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Californication (Serie de TV)

Serie de TV. Drama. Comedia Serie de TV (2007-2014). 7 temporadas. 84 episodios. Hank Moody (David Duchovny) es un escritor en crisis; es promiscuo, se droga y bebe. No obstante, a pesar de sus defectos, consigue hacerse querer; gracias a su pasmosa sinceridad conseguirá tanto triunfos como fracasos en su carrera. Así, este mujeriego juerguista trata de compaginar su vida profesional, que atraviesa una crisis creativa, con su caótica vida personal: tiene una hija ... [+]
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Críticas 67
Críticas ordenadas por utilidad
5 de enero de 2015
14 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se practica una brecha en la tipología de crítica y se procede a parar temporada por temporada para seguir la (supuesta) evolución, siguiendo el estilo para “24”:

Temporada 1: 9. Una temporada alucinante, provocativa e inolvidable. Su único pecado es revelar su final en el episodio 8 y hacer la recta final un poco menos disfrutable. Pero si fuese miniserie, sería una de las legendarias del panorama televisivo para adultos. David Duchovny hizo olvidar a Fox Mulder de un plumazo.

Temporada 2: 6. La segunda temporada rápidamente comenzaba a dar fallas y síntomas repetitivos y un tanto de cansancio tras una temporada madre bestial. Aunque se cubría muy bien gracias a una energía dosificada, unos carismáticos personajes y unas tramas que aún eran entretenidas.

Temporada 3: 5. La temporada que se salvó por sólo dos episodios (el 8 y el 12). Quitando lo hilarantemente magistral del episodio 8 y lo inesperadamente dramático del 12 y final de temporada, la tercera vez de Hank Moody finalmente cedía sobre su propio peso al desvelar que la serie ya no tenía más opción que mostrar sexo y más sexo en diversas situaciones que ya ni siquiera eran tan aprovechadas, tan calientes, ni mucho menos divertidas.

Temporada 4: 6. La temporada más seria de la serie, aunque también cada vez menos “Californication” que al inicio. Si bien puede ser superior a la tercera por su consistencia y por recuperar esa trama de reconquista y superación de la soledad y depresión, vuelve a ser repetitiva y previsible en sus propios términos, desde luego ya nada excitante y que sólo le queda dejarse ver hasta el final (un final que podría haber sonado como una “series finale” y que tampoco le hubiese quedado mal, ya que es uno de los mejores episodios de la temporada y aún un buen episodio para la serie en general).

Temporada 5: 1. Una temporada con sabor a reinicio, pero que no es interesante, no es entretenida, muestra a un Hank Moody cansando que ni siquiera escribe nada y ya nos demuestra por qué no queremos ver “Californication” más, si es que esto puede ser “Californication”. Una auténtica bazofia en términos de interés y de seguimiento de la serie, que ya es ridícula en sus propios términos (Moody ahora en la canción), ya no sabe qué tramas poner, ni siquiera hace gracia y desde luego da fatiga y lo siguiente. No debieron gastarse un céntimo en hacer esto. De una de malas, la serie seguía siendo pasable hasta su cuarta temporada.

Temporada 6: 1. El intento de otorgar a Hank Moody un nuevo amor serio, un nuevo estilo de vida… Ya ni siquiera es apreciable. Y no porque no sea como el argumento original de la serie. Sino porque es más de mismo de la anterior vez. Un alargamiento con cuatro chistes decentes y cien malísimos, ya ni siquiera atractiva o sexual como en sus tiempos de antaño y un burdo intento por hacer espectadores y caja alargando más y más una historia que ya no se sabe ni quién la escribe, ni menos interesa.

Temporada 7 (Final): 2. Y al final, toda una temporada final (con un buen primer episodio, el mejor de la serie en dos temporadas, aunque luego… sin comentarios…) de idas y venidas, previsibilidad, falta total de interés, seguida de las vueltas y revueltas de las temporadas anteriores… Para desembocar al mismo punto. A la misma idea. A un casi “remake” del final de la magistral primera temporada. Pero no. Ahora ya no me la dais. Por tener un episodio bueno (el 1) y, al menos, un final potable (12) es un punto mejor que las anteriores, pero verdaderamente una pena.

“Californication” es una serie de la cual sólo debes ver su primera temporada autoconclusiva. Y nada más. A no ser que quieras sentir pena o acabar destrozándola. Incluso David Duchovny dijo para la última temporada que la serie ya estaba completamente agotada hace tiempo. Una verdadera decepción y el mejor ejemplo de cómo escupir a una serie en su cara por alargar y alargar sus tramas y su duración.
El Exigente
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30 de junio de 2014
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras siete años californicando con todas las señoritas de Los Angeles de la mano de David Duchovny y su alter ego, el sinvergüenza, mujeriego y escritor en sus ratos libres, Hank Moody, ayer domingo la serie "Californication" de la cadena privada Showtime llegó a su fin. El New York Times se refirió a ella como "la venganza masculina a 'Sex and the City'", yo personalmente les encuentro poco en común, a parte del sexo como tema constante y la presencia de Evan Handler, que aquí interpreta a Charlie Runkle, el agente de Hank.

Hank es el hombre que todos querríamos ser y a la vez el que todas las mujeres quisieran poseer (y sí, me refiero sexualmente, por supuesto...). Con su encanto podría hacer que una monja se sacara una teta para llamar su atención, vaya por donde vaya las mujeres caen rendidas a sus pies. ¿Y cuál es el secreto de su éxito? ¿Su forma de vestir? Lo dudo, ha vestido con el mismo outfit durante casi las siete temporadas de la serie: unos vaqueros gastados y una ajustada camiseta negra. ¿Es porque es alguien con el que se puede tener una conversación seria y profunda? No creo, Hank se burla de todo y de todos, incluso de sí mismo, es un chaval que se niega a crecer. A pesar de estas razones o a causa de ellas, Hank resulta irresistible. Y es que Hank tiene la seguridad de esos tipos a quienes no les importa un rabo lo que piensen de ellos, que va por la vida sabiendo que puede comerse el mundo si quiere, y que si no lo hace es porque en ese momento no le apetece. A veces podríamos decir que tiene el encanto de los perdedores, porque aunque desprende seguridad, también vemos en él una tristeza casi tangible, que hace que sintamos una extraña ternura hacia él, aunque sepamos que se está equivocando y que se está comportando como un auténcico cabrón.

Pero no es Hank Moody todo lo que reluce en esta serie. Otro de sus elementos brillantes es la relación entre Hank y Karen, un URST en toda regla. Está clarísimo que estos dos se quieren, se entienden, se adoran, pero Hank parece tener la inoportuna habilidad de fastidiarlo todo cuando se están empezando a acercar de nuevo. Es la técnica de guión más vieja del mundo, dos que se quieren locamente, pero no pueden estar juntos, pero por algo es la más antigua, porque todavía funciona como el primer día. La química entre estos dos traspasa la pantalla de tu ordenador, de tu televisión, de tu móvil o de lo que sea por donde veas las series que sigues. Y si no me creéis, leed la declaración de amor de Hank a Karen:

"Querida Karen,

Si estás leyendo esto, significa que finalmente he reunido el coraje para enviarla por correo (...) No me conoces muy bien, pero si me dejas continuar verás que tengo una tendencia a hablar y hablar sobre lo difícil que me resulta escribir. Pero esto... esto es lo más difícil que he tenido que escribir nunca. No hay una manera fácil de decir esto, así que voy a decirlo: he conocido a alguien. Fue un accidente, no lo estaba buscando (...) Ella dijo una cosa, yo dije otra ... Y al poco tiempo supe que quería pasar el resto de mi vida metido en esa conversación. Ahora tengo este sentimiento en mi interior; ella podría ser la persona. Está completamente loca de una manera que me hace sonreír (...) Ella eres tú, Karen ... Esa es la buena noticia. Lo malo es que no sé cómo estar contigo en este momento, y eso me acojona. Porque si no estoy contigo ahora, tengo la sensación de que nos perderemos por ahí. Es un mundo feroz lleno de baches, la gente tiene la habilidad de parpadear y perderse los momentos. Esos momentos en los que podría haber cambiado todo... No sé lo que está pasando entre nosotros y no puedo decirte por qué deberías estar interesada en mí. Pero te diré que hueles endiabladamente bien, como a hogar, y que haces un excelente café, y eso tiene que contar para algo, ¿no? Llámame.

Infielmente tuyo,

Hank Moody"

En el fondo ésta es una serie sobre el amor, porque a parte de la de Hank y Karen también tenemos la del profundo amor que sienten Hank y su agente (Charlie Runkle), casado con otro personaje que me encanta (Marcy, a quien Hank habitualmente llama "Pitufa" o "Pitufina", debido a su corta estatura). Vendrían a ser la versión masculina de Meredith y Cristina de "Grey's Anatomy". Charlie Runkle el inseparable amigo de Hank, su Sancho Panza, siempre dispuesto a echarle una mano y a combatir a todos los molinos de viento que cual gigantes amenazadores intenten ponerle las cosas difíciles a su colega.


Por encima de todo, y aunque a veces Hank tenga una curiosa manera de demostrarlo, ama a su hija (Becca), de manera incondicional e irracional como sólo se puede amar a un hijo. Becca es un bicho raro, y eso la convierte también en un personaje muy interesante. Dejaré una vez más que hable Hank en una de sus cartas (en este caso a Becca) para que os hagáis una idea clara de cómo es su relación:

"Tengo que confesarte algo: no me gustaste mucho al principio, eras sólo esa pequeña y molesta massa amorfa. Olías bien, la mayor parte del tiempo, pero no parecías tener mucho interés en mí; y eso, por supuesto, me pareció algo insultante. Erais tu madre y tú contra el mundo, resulta divertido cómo algunas cosas no cambian nunca. Así que yo permanecí a vuestro lado, haciendo el tonto, sin entender realmente cómo ser padre te cambia. No recuerdo el momento exacto en que todo cambió, sólo sé que sucedió (...) Quererte ha sido la experiencia más profunda, intensa y dolorosa de mi vida (...) Como padre, hice la promesa silenciosa de protegerte del mundo, sin darme cuenta de que era yo el que iba a terminar haciéndote daño. Cuando viajo mentalmente al futuro se me rompe el corazón, sobre todo porque no puedo imaginarte hablando de mí con orgullo (...) Tu padre es noble de pensamiento, pero débil en sus actos."
dovith
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7 de agosto de 2015
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me decanté por esta serie entre muchas de una larga lista que me habían propuesto, no esperando nada extraordinario por supuesto. No he llegado a conectar demasiado ni me ha enganchado mucho (pese a lo cual he perseverado durante cuatro temporadas). Creo que la razón ha sido que me he cansado de tantas gansadas, idas y venidas absurdas y cagadas varias, y a que no hay una sola persona corriente y moliente con la que identificarme o a la que admirar. Me he reído a menudo, me ha enternecido y también me ha repateado a veces, sobre todo ya al comenzar la quinta temporada y darme cuenta de que cada vez me estaba repateando más. Será que estaba percibiendo que tanta vuelta no llevaba a ningún sitio y, francamente, no me resultaba nada apasionante seguir viendo a Hank cagarla una vez tras otra y ahogarse en el mar de coños, como tan agudamente le señaló su ex. Ni tampoco me entusiasmaba seguir viendo el desfile de frikis, a cada cual peor, que capítulo tras capítulo ya me iban agotando, como una fiesta en la que todo se ha ido de madre, que ya se ha vuelto una escena esperpéntica de gente borracha y colocada que se empeña en seguir con una juerga que más bien es patética.
Eso no quita que me encariñara bastante con Hank, porque aunque creo que han exagerado sobremanera su aura de donjuán y desastre andante, llega a ser entrañable y a menudo te hace sonreír y reírte de lo lindo, te emociona y, entre su incansable verborrea, a veces suelta frases de las que te calan. Su irreverente filosofía en el fondo es la de alguien que sabe que ha perdido lo mejor que ha tenido y, aunque intenta recuperarlo, es consciente de que es una lucha muy difícil, tal vez imposible. Y le duele admitir que nada vuelve a ser nunca lo que una vez fue. Pero no pierde la esperanza, y ese es su principal motor.
Es un universo de lo políticamente incorrecto empeñado en burlarse de los cánones del Hollywood tradicional, precisamente en ese mismo Los Ángeles en el que Hank no llega a sentirse como en casa.
Para mí el problema es que todo se desmadra mucho. Y tanto desmadre se hace cansino. Y si yo no veo que eso me lleve a ningún lado, me aburro.
Además, admito que no me siento completamente cómoda con las series que explotan lo borde.
Y como ya lo único que me ofrecía la serie era seguir viendo a Hank, Karen, Becca, Charlie y Marcy dar vueltas y vueltas absurdas sin ningún propósito ni nada a lo que agarrarse, salvo la remota esperanza de Hank de recuperar a su familia, decidí bajarme del tren. Francamente, ya me iban irritando. Sobre todo me tenía ya un poco harta la sucesión de secundarios e invitados esperpénticos que parecían sacados sin excepción de la misma fábrica de fumaos.
Pero ya digo que la serie tiene también muchas cosas buenas.
La frase más bonita, y probablemente lo que realmente cuenta en esta vida: “Al final del día, lo único importante es ella (o él).”
Vivoleyendo
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28 de agosto de 2008
16 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las series de televisión ocupan hoy en día un lugar importantísimo en la cinefilia personal de cada uno. En la actualidad hay un buen montón de series que salvan el espantoso circo en el que se ha convertido el cine. Californication es una de esas series y Hank Moody (Duchovny) es el personaje a través del cual gira la historia.

El de Moody es una joya de personaje que a cualquier actor le encantaría interpretarlo, pero lo hace Duchovny, y lo hace perfecto. Un escritor que no escribe, que se droga, se mete en follones y fornica sin cesar mientras sueña en volver con Karen (Natascha McElhone), la mujer que le ha dejado. A todo esto Moody intenta mantener el equilibrio para ser un buen padre. Su hija Becca (Madeleine Martin), es una adolescente que necesita a su padre. Aunque realmente es Moody quien necesita a Becca.

Entre polvo y polvo, Moody intenta escribir con la ayuda de su agente Charlie Runkle (Evan Handler), al que se le unen otro buen puñado de personajes como la secretaria Dani (Rachel Miner), la joven Mia Lewis (Madeline Zima), la encantadora Marcy Runkle (Pamela Adlon) y todas las preciosas mujeres que hacen turismo por la cama de Hank Moody.

No es una serie familiar, tiene sexo, drogas y muy mala hostia. Moody es un pequeño cabroncete con un gran corazón. En ocasiones aparece un poco la moralina, pero se olvida tan pronto se escucha, ya que a la frase siguiente Moody va a decir una barbaridad. Es una serie muy recomendable, a mi me ha encantado. La primera temporada está muy bien finalizada, y quizás debieron dejarla ahí.
Sersolo
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30 de diciembre de 2007
22 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
He de reconocerlo: la serie es buena.

No se trata del vocabulario, relativamente por encima de la media y cargado de palabras comunes (fuck, fuck, fuck...) y sexuales. Así, en realidad, hablamos todos. No se trata de las situaciones, sexuales, irónicas, hilarantes, agresivas, bajas, amorosas, paternalistas, patéticas, terribles, humanas... Ésas situaciones las vivimos todos. Tampoco se trata del guión, ingenioso, ácido y políticamente incorrecto. Es un guión de la vida común. Tampoco se trata del trasfondo, de un alcohólico enamorado del cuerpo femenino que supo escribir, pero que perdió la pluma y la tinta hace tiempo. No se trata, tampoco, del alto grado "pulp" de la serie.

Se trata de una revisión, un rescate de los escritores malditos americanos del siglo XX, con especial inspiración en Bukowski. Pero es un rescate encantador, cómico. Llegas a coger cariño a Hank, porque en el fondo es buena gente. Frente al Hank de Bukowski, que sencillamente es, y lucha por malvivir un día más, este Hank vive bien, bebe bien, folla con mujeres muy guapas y no necesita pudrirse en una barra de un bar de mala muerte hablando con una prostituta con sífilis, porque este Hank se ligará a la más sexy (foxy) del local.

Es una buena serie: buenos guiones, buenas interpretaciones, buenos personajes, un buen decorado (Los Ángeles), cierto nivel lingüístico, al tiempo que se dice "joder" más que cualquier otra cosa, y chicas guapas. Muchas, muchas chicas guapas. No defraudará enormemente a nadie que sepa lo que va a ver, pero tampoco llegará a convencer del todo.

(Termina en el spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Heferstion
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