The Night Visitor

Pues sí, me sorprendió un montón encontrarme con dos de los actores fetiche de Bergman en una peli sueca no dirigida por él. Mucho. Y más teniendo en cuenta -por si fuera poco- que los roles de Liv y Max en “The night visitor” poco o nada tienen que ver con los turbios y complejos personajes a los que este par nos tienen acostumbrados. Me atrevería a conjeturar, incluso, que esta peli pudo ser para estos dos grandísimos intérpretes una especie de terapia o de canita al aire para huir -aunque de forma transitoria- de las habituales paranoias místicas, religiosas y metafísicas del sueco. Ella encarnando a una mala -malísima- hermana y él, a un Conde de Montecristo vengativo y saltarín.

Con ello no quiero decir, ni mucho menos, que la peli de Benedek sea una bagatela o un divertimento puro y duro. Es más, no creo que resulte nada fácil otorgarle tanto mordiente y atmósfera a una peli con un guión tan sencillito y una puesta en escena tan austera. Y menos, atreverse a rematarla -para más inri- con un desenlace absolutamente memorable.

Por eso mismo os animo a que la veáis. Porque vale la pena, os lo prometo. Nunca una canita al aire estuvo tan justificada, en serio. Y si no me creéis, pasaos por la crítica de Valkiria. Estoy seguro que ella sí sabrá convenceros. Conmigo lo logró. Obvio ¿no?

Así es como me he quedado después de encontrar por pura casualidad esta coproducción desconocida (con apenas 150 votos en este momento), interpretada por Sydow, Liv Ullman y el grandísimo Trevor Howard. Casi nada.

Si bien es cierto que ella apenas tiene oportunidad de demostrar su cariz como intérprete, el hecho de verla enfrentada de nuevo a Max Von Sydow aunque sea por séptima vez (si mal no llevo la cuenta) hace que la película gane enteros. Una película que desconcierta de principio a fin, en la que Mancini compone una banda sonora desacorde, desagradable y hasta estridente para acompañar las peripecias bien tramadas de un Max Von Sydow que entra y sale del manicomio en medio de la noche y del frío estepario de ese remotísimo lugar.

No es una cinta de terror. Es un thriller de bajo presupuesto, austero, sin afectación o efectismos frusleros que sin embargo atrapa como ninguno. Logros de un notable guión y de una ambientación sombría de lo más hosca y huraña. Fantasmal por momentos.

Imagino la rudeza del rodaje, especialmente por la parte que le toca a Sydow, semidesnudo durante la película entera en esas tierras intratables urdiendo la venganza contra su familia.

El “acabose” es el final aunque suene redundante: final sorpresa que puede dar lugar a reacciones diversas: unos prorrumpirán en carcajadas, otros patalearán la mesa. En mi caso, yo de piedra y medio muerta de frío. Qué desconcierto...

Vaya sorpresa, agradable, por supuesto. Una que está harta de devorar cine mediocre y malo, en aras de satisfacer (infructuosamente, la mayoría de las veces) cierta fijación con el género de terror y el thriller, y resulta que, por pura casualidad, llega un día hasta mí esta cinta del 71, hasta el momento, una perfecta desconocida. Ha sido como encontrar un oasis en medio del desierto; un desierto salpicado de grandes películas que ya han pasado a los anales de la cinematografía, pero claro, “ésas” (cualquier amante del cine, en general, y de estos géneros, en concreto, ya sabe de qué películas hablo) ya las he visto, algunas en innumerables ocasiones. Lo demás, pues eso, bazofia, o con suerte, películas “pasables”, tal vez “interesantes”.

Bien, y tras el desahogo del párrafo anterior, vamos “al turrón”. La cinta, en mi opinión, no es de terror, sino de intriga, con cierto grado de morbo y algo de sangre, eso sí. Resulta bastante austera –a ver, que es Sueca– e inquietante, con un buen guión, harto interesante, al cual se le podría haber sacado algo más de jugo, eso también es cierto. La atmósfera está muy bien dibujada y te atrapa de principio a fin. Los personajes –a los que dan vida, entre otros, dos de los actores fetiche de Bergman: Ullmann y von Sydow– son sencillos, pero no por ello planos o mal definidos. Muy por el contrario, con un simple esbozo, ya se comprenden a la perfección sus motivaciones, temperamentos y emociones. Me gusta especialmente la relación que se establece entre Trevor Howard (el policía) y Max von Sydow.

Y el final… pues juzgad vosotros, aunque no diréis que no es llamativo. Lo dicho, una joyita.

Ciertamente me puse esta película porque estaban dos de mis actores preferidos del cine, Liv Ullmann y Max, dos pedazos de actores relacionados casi siempre con el cine de Bergman.
Como siempre puedes encontrar títulos desconocidos que te hacen pasar un rato mucho mejor que cualquier película con una gran publicidad y este es el caso, pero de ahí a decir que esto es una grañidísima película está bastante lejos.
Película entretenida desde el principio hasta el final donde se mantiene la tensión sobre un asesino que se sabe desde la primera escena.
Simplemente es un thriller americano en un paisaje sueco. Hay thrillers mejores y peores y este está bien, es entretenido aunque me resulta curioso ver a estos dos pedazos de actores relacionados casi siempre con el cine psicológico de Bergman a verlos enfrentados por un asesinato.
Las interpretaciones no son malas pero tampoco es que Ullmann tenga la posibilidad de demostrar su gran talento como actriz como hará más tarde en películas relacionadas con Bergman, las actuaciones son correctas y el doblaje patético, es una pena que no la he podido encontrar en versión original subtitulada porque este doblaje destroza por completo la voz de Ullmann, pero que se le vamos a hacer, en España hay que doblar todas las películas.
Lo mejor de la película es ver las hazañas de Sydow por salir del psiquiátrico, donde este será presentado desde un principio como un lugar imposible para poder salir o escapar y resulta curioso ver como se las arregla para escapar.
El guión está bien, las sorpresas bien llevadas hasta el final y las piezas del puzzle bien encajadas para llegar a conseguir una película creíble e interesante hasta el final.
Sin más una thriller interesante con dos grandes actores donde tampoco es que tengan la posibilidad de demostrar su gran talento como actores pues interesan más otros aspectos en este tipo de cine.

Cuando era un crío recuerdo haber visto esta peli y con el paso de los años, sus imágenes seguían grabadas en mi cerebro: un hombre semidesnudo escapando de un manicomio sueco en pleno invierno gracias a cuerdas de su propia ropa. Las visitas nocturnas eran para asesinar a todos aquellos que le metieron en ese sitio y así poder vengarse de ellos.

Con los años no me la quité de la cabeza pero no tenía ni idea de su título o ni siquiera de quién la protagonizaba. Gracias a este gran invento que es Internet, di con ella. La compré en DVD y la revisioné. Sudor frío pero... INCREIBLE. Tan buena como la recordaba. Un guión potente, imágenes escalofriantes (literalmente) y un Max Von Sydow eterno en este papel. Mucha intriga y un final apoteósico (que no desvelaré, pero que también me acompañó todos estos años). RECOMENDADÍSIMA.