Estirpe de dragón

Preciosa e interesante película protagonizada por una Katharine Hepburn, que por mucho que le ciñan los ojos tiene unos rasgos occidentales que no engañarían ni al pato Donald de lejos. Mientras el amor de su vida Humprey Bogart protagonizaba "Pasaje a Marsella", en esta misma temática sobre la segunda guerra mundial participó la Hepburn con la "Estirpe del dragón". Katherine hace de Jade, una campesina china valiente, que ve como su hogar cambia. Salen en el reparto Walter Huston y Aline MacMahon, dos actorazos. El contexto bélico está muy bien plasmado y un recogido vestuario borda la acción. Tiene grandes diálogos y una muy cuidada dirección. Recomendable.

Una adaptación de una obra de Pearl S.Buck, de la cual no soy un experto, pero me parece una autora que busca dotar a las situaciones y personajes de los que habla de cierta profundidad psicológica, lo cual es loable, además de mostrar por experiencia propia la forma de vivir en zonas rurales de China y sus diversos componentes sociológicos en un contexto de conflicto con Japón.

Se trata de un drama que cuenta con dos realizadores solventes y capaces de llevar a buen puerto una obra.
Y pese a sus diversas virtudes, que las tiene, comete un error garrafal propio de obras infantiles pero no de grandes producciones.

Todos los papeles, entre ellos los más importantes, el del patriarca (Walter Huston), su esposa (Aline MacMahon), su nuera (Katharine Hepburn), etc, están interpretados por actores y actrices occidentales a los que achinan los ojos y que cantan tanto que provocan que el espectador tenga dificultades para no tomarse a cachondeo la historia, lo cual en un drama como este, es bastante perjudicial.
También utilizan chinos para los papeles de japoneses, lo que encaja de forma similar a lo otro, es decir de forma atroz.

Pese a eso, con mucho esfuerzo, se puede llegar a obviar eso y conectar con la historia, pero un error de tal magnitud clama al cielo en una producción de este tipo, dañando seriamente a la película.
Una de esas obras que se verían muy beneficiadas de un buen remake.

Excelente adaptación que recoge con fina perspicacia la semblanza épica de la novela de P.S. Buck.
Los diálogos denotan introspección cuidada y ofrecen serias reflexiones acerca de la naturaleza humana y de sus contradicciones.
El argumento es poderoso y vibrante pero el guión no le va a la zaga y la dirección también se encarga de asumirlo con certera visión cinematográfica.
En el terrible marco de referencia de la guerra chino-japonesa, el dramatismo alcanza en la pantalla una expresión sublime, los personajes poseen una extraordinaria caracterización psicológica, la ambientación recrea a la perfección el escenario de los hechos y, en general, ofrece muchas escenas de brillante composición.
También hay que mencionar la notable interpretación de todo el elenco y, en el contexto de una película que consigue magníficos resultados, debe destacarse la labor de una luminosa K. Hepburn.

El hecho de creer en Dios, de tener fe y de estar llevando una vida digna, no nos eximirá definitivamente del “mal” mientras vivamos en el planeta tierra, pues, si seguimos aquí, es porque aún quedan cosas que debemos tramitar adecuadamente, y sólo mediante la presencia del “mal” podemos tener la oportunidad de hacerlo. Pero la fe, la certeza de un padre Todopoderoso que nos ayuda y la dignidad mantenida a toda costa, pondrán a nuestra disposición, los elementos necesarios para vencer dichos “males”.

Por esto, resultan proféticas las palabras de Ling Tan, el padre, cuando dice que “un hombre que vive en la decencia, si el mal le llega no puede hacerle daño y podrá conquistarlo y sobrellevarlo”.

Ambientado en la II Guerra Mundial, con sobriedad narrativa, objetividad política, y con una familia china en la que se descubre toda suerte de matices humanos, <<ESTIRPE DE DRAGÓN>>, es un filme de gran valía, que nos da cuenta de un grupo humano del que podríamos aprender varias cosas de alto significado para nuestra vida.

Todo se inicia en una cultura donde la mujer está hecha para obedecer y el hombre para mandar; donde los libros no deben caer en manos de las féminas porque pueden dañarlas; donde se ve como necesario pegarle a la mujer de vez en cuando; y tener un hijo, cada año, es natural en sus tradiciones.

Pero, en la familia de Ling Tan, hay una mujer con visión de futuro y dispuesta a zafarse del yugo a que ha estado sometida por la sociedad machista. Se llama, Jade, y tiene el encanto y la fortaleza de esa fina piedra; además, está dispuesta a jugar el papel histórico que le corresponde cuando los vientos de guerra soplan en su país. Junto a Lao Er, su condescendiente esposo, Jade va a demostrar que, la igualdad de derechos y la conquista de la respetabilidad, no está en detrimento de la relación de pareja y que, muy al contrario, la consolida y la reconforta.

Unos cuidados escenarios fotografiados con suma efectividad -donde un grupo de actores americanos de la talla de Katharine Hepburn, Walter Huston, Aline MacMahon, Akim Tamiroff y Agnes Moorehead, caracterizan los principales roles orientales-, sirven de asiento a una historia épica de sacrificio, lealtad, contradicciones y perseverancia… y también de experimentación del tipo de actos que se creía imposible cuando "la paz" reinaba en aquella familia.

Otro gran acierto en la carrera de una de las mejores actrices de todos los tiempos.

Título para Latinoamérica: LA ESTIRPE DEL DRAGÓN

Si obviamos el maquillaje chino de todos los actores (ninguno chino) y el exceso de metraje, 'Estirpe de dragón' (menudo título) es un poderoso drama familiar y bélico de inusual negrura. No es nada común en una producción de Hollywood que se muestren a niños muertos y que se oigan los gritos de mujeres violadas. También hay muchos diálogos machistas ('La pegué hasta que me dolió la mano') y frases memorables de algunos actores a los que cuesta reconocer, especialmente a Agnes Moorehead en otro papel mezquino. Un buen drama muy de la época.