Distrito apache: El Bronx

El tema de la corrupción policiaca en el cine ha sido ampliamente abarcado, recordemos filmes como "Serpico" (1973) con Al Pacino, "Bad Lieutenant" (1992) con Harvey Keitel, "The Corruptor" (1999) con Yun-Fat Chow y Mark Wahlberg, "The Departed" (2006) con Leonardo DiCaprio, Matt Damon y Jack Nicholson y "Pride and Glory" (2008) con Edward Norton y Colin Farrell entre otros.

El bario del Bronx se compone en su gran mayoría negros y latinos (mayormente puertorriqueños), un sector duro y difícil de vivir por su alta tasa de criminalidad, drogas, desempleo y corrupción policiaca. El film es la pura realidad de los hechos de aquella oscura época de discriminación racial, social y económica.

Como dato curioso el actor Tito Goya (1951–1985), que participa en el film haciendo dos personajes, nació en la cuidad de New York de descendientes boricuas y murió a los 34 años. Vivió una vida idéntica a los personajes del film, una de desafuero y fuera de ley, él y su hermano fueron acusados de asesinato en primer grado.

El reparto de actores es de primera, el diez veces nominado al Oscar Paul Newman (1925-2008) y ganador por "The Color of Money" (1986), Edward Asner ganador de cinco "Golden Globes" por las series de televisión "Mary Tyler Moore" (1970–1977), "Rich Man, Poor Man" (1976) y "Lou Grant" (1977–1982).

Completa el reparto Ken Wahl ganador de un "Golden Globe" por la serie de televisión "Wiseguy" (1987-1990), el nominado al Oscar Danny Aiello por el film "Do the Right Thing" (1989), Rachel Ticotin conocida por los filmes "Total Recall" (1990) y "Con Air" (1997) y por último la belleza sepia Pam Grier conocida por el exitoso film "Jackie Brown" (1997). La película generó por venta de taquillas la cantidad de $65 millones.

Y lo va a ser porque en realidad yo sólo tengo interés en hablar de una cosa, y no es precisamente la película.

Bueno, venga, para disimular diré algo sobre ella. Años 70 a tope, Bronx, drogas, sexo, corrupción policial, deshumanización, miseria... En fin, más o menos va de eso. Pero todo ello queda eclipsado por la imponente figura de Dios Newman, el Hombre. Ese actor que traspasa la pantalla con su sola mirada, que se mueve como un ángel, que casi a los 60 años que tenía cuando la rodó era aún capaz de dejar sin respiración al público femenino en general y a buena parte del masculino. Ese desafío a la genética, esos ojos, esa sonrisa imposible... ese cuerrrrrpo, madre mía!

Confieso que casi no me enteré del argumento, demasiado ocupada como estaba en contener la baba y evitar el desmayo. Qué coño me importa a mí lo que pase en el Bronx si me están mirando esos ojos? Cómo puedo concentrarme en más nada? Debería estar terminantemente prohibido que en las pelis de corte social que pretenden trasladar un mensaje al espectador intervenga un actor que impide apartar la mirada de sus hechuras.

Y hasta aquí puedo contar. El resto me lo guardo para mí, que es muy íntimo y personal.

Conste que ya avisé de que iba a ser una mierda.

Creo que ví esta peli hace muchos años pero lo único que he recordado es ese personaje de Charlotte (Pam Grier) en plan de justiciera colgada, da miedo.

Me encanta Paul Newman en esta cinta, me gustó la fotografía, los cámaras de aquella época te daban amplitud, la historia está bastante bien teniendo en cuenta la fecha que data la película.

Sí creo que le faltó un poco de profundidad, tensión, emoción o sorpresa, pero se deja ver.

La película es un drama urbano y policial protagonizado por el magnífico y siempre recordado Paul Newman en el papel de Murphy, un veterano policía del peligroso Bronx de los años 70 y 80. Un film cargado de un tremendo contenido y mensaje social, en el cual se refleja desde varias perspectivas la cruda violencia policial así como el abuso de autoridad, que hace reflexionar al espectador sobre el comportamiento de la policía. El escenario son las calles mugrientas del Bronx, un hervidero de drogas, prostitución y violencia. El film me ha encantado porque refleja de forma real, aquellos años en general y los que se vivían en el barrio del Bronx en particular, tratando temas importantes seriamente y con estilo. El guión es bueno, aunque al final se desmarque de la idea principal, pero es muy interesante. La narración de la historia esta bien llevada a cabo, la fotografía de John Alcott es genial, los diálogos son excelentes y penetrantes junto a muchas escenas impactantes y dramáticas. Me ha impresionado.

Infravalorada película que en su dia interpretó un Paul Newman en horas bajas, y entre dods films judiciales tan interesantes como “Ausencia de Malicia” (Absence of Malice, 1981) de Sydney Pollack o “Veredicto Final” (The Verdict, 1984) de Sidney Lumet, que el actor interpretó soberbiamente. En cambio en ésta película de Daniel Petrie, un director formado en la televisión, debería notarse su desaliento ante un producto que debería haber sido hecho por encargo. Pero sale bastante airoso en su personaje de policía veterano, sin más aspiraciones que sobrevivir dia tras dia a las patrullas por las peligrosas calles del Bronx.
Como eje de la trama se centra el tráfico de drogas en una espiral de violencia desproporcionada que colapsa la ya de por si ajetreada comisaria del Bronx.

Sin complicarse la vida en un argumento merecedor del mejor cine policíaco (las buddy movies todavía no se habían planteado como potenciales fenómenos para la taquilla) la película funciona la mar de bien, es convincente y fluye por si sola con su absorbente intriga. Edward Asner, Danny Aiello y Pam Grier se encuentran entre los secundarios de tan movida jungla urbana.