Los fugitivos (TV)

El que fuera director de obras tan reconocidas como El exorcista (The Exorcist) y The French Connection, contra el imperio de la droga (The French Connection) realiza este pequeño homenaje al cine juvenil de los cincuenta. Los fugitivos formó parte de un ambicioso proyecto televisivo en el que distintos directores (Robert Rodriguez, John McNaughton, Uli Edel…) rememoran una época ya clásica, la de las bandas juveniles, las carreras de coches, las niñas bien y los rebeldes.

El guión de la película que nos ocupa se centra en la peligrosa relación que se establece entre Angel (Shannen Doherty) y Tony (Antonio Sabato Jr.), ella no es la niña bien que aparenta, mientras que él es un tipo peligroso en el que no se puede confiar. Dicha relación les llevará a ser repudiados por su entorno, así como a un viaje por la senda peligrosa de la vida.

Con una correcta ambientación, la película se beneficia de la buena química existente entre sus protagonistas. Destacar asimismo la presencia en el reparto de un entonces desconocido Adrien Brody y de Adrienne Barbeau, actriz de referencia en el cine de género (léase de terror) gracias a sus trabajos con George A. Romero o John Carpenter. Desgraciadamente, a la plana realización de Friedkin se une un guión que se debate entre la pura parodia (véase la escena de sexo oral en el coche o la que tiene lugar en un puente) y el homenaje, como por ejemplo ese final a lo Dos hombres y un destino (Butch Cassidy and the Sundance Kid). Ello acaba lastrando el resultado, pero no evita que la película sea disfrutable si se toma como lo que es, una entretenida serie B repleta de clichés y lugares comunes.