El mundo perdido: Jurassic Park

Cansino intento para pretender seguir estrujando comercialmente la gallina de los huevos de oro que supuso la "Jurassic Park" (1993) original. Pilotando está Steven Spielberg, que con esta obra muestra claros síntomas de decadencia, de hecho a partir de "La lista de Schindler" (1993) se suceden obras menores o como mucho interesantes, pero lejos de lo mostrado en las décadas anteriores, aunque en vez de los Sam Neill y Laura Dern, el protagonismo se lo lleva un Jeff Goldblum más gris que en su predecesora y una Jualianne Moore, que me temo que interpreta a una paleontóloga un poco petarda. Claro que si le dijera a él "Sí, lo que tu digas", cómo se pondrían las feministas. El caso es que aunque no pudo medirse comercialmente con la primera, ni tampoco con el mega-super exitazo de "Titanic" (1997), se alzó con un segundo puesto en la taquilla mundial con más de 618.000 millones de dólares obtenidos.

Sin embargo la película parte de la casilla de salida con un argumento traído por los pelos, ahora hay otra isla de donde sacaban los dichosos reptiles, para acabar en un circo en el que falla la credibilidad a todos los niveles. Resulta que están rodeados de feroces y gigantescos dinosaurios y el grupo que se monta está como Pedro por su casa, ni se enteran si uno desaparece o si no. Si nos fijamos hay dos soldados, por llamarlos de alguna forma, con una bota de vino colgada al cuello, como si estuvieran en San Fermín. Encima, aunque se vean acosados, jamás usarán alguna de las muchas metralletas que llevan. Esta falta de tensión, de proximidad del peligro la mata. Si en algún momento aspiraba a ser como las de Alien con esta secuela lo que se convierte es en Godzila, a la que hace un guiño muy claro con unos japoneses correteando. Y no hablo de la niña negra, ¿pero porqué negra?, que le colocan al protagonista.

Vale, es una película de ciencia ficción, por lo tanto sabes que te vas a encontrar, pero...¿esto? menudo chorradón de película. Es que no podría destacar nada de ella, ni buenas actuaciones, ni buenas escenas, argumento pésimo, todo lo que va a pasar en la película es más predecible que las seis a las cinco y media. Por lo menos la primera parte te entretenía un poquito, esta directamente te aburre de principio a fin.

Hay alguno por ahí que dice que era dificil sacarle más ideas a la primera parte, otro dice que la primera era infinitamente mejor y esta es más aburrida...en fin, solo me cabe pensar en el concepto cinematográfico que tienen algunos... o que, simplemente hay que ver más cine.

Este trabajo es uno de los pocos de la historia del cine perfécto en su parte técnica y narrativa, no tiene un solo pero de realización (teniendo en cuenta, según algunos rumores que el Sr. Spielberg la dirigió mediante video conferencia desde Europa), no tiene un solo plano mal encuadrado y no hay errores (apreciables) en el montaje, es de una limpieza ejemplar y de un guión (dentro de su imagineria poco creible) a prueba de bombas, de hecho, cuando menos, los dialogos y situaciones parecen más auténticos y reales que en la (almohadillada) primera parte, veasé "Parque Jurásico".

Y digo todo esto, por que la cosa es así, debo decir que "Parque Jurásico",la primera, aparte de tener, posiblemente, uno de los mejores trabajos de John Williams en banda sonora, es una película, que aunque interesante, no levanta el vuelo, dejando a los espectadores con una sensación de querer ver y saber más, se queda a medio camino, ofreciendonos uno de los finales más apresurados y peor rodados de la historia del cine, solo se salva lo anteriormente citado en cuanto a su música y, por supuesto, sus impresionantes (y superados en la segunda parte) efectos especiales, pero bueno no he venido a comentar "Parque Jurásico", ya la daré estopa en su apartado concreto.

Por cierto, hay algunos fallos de racord impresionantes en la primera, por ejemplo, cuando están viendo nacer al velociraptór en el laboratorio, el huevo, como por arte de magia, cambia de posición entre plano y plano, e incluso, pasa de la mano de Hammond a la mesa del laboratorio, en una película de Spielberg, inconcebible, pero este error (y otros) canta mucho.

Espectaculares las secuencias del dinosaurio en la ciudad, la persecución final del t-rex intentando atrapar a su hijo (intentando tirar el autobus,con sus sombras proyectadas y todo), y bueno, todo en general, destacar todo... y os aconsejaría que la veais una segunda y tercera vez, descubrireis, que, al menos, es mas dura, mas negra... y menos infantil, ah, y por supuesto con unos FX de una perfección en realización apabullante, que, por supuesto, fueron merecedores de una nominación al Oscar y que se lo robó Titanic ese año, con unos efectos a años luz de estos, por atrás claro, las injusticias del cine supongo. SALUDOS.

ALGUNAS PELIS PERFECTAS :_

MISION IMPOSIBLE (DE PALMA) TIBURON
EL ULTIMO EMPERADOR - EL PADRINO
LA LISTA DE SCHINDLER - CON FALDAS Y A LO LOCO
EL MUNDO PERDIDO - EL APARTAMENTO
CIUDADANO KANE - GRUPO SALVAJE
EL IMPERIO CONTRAATACA - LA NARANJA MECANICA
AMADEUS - BLADE RUNNER
RAN

Spielberg en esta secuela se olvida de una historia nueva que aporte algo más a la primera parte y se involucra en darnos un espectáculo visual palomitero centrado, más que en la primera parte, en el Rex y compañía. Es algo más divertida que la primera y también con escenas más duras. Si la ven como lo que es, una secuela de una historia ya hecha les entretendrá muchísimo porque es cine-palomitas en estado puro....... pero si creen que Spielberg les va a contar algo nuevo olvídense porque no se trata de eso y a mi modo de ver, un acierto por parte del cineasta. Queremos más acción. Queremos que el espectáculo del Rex por la ciudad dure dos horas más!!!!!! xD

Regresando al mundo que se nos presento en parque jurásico, nos vuelven a sumergir en una aventura llena de acción, aventuras, terror y suspense, que pese a no llegar al mismo nivel de la primera parte es digna de ver en pantalla grande.

Además es una película adecuada para todas las edades y públicos.

Los efectos especiales se duplican y la trama se acelera atrapandonos desde el principio de manera que es imposible apartar la vista de la pantalla.