Scorpio

La mejor película de Winner, habitual director de los engendros de Chuck Norris. Se trata de un magnífico film de espionaje que encara/enfrenta a dos personajes/actores bien distintos, excelentes ambos: de un lado el otoñal y sereno Cross, que sigue amando fervorosamente a su mujer, un magnífico Lancaster; de otro lado el joven, impulsivo y pasional Scorpio (Delon), defraudado y traicionado. Lo de menos es que se cruce la CIA con la KGB y todo el trasfondo político, lo mejor está en la riqueza de matices de los personajes, lo que la hacen una película de considerable humanidad, además del espléndido desarrollo de esta caza del hombre que emprende el joven Scorpio frente al vetusto Cross. Hay una secuencia de acción larguísima y magistral y cuenta con un reparto extraordinario, dónde descolla también un inmenso Paul Scofield.
Es una película casi desconocida y aboslutamente infravalorada. De preocupar. Muy buena.

Nos encontramos delante de un film bastante desconocido y poco valorado, pero que resulta ser una magnífica y auténtica cinta de espionaje a la antigua usanza.
Cross (Burt Lancaster) nos ofrece una soberbia interpretación de un agente de la CIA avejentado y en el final de su carrera como espía, que lucha por su supervivencia y la de su mujer.
Espionaje, intriga y misterio se funden en esta película que engancha al espectador con una trama absorbente, muy bien ambientada en plena guerra fría, donde los rusos eran los enemigos a batir en aquéllos tiempos. El film está rodado con un buen presupuesto, que se nota en la amplitud de medios. También el guión es sólido y bien estructurado, propio de una nostálgica época. En cuánto al equipo informático que aparece en la sede de la CIA, visto bajo la perspectiva actual (2011), da risa de verlo.
Resumiendo: Muy buena trama de espionaje, véanla y disfrútenla, no les defraudará.

Espionaje en la Guerra Fría, entre Europa y América, es la propuesta de Michael Winner en su cinta de 1973. Al contrario que con otras temáticas, esta de los espías y los nombres en clave tiene un encanto que es fácil de aprovechar para el Cine.

«Scorpio» no es que cuente una historia apasionante, pero sí que cuenta con una dosis bien suministrada de intriga, política y acción, en especial cuando un Burt Lancaster sexagenario se pone a correr y saltar como un muchacho; increíble. Quien le persigue contra viento y marea es el sublime Alain Delon, escorpión asesino a sueldo, y lo que se tercie, que descubrirá que el conocimiento no sólo es poder, sino también mucho dolor, sobre todo si participas en ese juego entre países desprovisto del más mínimo escrúpulo.

Con la amargura de dos gatos acabados en medio de una calle sin salida. Final inesperado y, a su manera, inevitable. Interesante.

Película crepuscular de espías con un duelo interpretativo de alto octanaje. Aunque la calificación suene a mezcla bastarda de géneros estamos frente a una película excelente muy infravalorada. El guión es sólido, construido con artesanía. La dirección es correcta, tampoco es que Winner fuera John Frankenheimer o Sydney Lumet. La auténtica miga está en los dos actores protagonistas. Alain Delon, cuyo personaje es el que da nombre a la cinta, está como siempre: lacónico casi en cada secuencia, perfecto en cada plano. Estamos en su época cenital y llena la pantalla con su sola presencia. Además encarna a la perfección ese individualista que es Scorpio, en contra partida con el tradicional Cross, interpretado por don Burt Lancaster. Y digo don porque es Lancaster la auténtica joya de la película. No solo a nivel interpretativo, su personaje no requiere de grandes actuaciones dramáticas pero lo solventa con profesionalidad, sino en la implicación de la que hace gala. No se pierdan la persecución que se pega don Burt Lancaster con ya 60 años corriendo como si fuera un chaval. Simplemente espectacular. Nos recuerda que tras ese rostro añejo se encuentra el mismísimo Dardo o el capitán Vallo de "El temible burlón. El resto de secundarios están correctos y le dan a la historia la solidez necesaria. No se la pierdan.

La obra maestra de Michael Winner junto con Friamente sin motivos personales tiene un 6,4 en este garito, claro que asocian a Winner con Bronson y se acabó la fiesta de los entendidos en comer gratis. Scorpio tiene lo mejor del espionaje, con un Burt Lancaster excelso dando clases al alumno aventajado Delon, amante de los gatos, que nunca estuvo en una peli tan fascinante. Ya quisiera el cine francés tener una obra maestra igual. Scorpio no es para ignorantes, solamente los mejores paladares sabrán apreciar su grandeza.