El superagente 86

Otra tomadura de pelo, señores/as. ''Superagente 86 de película'' dinamita a los 15 minutos de dar comienzo, cualquier ilusión de ver una película divertida, porque el realizador Peter Segal no tiene ni puta idea de hacer comedias, ni para el gran público ni para nadie.

Steve Carell y Anne Hathaway hacen lo que pueden, que no es mucho, una verdadera pena porque físicamente son perfectos como agente 86 y 99, pero resulta que en los momentos de humor no son, ni mucho menos, todo lo divertidos que debieran; ambos saben hacerlo mejor, como han demostrado en otras comedias.

Después están las escenas de acción, resulta que éstas son algo violentas para éste tipo de pelis y no pegan ni con cola, desentonan el conjunto sobretodo en el final, demasiadas peleas, tiros y explosiones para ser una película sobre el superagente 86. Peter Segal, seguramente llamará a esto adaptarse a los nuevos tiempos, pero yo lo llamo patetismo e intentar compensar su vulgaridad y tontería a la hora de hacer reír, con (vulgares) escenas de acción.

Poca cosa más, reiterar en lo desaprovechádisimos que están Carell y Hathaway, algún gag potable que se me ha olvidado en cuanto he salido por la puerta del cine y termino mi critica con una tremenda desilusión hacia la película, pero eso sí, habiendo sacado algo positivo y es, un escarmiento para el futuro, pues me pasó exactamente lo mismo con ''La pantera rosa'' de Shawn Levy (otro que tal).

Ya se sabe, el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra; Segal ya lleva más de dos. No me la volverás a pegar, menda.

¿Mi opinión?... Sencilla = Sin película.

Sin gracia, sin originalidad, sin emoción, sin lógica, sin gusto, sin inspiración, sin grandes momentos, sin pequeños instantes, sin calidad, sin alicientes, sin lucidez, sin tensión, sin talento, sin capacidad, sin dirección, sin rumbo, sin timón, sin ideas, sin planificación, sin iniciativa, sin nada que recordar, sin algo positivo a resaltar, sin respeto al público ni justicia a la serie. Sin nada más.

¿Mi opinión? Sencilla = Sin muchas palabras: Simplemente sin crítica. Sin comentarios.

Entretenida, sí, mediocre… también. Lo cierto es que esperaba algo más que un pasarratos. Puede que funcione como producto rutinario orientado a un público masivo o como comedia veraniega standard, pero como adaptación de un mito televisivo Súpergente 86 se limita a tomar prestado el prestigio de su referente catódico sin la mínima talla exigible.

Más que una versión corregida y aumentada del modelo original, la peli se convierte en una desorbitada multiplicación de la espectacularidad y la acción… dando como resultado algo sobredimensionado pero sin alma. ¿Desde cuándo la calidad es proporcional a la dimensión? En el paso de la pequeña a la gran pantalla se pierde toda la esencia y el espíritu de la serie, entre otras cosas.

El film comienza titubeante y, como acomplejado de su precario guión y consciente de sus débiles aspiraciones, se encomienda al magnetismo de un Steve Carrell que, pese a sostener buena parte del metraje con su florido repertorio gestual y su capacidad cómica, no logra reflotar tamaño despropósito. El resto de personajes carecen de la entidad suficiente para enriquecer la narración y deambulan por la pantalla con más pena que gloria.

Toda la narración circula por la senda del tópico y el chascarrillo fácil sin arrancar apenas un par de sonrisas, pobre saldo para una producción cuyo principal objetivo no es otro que descojonar al respetable.

Como adaptación se limita a lo obvio. El prota se inspira vagamente en el personaje original y desarrolla su propia versión a partir de los cimientos de la serie, lo cual aporta nuevos matices sin desmerecer su modelo. Inobjetable. Pero el resto palidece ante la genuina frescura del original. Los gadgets y la trama de espionaje se amplifican y actualizan para ajustarse al nivel tecnológico del mundo actual, pero no consiguen escapar del lugar común y los convencionalismos más característicos del género, en lo que representa una losa que lastra la peli desde el principio y la aboca a un final estrepitoso e inverosímil… y sin embargo predecible.

No tiene sentido alguno renovar la ambientación y fidelizar la estética y tecnología actuales si después vulneras las más elementales reglas físicas de nuestra realidad, por lo que más que pasar de transcurrir en los 60 a hacerlo en la actualidad, la adaptación se enmarca en un universo paralelo regido por la voluntad y el capricho del guionista, cruzando la fina línea que separa la sátira del disparate.

Dicen que segundas partes nunca fueron buenas, y suele ser cierto. Aplicando esa idea a este remake, y salvando las diferencias, el significado de la frase se dispara exponencialmente. La película carece de gracia, poco o nada recuerda a la serie de los 60. Me dispuse a verla pensando: bueno, con que sea la mitad de buena merecerá la pena. Pues ni eso macho. Con decir que faltando 30 minutos decidí dejarlo, prefiero mantener en la memoria las risas que solté viendo aquellos episodios llenos de originalidad, de gags inverosímiles, de situaciones ridículas y megacómicas. Aquí podríamos aplicar aquello de que más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer, y eso con esta pseudopelícula cómica de cine barato y palomitero es tan evidente como cierto. Lo siento, al rey lo han desnudado a tirones.

Recuerdo con indisimulada nostalgia aquella serie de Don Adams y Barbara Feldon, en que 86 y 99 nos hacían reir parodiando el género de espías.
Sus trucos geniales, su humor blanco, sus dosis de ingenuo romance y su memorable banda sonora. Pues bien, la adaptación cinematográfica no le anda a la zaga. Actualizando guión y recursos, el film es entretenido y divertido por sí mismo sin dejar de ser fiel a la serie que homenajea. Un acertadísimo casting, Steve Carell es todo un descubrimiento de la comedia americana y Anne Hathaway desplegando sus encantos y su vis cómica y un guión lleno de ingenio y ritmo nos hacen pasar un rato de lo más entretenido sin que tengamos que echar de menos a la serie. No obstante, su esencia se respira por todas partes.
Muy recomendable para los amantes de la comedia y el cine en general.