Dolls

Kitano deslumbra con un gran talento mostrándonos un despliegue de tristeza, desolación, nostalgia, arrepentimientos y lealtad que hay en el amor. Una fotografía digna de ser reconocida mundialmente, con escenas inolvidables tan sentimentales como desgarradoras.

El cambio de registro de Kitano es una demostración, una vez más, de talento. No tiene nada que ver con lo que suele hacer. Calidad por todos lados. El cine de Kitano lleno de sensaciones. Imprescindible.

Bueno primero decir que en esta película kitano se queda detrás de la cámara, lo cual podría restar interés a una peli de kitano sin aparecer Beat, la fotografía es impresionante, toda la película es poesía, son 3 historias de amor y dolor, con las eternas emociones expresadas por las preciosas muñecas del teatro "Bunraku" que están interrelacionadas y donde destaca la belleza de la tristeza. Una maravilla para la vista.

Es agradable de ver, y seguro que triunfas si se la pones a tus amigas. Ahora bien, es lentorra, predecible, cursilota... En fin, muy de cine adolescente.
La historia más interesante es la de los jóvenes que iban a casarse. Las otras... no resultan muy creíbles. Demasiado lejanas a la realidad del amor las veo yo, no sé.

Un amigo me recomendó encarecidamente ver esta película. Tras visionarla, dejó inmediatamente de ser mi amigo (o casi).

Se trata de una recopliación de secuencias absurdas, ñoñas, aburridísimas, inconexas, lentas, sin sentido cronológico... intercaladas en medio de una historia de desamor - intuyo -, y que no desembocan en nada. Es como si estuviese filmada por una persona totalmente ajena al sector; o bien que esté filmada en clave intimista (tan intimista que sólo es entendida por Takeshi Kitano).

No suelo dedicar la peor nota a las películas porque considero que el hecho de elaborarlas ya es esfuerzo suficiente como para ser merecedoras de algo más; pero en el caso de "Dolls" ni lo dudé, porque más que una película parece una tomadura de pelo a todos los que pagaron por verla.