hay un top hit instantáneo, no hay un “Let it go” (aunque se hace una muy buena referencia) existen números musicales de despliegue de producción con suficiente humor integrado como el de Olaf y el de Kristoff, pero pasado el momento no quedan las letras de la canción revoloteando en la cabeza, como el cántico del empoderamiento que fue “Let It Go”

La versión en inglés posee todo el sello y carácter de las grandes obras de Broadway porque tiene en sus protagónicos a verdaderas estrellas del teatro musical Estadounidense: Kristen Bell, Josh Gad e Idina Menzel, la leyenda detrás de ellos como figuras en el mundo del musical es suficiente para desear escucharlos.

*La impronta moral

Si hay un leitmotiv en la trama de Frozen 2 es la afirmación de que “se debe dar el siguiente paso correcto” y se lleva a la práctica empoderando a Elsa y al mismo tiempo, dándole un destino diferente. Por ello como reflejo y no por sus propios méritos, el destino de Anna y Kristoff se ajusta a un nuevo planteamiento.

Lo siguiente es poner en el radar de los niños un tema controversial: la convivencia entre naciones y la presencia de la guerra, que atraerá una niebla de culpa sobre los participantes en la disputa, hasta que no se presente la adecuada redención de los hechos. La duda es si ese mensaje llegará a los pequeños o si simplemente pasarán de él.

*Viene el Invierno… pero no aún

Dadas las condiciones asociativas en el hemisferio norte de que la nieve es un síntoma de la navidad, Frozen podría catalogarse como Blockbuster navideño, pero en realidad, poco tiene que ver con el tema. Así que, en esta ocasión, los directores Jennifer Lee (que también es guionista) y Chris Buck, deciden trasladarse al otoño y tener microclimas en la trama (obvio hay nieve y hielo por Elsa y sus poderes) pero también se introducen los espíritus elementales: Aire, Tierra, Fuego y Agua para integrar a los ya conocidos tonos azules y blancos, los rojos, ocres y naranjas del bosque de Northuldra en Otoño

*Conclusiones

Frozen 2 continua la saga con una sobrecarga musical y un muy bien instrumentado objetivo, seguir los pasos de Frozen que fue un trancazo a nivel mundial. Nos da un tiempo extra con los personajes, pero poco de ellos llega a sorprendernos por algunas situaciones que arrastran debido a su arco dramático. No se aprecia un desarrollo igual y sostenido en todos y algunos conceptos de empoderamiento sugieren visiones poco deseables de los “sacrificios que se requieren si se desea empoderarse”. Sí hay crestas de humor y sentimiento, aventura y romance, pero también hay valles donde la interacción y el desarrollo de los personajes principales es muy bajo.

Técnicamente es un trabajo impecable, los manejos de texturas, colores y encuadres realmente son un acierto, pero lo que se cuenta está muy por debajo de los logros técnicos.

El desafío de llegar a lo recaudado por su primera parte (o superarlo) se ve de entrada demasiado alto y eso también hace que se ocurra preguntarse: ¿en realidad por qué desarrollar esta secuela?, ¿por seguir viviendo aventuras al lado de personajes que amamos o por romper records de taquilla y comercialización?.

El único personaje que realmente crece, interviene en su destino, evoluciona de alguna manera y tiene una tarea definida es Elsa, y los peligros que debe afrontar para lograr su trabajo pueden sonar/parecer amenazantes, pero nunca logran concretar en realmente “hacer el mal” o “dañar”, porque son combatidos o solucionados en una manera demasiado fácil para el tamaño del problema que parecían, siguiendo los pasos de lo que podría asimilarse como un “simplemente seguir las fórmulas” aunado a una apertura demasiado grande de sub plots que hacen perder fuerza a la historia central, y a las figuras de Elsa y Anna, disipando la atención y volviendo el mensaje total no tan fácilmente descifrable para la audiencia objetivo que básicamente son niños pequeños.

Escrito por Fabian Quezada Leon