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Siempre Eva

Comedia Un tímido contable (Leslie Howard) trata de salvar de la bancarrota a un estudio de Hollywood con la ayuda de una sexy mujer (Joan Blondell) y un cínico productor de buen corazón (Humphrey Bogart). (FILMAFFINITY)
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Críticas 8
Críticas ordenadas por utilidad
2 de junio de 2011
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Deliciosa comedia Warner sobre el funcionamiento de un estudio ficticio de Hollywood, el Colossal. Al borde de la bancarrota, su consejo decide enviar a su mejor economista, con poder absoluto, para que investigue “in situ” el estado de los estudios, con el fin de emitir un informe decisivo.
El enviado es Atterbury Dott (Leslie Howard), un genio de las finanzas, “el más brillante economista de Wall Street en los últimos 10 años”, pero sin ningún conocimiento previo del mundillo del cine y sin ningún tipo de habilidad social. Allí conoce de primera mano la trastienda de los rodajes y las estrellas.

Tay Garnett (“El cartero siempre llama dos veces”) ofrece una visión satírica y casi esperpéntica, con estrellas y técnicos despilfarrando el dinero. Todo el mundo ansía un trabajo en una película. Aparecen estrellas de cine mudo mendigando un papel, la madre de una niña de prodigio suplicando una prueba de canto y baile para que la contraten, o incluso una foca amaestrada.

Lo mejor del film es la magnífica exposición que hace de cómo funciona realmente un estudio por dentro. En este sentido, es una de las mejores muestras de cine dentro de cine.

Por lo que respecta al argumento, su desarrollo es algo más convencional. Aderezada con toques de humor (a veces negro), la narración avanza a ritmo irregular. En el reparto se incluyen dos estrellas de la Warner: Leslie Howard en la cima de su carrera y Joan Blondell, más otra aún por explotar que acabaría convirtiéndose en mito, el eterno Humphrey Bogart.
Howard quizá abusa un poco de sobreactuación, Blondell derrocha simpatía y frescura con su mirada de “ojos grandes y separados” en su papel de ex-niña prodigio (“Yo encabezo la lista de los que están acabados en Hollywood”) pero que no tiene reparos en hablar claro: “Tienes cifras en la sangre en lugar de glóbulos rojos”. Los diálogos no tienen desperdicio.
Y por encima de todos está Bogart, que saca por momentos una faceta cómica desconocida, pero absolutamente genial (impagable escena de los carteles).

No se puede hablar de una película redonda; su final, por ejemplo, parece muy precipitado, pero se ve con agrado y se disfruta.

Excelente muestra de cine dentro de cine. Imprescindible para saber cómo funcionaban por dentro los estudios en los años 30.
Gabriel Ufa
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24 de mayo de 2010
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Divertida comedia que en clave de humor sobrevuela a no mucha altura algunos de los rincones de Hollywood, y por extensión de la sociedad toda.
Como no se trata de un ensayo (ni lo pretende) su quehacer se fundamenta en el empleo de una desenfada y burlesca exquisitez, de un guante blanco que no hiere ni ofende, de una mirada intrascendente que observa pero no traspasa, de una cierta sátira sutil y, en todo caso, de un enfoque que, deliberadamente, no va más allá del entretenimiento.

El resultado es que se pasa un rato ameno.
Y, a veces, nos sorprende con lances muy ingeniosos.
ÉGIDA
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3 de julio de 2011
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
PELÍCULA
SIEMPRE EVA… 1.937
Director: Tay Garnett.
ACT: Leslie Howard, Joan Blondel, Humphrey Bogart.
Esta película empieza de una forma muy convencional y acaba un tanto extraña. Un contable va a Hollywood a salvar unos estudios que van a ser absorbidos por una gran compañía. Cuando llega allí se da cuenta de que todo es un caos.
Los dos protagonistas masculinos tienen muy buena química, es una pena que no haya muchas escenas juntos: uno es un contable freak que llama a los actores unidades y el otro es un productor borracho que dice las verdades a la cara. Entonces la película da un giro y el contable se convierte en un sindicalista echando de los estudios a los magnates. Al final acaba antes de que realmente acabe, con lo que te deja interrumpido. Las unidades se vuelven personas. Las personas se unen bajo la batuta de un contable.
Hay guiños a los primeros pasos del cine, la salida de los trabajadores, a las películas de Chaplin (pisotean al protagonista) y números irrisorios más típicos de cine mudo (la enseñanza de la llave), o que en el hospedaje donde vive haya una foca y un pingüino.
Una película interesante para pasar un buen rato.
rafalmur
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16 de marzo de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Siempre Eva" es una divertida visión del Hollywood de los años 30, desde el prisma de la comedia, a veces incluso de la sátira, diciéndose cosas serias que, desde un punto de vista serio, tal vez no se podrían haber dicho. Humphrey Bogart destaca mucho en el reparto, y su entrada en escena como productor de cine que lleva en brazos a un perrito es genial, yo diría casi que antológica. En cambio, Marla Shelton es tan mala actriz como actriz ficticia que como actriz real. Leslie Howard, un gran actor, recuerda aquí un poco a Buster Keaton, y el reparto es redondeado por la gran Joan Blondell, en un papel dinámico y chispeante al que esta actriz saca todas sus posibilidades. Shirley Temple, la saga de Tarzán...El cine de Hollywood de la época es satirizado sin contemplaciones en esta divertida comedia, que sin duda es una de las mejores películas de la filmografía de su director, Tay Garnett.

Para mí, este largometraje es de los mejores de su época, dentro del subgénero del "cine dentro del cine".
Pedro Triguero_Lizana
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27 de abril de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La secuencia de la entrada en la habitación de Humphrey Bogart con un perrito en brazos es, quizás, lo único reseñable de una modesta comedia de Garnett ('El cartero siempre llama dos veces') que rinde homenaje a las película de Chaplin (la marcha de los obreros), Tarzán y demás, con la siempre simpática presencia de Joan Blondell para aligerar el proceso. Quizás si el protagonista hubiera sido alguien más carismático que Leslie Howard, que se pasa la película poniendo caritas como de Gary Cooper-Buster Keaton la historia del film hubiera sido otra. Se deja ver, de todas formas.
Ojka
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