Battlestar Galactica (Miniserie de TV)

No me considero un aficionado a la ciencia ficción ni mucho menos, aunque yo más que en los géneros me fijo en la historia que se cuenta, y la de esta serie de TV es buena a más no poder. En principio puede parecer una especie de Blade Runner con naves espaciales de por medio, pero en realidad es mucho, mucho más. Una trama elaborada con muy buenos personajes y actores que los interpretan, muy buen guión y una búsqueda de un nuevo hogar que mantiene en vilo.

Simplemente refrescante. Una vez más, el mundo de las series ofrece un producto mucho más satisfactorio que el que, últimamente, es capaz de ofrecer la industria de la gran pantalla.

Desde la humilde óptica de este poco instruido crítico, profano a detalles técnicos como lo son la fotografía o la iluminación, analizaré esta serie como relato, como historia, como novela. Como tal, el argumento parece fuertemente coherente, creíble y razonable, aspecto fundamental en la ciencia ficción que dada su dosis de “fantasía” ha de dotar a sus hijos de gran verosimilitud y cientificismo para evitar naufragios.

Los personajes me parecen lo suficientemente profundos, siempre buscando el equilibrio entre algunos más ramplones y otros de gran complejidad psicológica. Entre éstos últimos hemos de destacar al doctor Gaius, verdugo y salvador de la humanidad, egoísta y profeta, puro raciocinio y desatada locura. Digna de mención es también la teniente Starbuck, una mujer con corazón de vikingo o El comandante Adama, un líder militar homérico. Hay otros que destacar como Sharon o la presidenta, pero no quiero colgar esta crítica como spoiler.

Por último me gustaría destacar el buen hacer de los guionistas. La historia está llena de giros inesperados y dificultades más que posibles que se le pueden presentar a la nómada flota. En cada capítulo nos espera una complicación, alguna profundización en algún personaje (sin abusar de los flashback como en perdidos) y algún aforismo que podríamos rescatar para cualquier libro de citas históricas.

Battlestar Galactica es, en el sentido estricto de la expresión, toda una epopeya homérica.
Si estáis buscando una serie para pasar un buen rato; he aquí la conclusión de vuestra búsqueda.

Vean, escuchen y disfruten

Escribo esta crítica con las imágenes de robots del final de la serie aun frescas en mi mente. Con un nudo en la garganta. Creo que necesitaré distancia para analizar como se merece esta serie. Y no solo por su excelente y complejo argumento (que va desde lo épico a lo espiritual, des de la relación hombre-máquina, la aceptación del otro o el mismo sentido de la vida) no solo por la riqueza de sus personajes (que evolucionan, cambian y nos sorprenden a lo largo de las 4 temporadas de la serie interpretada por un acertadísimo casting) no solo por la excelente factura de producción y efectos especiales (que nos transporta a otro mundo, objetivo esencial en el género de la ciencia ficción). Sino porque, creo recordar, no sentía esta turbadora mezcla de emoción y pensamiento en el género de la ciencia ficción desde Blade Runner. No sé si el portentoso actor Edward James Olmos será la causa (y el nexo entre los dos films), pero la verdad es que me da la impresión de que hay mucho más, muchos elementos que hacen de Battlestar Galáctica ser mucho (muchísimo) más que un remake de su antecesora de 1978. Cuando la ciencia ficción a menudo cae en el blockbuster hiperexplosivo, en la orgia de FX, hacen falta producciones (sean series o películas) como esta Galáctica para poner el listón de nuevo muy alto, para mostrar todo el potencial de la ciencia ficción como género cinematográfico, un género que puede emocionar, estremecer, y hacer pensar a la vez. Un coctel que sin duda Esta galáctica consigue.

Entretenimiento sin parangón. Si piensas en Blade Runner, Terminator, Ray Bradbury, Star Trek, Star Wars, Matrix, Asimov, no estás equivocado.
La serie rebosa credibilidad y emoción. Tramas intensas e imágenes impactantes.
La primera temporada es una experiencia inolvidable.

Nunca olvidarás a los Cylon.

Siempre me ha fascinado la ciencia ficción y en su día comencé a ver la serie original por simple curiosidad. los Cylon (el enemigo) parecían latas de conserva, pero por lo demás no dejaba de ser mala para la época. Tras ver esta serie con un enfoque un tanto diferente y enriquecida por los efectos de que se disponen hoy día, no me queda más que opinar que me ha dejado subyagado bajo sus encantos como en su día lo hicieran otras como Stargate SG-1. Fresca, repleta de emoción con unos personajes espléndidos y con un guión impecable que engancha sin lugar a dudas. Normalmente los episodios pilotos al ser introducciones de una historia aún más compleja pierden un poco, este no es el caso de Battlestar Galactica. En mis fantasías más paranoicas, yo habitante de la decimo tercera colonia espero verlos algún día aparecer, eso sí solos. Mientras la veía me dieron ganas de decirle a los personajes de la serie, sí existimos, no perdáis la esperanza, aún os queda algo por lo que vivir.