No miren arriba

En 1964, Stanley Kubrick dirigía la mayor sátira a la Guerra Fría y al riesgo de la guerra atómica global con su Dr. Strangelove (o Dr. Insólito). De algún modo no he podido dejar de pensar en esa obra genial de Kubrick mientras veía "No miren arriba". Lamentablemente, la película de McKay no puede compararse en nada con aquella o en todo caso si por alguna razón McKay la ha tenido en cuenta ha quedado a miles de kilómetros de distancia.

Pensada como una sátira hacia la sociedad global actual y su incapacidad para afrontar aún el más inminente peligro de destrucción global, tiene sus momentos logrados. En particular, McKay posa su mirada crítica y ácida en la absoluta incompetencia y egocentrismo de los dirigentes políticos, el mesianismo de los grandes multibillonarios autoproclamados guias y salvadores de la especie humana, la banalidad de los medios de comunicación y la idiotización generalizada de las redes sociales.Momentos ingeniosos se mezclan con otros un poco más previsibles y en otras partes parecería que la película se toma la historia en serio.

La intención del film es loable, en el sentido de intentar despertar algunas de tantas conciencias adormiladas sobre la marcha de nuestro mundo, a través de la sátira, viejo método que de Aristófanes para acá ha molestado sobremanera a los poderosos. Pero el guión y la propia filmación (auque técnicamente muy buena) no logran adoptar el tono adecuado. Al intercalar la parodia llana y burda con cierto sentimentalismo, particularmente en la segunda mitad del film, la película comienza a hacer agua y finalmente si no naufraga tampoco llega a puerto. Para colmo, las dos horas largas parecen no justificarse. Tal vez un ahorro de 20 o 30 minutos podría haber mejorado el producto final.

Película absolutamente fallida, que desperdicia una buena historia y un buen elenco de actores para finalmente contar un chiste del cual sólo se ríe el que lo cuenta. Pero es que además como ve que nadie se ríe, lo explica otra vez porque piensa que no lo hemos entendido y continua repitiendo la gracia sólo riéndose él, y así hasta las dos largas horas. Completamente prescindible.

Abusa de un idea ¿original?, pero transcurrida media hora de metraje continúa rodeando el círculo del tema inicial, acompañada de subtramas escasamente apetecibles, sin aportar ideas nuevas, o giros que mantengan nuestra atención.

Recomendación de amiga, aunque yo ya había visto alguna referencia en esta página. Estaba seguro que no me atraparía, como así fue... Al tanto de su argumento, en una mezcla de drama y comedia con sátira, respondió a lo que pensaba sucedería durante la mayor parte del tiempo: Un forzado y corto espectáculo... eso sí, muy "espectacular".

Tal vez una de las razones por las que ha sido bien calificada por algunos usuarios, pueda deberse a su larga duración. Hoy día gustan mucho las series, esas que ocupan "muuucho" tiempo de entretenimiento. Considero que es una película que levanta controversias, donde van ganando a los que le gusta. Yo pertenezco al otro grupo, al que le aburre un argumento tan escueto, sin recorrido y con un desarrollo de dos horas y veinte, pudiendo ser contado en una escasa hora y media.

Me ha sorprendido Leonardo DiCaprio, está mayorcito a sus 47 años, en un roll de padre con hijos adultos; cuando hasta no hace mucho, fue una especie de jovencito eterno.

Meryl Streep responde con maestría, en todo momento a lo que de ella se exija, manteniendo esa capacidad para acometer cualquier registro. Su papel no es muy lucido, además de un tanto histriónico, caracterizando a la presidenta de Estados Unidos como una mujer superficial, mas interesada en hacer lo políticamente correcto que lo que hubiera debido. Luce espléndida melena rubia "bucleada" y... poco mas. No es ella la que no entrega, por supuesto, es el raquítico guion.

Un 4 es una nota extremadamente generosa. No sé hacia donde nos conducirá la escasez de buenos proyectos para el entretenimiento visual, si "esto" se ha llevado como nota media un 6,7 a fecha de hoy.

Pues sí, algún día un meteorito acertará de lleno en la bola pero llegará tarde, jajaja, porque ya no quedará nadie para aterrorizarse. Posiblemente, la civilización llevará miles de años extinta. Aunque aquí, sí. Estamos en la actualidad y la catástrofe definitiva que se avecina es presentada en plan de comedia. Y tenemos que reconocer que el ambiente es perfecto para el objetivo.

Vemos que algunos personajes no parecen sufrir mucho por lo que les espera, y es que ¡a esto hemos llegado! Unos sufren y otros se toman las cosas a cachondeo sin asimilar el inminente final, tomándose la vida como un chiste. Así se crea un contraste inicial muy bueno. Luego, el metraje destaca por la perspectiva de las redes sociales y las aplicaciones que hoy día, se puede decir, rigen el mundo.

La película tiene su punto canalla y su divertimento, e incluye unas esporádicas secuencias tipo documental, muy hermosas, que son reales, y que cada uno puede entenderlo como le dé la gana. Lo que intenta decir la película, creo yo, es que la naturaleza de este mundo, lo más hermoso, desaparecerá, y nadie piensa en ello.

En conclusión, yo lo que veo es que la realidad y la tontería van juntas de la mano. Así es el mundo. Unos ríen mientras el vecino llora. Unos aman estar integrados e interactuando en la globalización que nos domina, y otros, andan solos, intentando ganarse la vida miserablemente. Qué realidad tan amarga. O viviendo feliz, lejos del mundanal ruido, que también cuenta.

En plan crítica sobre la película, decir que se tiene la sensación que se repite algo y causa el efecto de como si sobraran algunos minutos. Luego, por entenderlo así, no por decir que está mal, incido en la personalidad de la presidenta USA y su hijo como jefe de gabinete, están excesivamente caricaturizados, pero tal vez sea así el día de mañana. Hay que ver la película porque te hace pensar, pero en fin, no te cambiará en nada. En definitiva, como crítica social vale. Nadie se lo tomará como algo personal. Nosotros somos perfectos y lo sabemos todo. La película es razonablemente entretenida y está bien hecha. Como siempre, Leonardo se sale.

¿Cómo actuaría la sociedad actual si realmente llegase el fin del mundo?

¿Cómo actuaría la sociedad en las redes sociales?

¿Cómo actuaría la gente en la calle?

¿Cómo actuarían los políticos que nos tienen que defender?

¿Cómo actuarían los medios de comunicación?

¿Cómo actuarían los artistas y líderes de opinión actuales?

¿Cómo lo harían las empresas?

Lejos de una película de catástrofes épicas con un héroe que salva al mundo, esta película da respuesta a todas estas preguntas de manera realista y plantea realmente como esta configurada la sociedad actual individualista y egoísta, y lo que nos ocurriría en una situación en la que de verdad tenemos que estar unidos.

Sin duda, una historia real que aún no pasó pero que pasará.