Invisible

No he visto el original europeo, así que valoraré el fil de Goyer por sí mismo.

Es mediocre. El trabajo visual no destaca, los actores cumplen, la BSO está invadida por canciones pop tan abundantes como innecesarias, el cambio de tono a mitad del metraje del film choca, los giros del guión son algo previsibles, los clichés -sobre todo en lo que respecta al dibujo de personajes- son abundantes y el final termina siendo insatisfactorio.

Y poco más, oigan.

Prefiero a Goyer como guionista.

¿Ustedes no?

Estoy de acuerdo con el contenido de la mayoría de las críticas leídas hasta ahora en filmaffinity sobre esta película. Por eso no entiendo que luego las valoraciones sean relativamente altas. Aquí un 2 y va que chuta.

Para empezar, pese a lo que algún compañero ha creído, de originalidad nada, y de “planteamiento nunca visto”, o “novedoso”, lo mismo. Es un remake de una película sueca que no he visto, por lo que no opinaré sobre ella, pero de momento me quedo con los originales ¿no les parece? Por otro lado fusila elementos de “Ghost” y puede que de algún otro film que no conozco.

Los principales actores no lo hacen mal, aunque Chatwin a veces parece una esfinge, no tienen nada que enseñar pero bueno, nada de otro mundo. Tampoco la dirección, fotografía, y otros temas menos cruciales nos harán dar palmas con las orejas.

Pero el tema donde el asunto patina completamente es en la credibilidad, la verosimilitud, o si prefieren, la coherencia interna. Y soy consciente de que me refiero a una película de tema sobrenatural. Me explico:

-No tengo ningún problema en que una película se realice con unas premisas sobrenaturales, partiendo de una base que no puedan explicar las leyes físicas. Pero una vez establecidas las bases del juego, no me gusta que las cambien cuando les dé la gana para que el final se ajuste a los deseos del director. Por poner un ejemplo, si un villano puede volar y vencer la ley de la gravedad, el superhéroe no puede derrotarle tirándole de un andamio para que caiga y se parta el cuello. Para ejemplo en “Invisible”, ver spoiler
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-Tampoco tengo nada en concreto contra las historias de redención personal, pero la comercialidad de esta historia en concreto chirriaba por todos los lados: para empezar se elige una protagonista que, será muy buena actriz, pero es demasiado bella y frágil para dar el pego como líder de un grupo de violentos y psicópata de instituto. Pero, claro, tenía que ser así, porque resulta que es el patito feo que cuando se quita el gorro, al estilo de Clark Kent/ Superman, se convierte en un bellezón. ¡Vamos, señores, que esto no es Betty la fea, que desde en principio se aprecia que la chica es una monada!

-Y más vale que haya habido redención personal, porque como se hubiera confiado en la increíblemente torpe, estúpida, e ineficaz investigación policial que se desarrolla en esta película... Aún tengo dudas de si los policías de esta película son sólo parodias, por la cantidad de errores, negligencias y omisiones que llevan a cabo en pocos minutos de película (ver spoiler).

Por último, también el final apesta bastante. (spoiler) Que bueno es lo bueno, pero es que a veces quieren hacernos llorar y lo consiguen... de risa.

Dejando de lado la comercialidad y lo visto a hasta la saciedad Goyer nos manda un poema en forma de película nunca antes enfocada de esta manera. Destaco el reparto sobre todo un sorprendente Chatwin y una excelente como siempre Harden. Una mezcla de drama, suspense y película con doble sentido, que maneja con una banda sonora preciosa y apropiada para lo que el director quiere expresar. Los dobles sentidos quedan patentes convirtiendo el film en algo más profundo y poético que lo que el espectador palomitero quiere ver.

Prometía, vaya que sí. Desconocía que fuera un remake, que estaba inspirada en un libro y todo eso. Pero durante 35 minutos prometía. Qué ocurre a partir de ahí, no lo sé. A lo mejor pierden el libro en el que basaban el guión y empiezan a improvisar… a lo mejor quién escribió el libro perdió la inspiración y empezó a improvisar… o a lo mejor el guión lo escribió el protagonista en una de sus clases de poesía. Insisto, no lo sé, pero hasta el grito desgarrador que debe rondar ese minuto 35, la película tenía buenas maneras. La sensación que me dejó fue, como dice el título, similar a un gatillazo (vamos que tiene que ser similar por lo que me cuentan mis amigos sobre estos percances que, a mí, ya os podéis imaginar, nunca me ha pasado, jeje). Iba para un 6 o 7 y de pronto empieza a perder enteros como el Ibex 35 después de una comparecencia de Pedro Solbes.

Un chaval que tras la muerte de su padre, hace todo lo posible por complacer a su madre, es un buen chico, un buen estudiante, con novia y demás, se cruza con una chica que tras la muerte de su madre hace todo lo posible por fastidiar a su padre, delincuente habitual, malas compañías y de estudios cero. El cruce está motivado por una acusación falsa del mejor amigo del chaval quién cuenta a la chica que éste ha dado a la policía un chivatazo acerca de un robo que ella comete. La chica lo muele a palos, y lo da por muerto, pero…

No sé si estaba justificado el remake o no, tampoco me voy a arriesgar a averiguarlo, el caso es que David S. Goyer hace dos películas en una. La primera la hace con los ojos abiertos y te entretiene, te mantiene pendiente del minuto siguiente, de qué pasará y para la segunda se pone (y obliga a todo el equipo a ponerse) una venda en los ojos y grita “Venga, como el título, ahora vamos a hacer la horita que queda de peli como si fuera invisible”, y a partir de ahí solo estás pendiente de la película para intentar memorizar una lista (bastante amplia) de fallos y absurdos sinsentidos.

Las interpretaciones tampoco son el punto fuerte… Justin Chatwin que no empieza a hacerlo mal en el papel de niño bien, se gana a pulso el apelativo de Iceface a partir del grito que mencionaba al principio (como si al dar el grito se esforzara tanto que se ocasionara una parálisis facial). Margarita Levieva cumple roza el aprobado si tenemos en cuenta que le tenían reservado el papel de Betty la bruta con un chaquetón hasta la barbilla y un gorro metido hasta las cejas. Marcia Gay Harden hace todo lo que puede con lo que le dan y es mucho viendo algunas de las escenas que le obligan a interpretar. El resto… meros extras. Si me obligaran a dar el oscar a algún personaje de esta película se lo daría sin duda alguna al canario que tiene el protagonista en su habitación, por como interpreta la agonía de su muerte, con parpadeos incluidos. De las mejores muertes de la historia del cine.

Una última pregunta, ¿sabéis si el libro original lo escribió Jennifer Love Hewitt?

Pero qué película más mala Dios mio. Es lenta y aburrida y además copia a otras como Ghost, el último escalón, y todo ese tipo..
El protagonista tiene menos sangre que una canica y el guión es ridículo, tanto que en ciertas partes se te escapa una risa de lo patético que resulta el film. Altamente no recomendable, ojalá hiciera honor a su nombre y por el resto de los tiempos sea invisible en la historia del cine.