Haz click aquí para copiar la URL

La frontera

Intriga En El Paso, punto fronterizo entre México y los Estados Unidos, es frecuente el tráfico de drogas y el paso clandestino de inmigrantes ilegales, lo que lo convierte en un lugar especialmente peligroso para la policía. Charlie Smith es un guardia de frontera que vive en permanente conflicto con su conciencia. (FILMAFFINITY)
1 2 >>
Críticas 6
Críticas ordenadas por utilidad
16 de octubre de 2009
13 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interesante thriller / drama filmado en 1981 y protagonizado por el gran Jack Nicholson en la que es, sin duda, una de sus mejores interpretaciones; Nicholson es Charlie Smith, un policía de aduanas de Los Ángeles que tendrá que hacer frente a la corrupción y al tráfico ilegal de "espaldas mojadas" -mejicanos que intentan cruzar de México a USA ilegalmente- por parte de sus propios compañeros de trabajo, entre los que se encuentra un convincente Harvey Keitel.

Jack Nicholson sobresale, estás con él hasta el final y uno se mete de lleno en la película esperando a que Jack acabe con los malos y destape toda la ola de corrupción que se cuece en la policía de frontera, entre los que también se encuentra el veterano Warren Oates. Desde luego en "La frontera" Nicholson vuelve a mostrarnos su gran versatilidad como actor, del escritor chalado de "El replandor", pasando por el delincuente Frank Chambers de "El cartero siempre llama 2 veces" a interpretar a este honrado y sobrio agente de aduanas.

Debut cinematográfico de Elpidia Carrillo como la jóven madre inmigrante que recibe ayuda de Nicholson, posteriormente famosa por su intervención en "Predator".

Muy buena fotografía de Vilmos Zsigmond (Deliverance, El espantapájaros, El cazador).

"La frontera" es sin duda una obra destacable en la filmografía de Nicholson. Tardaría 4 años en hacer su siguiente película digerible: "Prizzi´s Honor".

Por desgracia, uno de los temas principales de "La frontera", la inmigración ilegal, está muy candente en la actualidad.
cartagenero_humilde
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
20 de febrero de 2008
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jack Nicholson humaniza a un policía incorruptible que vigila una zona de la frontera de los Estados Unidos con México en esta interesante producción de principios de los 80.

Sin ser gran cosa, La frontera es una película que permite ver al gran Jack interpretando un papel de duro humano resignado a su suerte en un entorno hostil. Su mujer y sus compañeros, no harán de él la persona que no quiere ser.
SEDUCIDOS
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8 de febrero de 2013
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
El "Free Cinema" fue un movimiento cinematográfico británico que nació en los años 50 y se prolongó hasta la década de los 60, y que narraba con una estética realista el cine de ficción y documental, ocupándose de retratar historias creadas a partir de lo cotidiano y comprometido con la realidad social de aquel entonces.

Tony Richardson fue uno de los más genuinos representantes de este estilo, en este film lo vuelve a intentar 20 años después, pero bajo el prisma de Hollywood y con mucha más experiencia con su filmografía, pues ya había realizado grandes películas, reconocidas por la crítica y el público: (La soledad del corredor de fondo, 1962; Tom Jones, 1963, gran triunfadora en los Oscars, entre otras).

La película nos ofrece una sincera y descarnada crónica de lo que ocurre en la frontera entre Mexico y U. S. A., las dificultades que sufre un agente de fronteras honrado (Jack Nicholson) que acaba de incorporarse al destacamento y trata de adaptarse ayudado por un compañero (Harvey Keitel) a la detención de los sin papeles o “espaldas mojadas”, que cruzan la frontera. Pronto se verá acosado por la corrupción policial que negocia con los traficantes de seres inocentes que sólo buscan un futuro mejor, su mujer, caprichosa y banal, no le ayudará con sus problemas de conciencia, incluso lo empujará al abismo de una vida libertina y sin valores.

Lo mejor en mi opinión, es la soberbia interpretación de Jack Nicholson, antes de cayera en la sobreactuación de películas posteriores que llegaron a convertirle en una caricatura de si mismo. Harvey Keitel está muy sobrio como siempre, dirigidos con mano maestra por el director y por la magnífica fotografía de Wilmos Zsigmond, sin olvidar la música de Ry Cooder.
Richarson vuelve mostrar una realidad social que sigue vigente a pesar de los años, la dramática situación de la pobreza del sur con la opulencia del norte, el “Sueño americano” de llegar a la “Tierra prometida” personas explotadas por las mafias que logran sobornar a la policía, lucrándose con el sudor de los desheredados.
Antonio Morales
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7 de abril de 2016
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Puede presentar alguna incongruencia argumental, pero esta película gana enteros y se reafirma como lo que es, puro poderío y encanto audiovisual. Lo cual es debido a la sobria firmeza con la que está rodada la historia (que después agitará al espectador con un par de impresionante escenas de acción), a la contrastada gama de espontáneos matices que repercute sobre el cuadro (lo cual irremediablemente construye la identidad de Charlie; sus ademanes y su actitud), y por supuesto a la figura de Jack Nicholson.

¿Que decir, verdad? Qué actor... Qué imagen! Un nuevo personaje impresionante. Como siempre visceral, como solo lo sabe ser él, pero a la vez con la peculiaridad de que su bestial carisma emerge aquí desde un personaje más contenido, más parsimonioso. Y no por ello la función es menos atractiva... ni mucho menos. De hecho, el dicho personaje me ha recordado bastante a otro de los peliculones que protagoniza, 'El juramento', exactamente 20 años después, lo que no es nada...

Os voy a dar una razón por la que hay que ver esta película, sí o sí. Dejando de lado el hecho que de por sí es muy entretenida y muy buena, hay una escena que es 'fucking beast', es que no puedo denominarla de otro modo.

<< Está Charlie en el jardín de su asquerosa casa, en la que acaba de dilapidar el dinero conseguido a lo largo de toda su vida, haciendo pinchos con escaso entusiasmo y con cara de malas pulgas para alimentar a una horda de subnormales estirados, en aparente estado de desnutrición, al parecer. La repugnante furcia descerebrada de su mujer entra en escena y centra el foco de su queja en su lentitud y en que los aperitivos ya se habían acabado. ["¿Se han acabado?", repite Charlie con un evidente tono que dejaba entrever en toda su integridad lo afligido y preocupado que se encontraba al enterarse de tal descorazonadora realidad] Entonces viene la mujer del vecino policía corrupto y la reprimienda por echarle la culpa, afirmando que "Charlie hace lo que puede". Acto seguido, se le acurruca encima del hombro y dice: "¿La gente tiene hambre? Pues vamos a darle de comer!" Coge un trozo de carne y se lo tira a un tío. El tío mira su camisa con cara de "¿y esto a qué coño ha venido?", y tras pensarlo un instante contraataca. Todo el mundo se pone a hacer una guerra de alimentos, y Charlie, abandona la posición. En lo que su mujer grita horrorizada: "¡Charlie, la parrilla, SE QUEMA! ¡HAZ ALGO!" Y este, con gesto lacónico llega dispuesto a poner remedio al nuevo drama surgido, coge la barbacoa portátil, la arrastra y la precipita a la piscina al comentario de "La sopa está lista". >>

La más genuina de las esencias del desencanto vital.
El Extranjero
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
30 de agosto de 2017
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El Programa Bracero (1942-1964) fue un acuerdo binacional con el que México abastecía de trabajadores agrícolas a los campos de cultivo y granjas estadounidenses, ya que, innumerables labriegos habían ido a la guerra… y, bien que se sabía que muchos nunca volverían. En un pueblo, llamado Empalme, estaba el único centro de contratación para dicho programa, y pronto se desbordó el número de mexicanos que, acosados por toda suerte de necesidades y en busca de una nueva esperanza, pasaron hambre y enfermedades para llegar hasta allí. Muchos murieron antes de llegar y muchos otros serían rechazados por sus condiciones físicas. Desde entonces, miles de mexicanos -y gente de otros países latinoamericanos- quiso cruzar la frontera estadounidense a como diera lugar.

Un día, una bonita y joven madre mexicana quien, tras perder a su esposo, también alienta el sueño americano, reprende a su hermano mientras le arrebata las tapas que sustrajo de la camioneta en que viaja el nuevo agente de la Border Patrol (Patrulla de Frontera), Charles Smith, y cuando se las devuelve, al apreciar ese gesto de dignidad y contemplar su dulcísimo rostro, el policía queda prendado de ella, más cuando la sigue viendo, junto a su bebé y su joven hermano, entre los muchos humildes braceros que luchan por cruzar la frontera hacia los Estados Unidos. En adelante, la tendrá entre ceja y ceja, y su mayor propósito será ayudarla a lograr su cometido.

Pero, en el proceso, Charlie va a descubrir el perverso negocio que subsiste con el tráfico de inmigrantes, y tendrá que vérselas con una maraña de explotación, tráfico, abuso… y múltiples asesinatos, que también pretende envolverlo.

No es un tema nuevo en el cine, porque es una álgida y terrible problemática que, por décadas, ha desatado innumerables dramas y tragedias que siempre vale la pena contar, pero, el drama y la conspiración que ahora nos narra el director Tony Richardson, contiene bastante calidez humana y también mucho de definición de un infame negocio que impactará a quienes poco o nada saben del tema y, quizás, despierte y/o movilice algunas conciencias.

Jack Nicholson, luce muy aplicado como el policía que, impulsado por su frívola esposa Marcy (Valerie Perrine), ha dado el paso de irse hasta, El Paso, en busca de nuevos horizontes… y de impactantes sorpresas. A su lado, Harvey Keitel es “Cat”, todo un felino en busca siempre de ingenuas presas; y, Elpidia Carrillo, es María, la joven muchacha que dará un gran giro a la vida del policía estadounidense y lo hará sentir que los mexicanos también tienen alma.

La precisa ambientación deja claramente plasmadas las muchas carencias que todavía padece un amplio sector del país de Juan Rulfo, María Izquierdo, Carlos Fuentes… y Emilio Fernández. El guion de Deric Washburn, Walon Green y David Freeman, resulta muy bien dosificado en lo sociológico y lo emocional; y Richardson demuestra, una vez más, que su madera de artista era bastante sólida.

Mención a la bonita canción cantada por Freddie Fender, “Across the Bordeline”, con la cual se abre y se cierra la película.

Título para Latinoamérica: FRONTERA VIOLENTA
Luis Guillermo Cardona
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow