Black Mirror: Hang the DJ (TV)

Flojo episodio, centrado en la búsqueda de la pareja perfecta, que se reduce al fornicio y poco más, en un entorno sin libros ni cine, sin ningún tipo de romanticismo, en una especie de "First dates" tecnificado, desarrollando una historia sosa, predecible con un final propio de la serie que tampoco es la repera. Decepcionante.

Todo bien hasta que llega el final. El 99,8% del capítulo es bastante bueno y construye una problemática la mar de interesante y la desarrolla de muy buena manera. Pero de repente llegan los últimos segundos (repito: LOS ÚLTIMOS SEGUNDOS) y todo lo que ha construido lo destruye.

Procedo a desarrollar en spoilers porque tela, vamos.

Es que este capítulo me ha ofendido muy mucho.

Copón.

Bueno.
Pues a mi no me parece que ni de lejos merezca una puntuación tan alta. Ni este capítulo ni la mitad de la cuarta temporada de Black Mirror.
Este capítulo no es especialmente molón en nada, la verdad. Esta bien para un ratejo pero no ha conseguido captar mi atención ni mantenerme con los puños "apretaos" como en las temporadas anteriores.
Como hay una crisis creativa tocha tocha ahora se estila estirar la teta a la vaca hasta dejarla seca y para mi este es un buen ejemplo de ello.
Ahora hablando un poquito más en serio. Creo que a la hora de escribir los guiones han pensado ... venga va, vamos a inventarios una historieta que gire en torno a cositas tecnológicas modernas y la vamos a pintar de marrón oscuro para que les de un poco de mal rollo a está gente y ale, a correr.
El año que viene jugamos otra vez, vale?

Vistos ya las seis nuevas entregas de esta imprescindible serie que es 'Black Mirror' (un gran acierto que sus "capítulos" sean en realidad minipelículas independientes y autoconclusivas), parece claro que el que nos ocupa, 'Hang the DJ', es el más destacado de esta nueva 4ª temporada, como lo fueron 'San Junípero' en la 3ª, 'Ahora mismo vuelvo' en la -mejorable- 2ª, y quizá 'Tu historia completa' en la 1ª, por muy divertido y genial que también fuera el que involucraba al primer ministro británico y un cerdo, con el que empezó todo esto.

Y lo es porque al igual que en la mencionada 'San Junípero', el creador y guionista de todos las películas, Charlie Brooker, vuelve a demostrar que la magnífica idea que tuvo con esta creación suya que es 'Black Mirror', no tiene por qué estar limitada en cuanto al género, aunque el leit motiv general sea la influencia y el uso que tecnologías avanzadísimas y -todavía- imposibles, condicionan la vida del ser humano y las sociedades en las que habitan.

'Black Mirror', efectivamente, ofrece un más amplio universo de posibilidades, donde también cabe una historia de amor tan atractiva como la que viven aquí Frank y Amy, en un mundo magníficamente diseñado, que busca la perfección y "lo ideal" hasta incluso en algo tan personal como las relaciones sentimentales de pareja, aun a costa de perderse en ese ultraperfeccionista y programado sistema conceptos como la libertad, el libre albedrío, o el encanto que tiene el aprendizaje personal tras cometer fallos y errores, los cuales confirman y dan sentido precisamente a esa misma condición humana que las distopías fascistoides y perfectas de 'Black Mirror' pretenden anular.

Gracias por tanto, una vez más, Sr. Brooker, por este estupendo entretenimiento que nos lleva regalando desde 2011, aunque tengamos que perdonarle siempre alguna entrega más flojuna como 'Metalhead', sin duda el "waldo" o "ciencia de matar" de esta 4ª temporada.

Cuando me quejaba de que los tres primeros capítulos me habían parecido flojos y repetitivos, aparece Hang the DJ. Antes de hablar del episodio en sí, me gustaría mencionar que el capítulo de la temporada anterior “San Junipero” claramente tuvo una gran influencia en este y otro de los capítulos de la temporada. El toque humanista y relativamente positivo pero ambiguo de ese capítulo, que fue mi favorito de la temporada pasada y creo que de toda la serie, se encuentra en este capítulo. Incluso el nombre del capítulo, que hace referencia al estribillo de una canción de The Smiths, “Panic”, me recuerda al éxito que tuvo la canción “Heaven is a place on earth” de San Junipero. Pero entrando al episodio en sí, que me gustó, cuenta la historia de Frank y Amy, una pareja que se conoce en un programa de citas que tiene la particularidad que pone fecha de caducidad a las relaciones de acuerdo a los datos que acumula el sistema sobre cada persona, hasta que cada uno encuentre a su persona ideal, basados en porcentaje y estadísticas. En su primer encuentro, a Frank y Amy le dan unas pocas horas, pero tiene una química instantánea, lo que los hace poco a poco plantearse la lógica del sistema. Me gusta porque el argumento está bien tratado y llevado, y en su argumento hace analogía a esos apps de relaciones y citas actuales como Tinder, Badoo, etc. Y como siempre, se extrapola la realidad y se exagera un poco, mientras realizamos varias reflexiones sobre la tecnología, sobre las relaciones, sobre el amor, sobre el sexo, el matrimonio, la pareja, la sociedad y las dinámicas sociales. Y en su arco final, mantiene el interés, y nos tiene una pequeña sorpresa reservada al final, que apela a una teoría de la “realidad simulada”, además de ofrecer un marco completamente distinto a todo lo que acabamos de ver. Me gustó mucho por todos esos aspectos, y porque pasa casi lo mismo como en San Junipero, en historias más humanas con el mismo trasfondo y esencia de la serie, que nos deja preguntas en el aire, y nos lleva a plantear nuestra propia realidad.

Reseña de la 4ta temporada:
https://asbvirtualinfo.blogspot.com.co/2018/01/especial-asb-black-mirror-season-4-netflix.html