El cuerpo

Honestamente, dentro del género de películas donde se encuentra el Santo Grial en una esquina o los asesinos de rituales tienen tiempo de lanzar crípticos mensajes matemáticas, hay algo en la simplicidad de "The body" que me resulta atractivo. Honestamente, creo que es la clase de cinta que uno puede ver una aburrida tarde de domingo y no lamentar la inversión.

Jonas McCord plantea una buena premisa, un hallazgo arqueológico que hace tambalearse ciertos presupuestos del Nuevo Testamento. Sí, una premisa un poco hiperbolizada, pero creo que más factible que muchas de las cosas que plantean los Dan Brown de turno (lo cual no quita que haya que quitarse el sombrero ante la capacidad que han tenido de convertir este estilo en un súper-ventas).

Olivia Williams y Antonio Banderas están creíbles como compañeros de esta aventura, por supuesto, la no espiritual y el creyente, que en este género es como el poli bueno y el poli duro. Es cierto que peca de buenismo en algún momento, pero siempre es preferible a decantarse por alguna postura u otra con claridad y fariseísmo. También destacar a un veterano de lujo como Derek Jacobi.

A medida que avanza la trama, va perdiendo fuerza, aunque entretiene si uno se deja llevar. Apenas raspa la superficie de problemas geoestratégicos y religiosos de primer orden, pero se deja ver con calma y reposo, sin la incómoda sensación de que te vayan a revelar verdades universales.

Planteamiento inicialmente interesante al intentar combinar el cuestionamiento (tanto moral como fundamental) de las religiones con un poquito de intriga y espionaje. La posibilidad planteada por la novela es verosímil –no confundir con "basada en hechos reales"–, pero al final todo cae en saco roto y no se eluden el espectáculo pirotécnico de bajo presupuesto, una música plagada de moderneces inadecuadas, algunos golpes de humor más propios del género de acción americano –lo de la mujer agresiva al volante está muy visto–, una actitud finalmente complaciente –es decir, cobarde– para con la fe católica, y algunas gilipolleces varias –Banderas tendido haciendo el Cristo, entre otras–.

Creo que la historia que trata ésta cinta es bastante interesante, tanto para creyentes como para no creyentes, sobretodo los diálogos que tienen los dos protagonistas, pues uno lo mira todo desde el punto de vista bíblico y la otra desde el científico. Es solo que la manera de realizar la película no ha sido la idónea, pues el espectador se duerme por momentos.

En cuanto al tema que trata, no habría tantas conspiraciones para que no se encontrase el cuerpo, ni la Iglesia se vería tan perjudicada, si en su debido momento no se hubieran inventado la divinidad de Jesús siglos después de su muerte, en un concilio organizado por la iglesia (no recuerdo el Papa). ¿No les basta con que Jesús fuera un profeta, humano como todos? Ahí es sobre todo, cuando se creó la gran mafia que ha sido y es a día de hoy.

Discreta producción de intriga religiosa protagonizada por nuestro Antonio Banderas en la cima de su carrera y que se saldó con un importante fracaso de taquilla. Parte de una premisa argumental interesante hasta el punto de que se le queda grande. La confirmación del hallazgo de los restos de un cuerpo en una tumba en Israel que podría ser el de Cristo pondría patas arriba las bases del cristianismo. Semejante planteamiento da para una tesis doctoral y The body no es más que una humilde película de misterio con algunas dosis de acción para entretener al personal sin muchas pretensiones.

Este interés por cuestionar el cristianismo se puso de moda a comienzos del siglo XXI, sobre todo a raíz del best seller de Dan Brown El código Da Vinci y su famosa adaptación cinematográfica. Toda una sarta de chorradas sin pies ni cabeza y que sin embargo barrieron en taquilla. En este sentido me parece más seria la que nos ocupa. Lo relativo al misterio que se plantea se deja ver pero se conoce que para que la historia no fuese muy aburrida se decidió introducir algo de acción de la mano de un comando palestino que teme que el descubrimiento pueda perjudicar sus intereses políticos. Su presencia en la trama está metida con calzador y no resulta creíble.

Otra de las cosas que me molesta de la película es la ambigüedad a la que juega el guión a la hora de explicar la autenticidad del cuerpo hallado porque te despista y hace que la interpretación de Banderas sea muy forzada. Se trata de un papel complicado del que sale airoso agradeciendo que no sea él mismo quien se doble. El protagonista tiene constantes dudas a cerca de la veracidad del descubrimiento que ponen a prueba su fe.

Partiendo de un tema interesante; como es la aparición de unos huesos que pueden pertenecer a Jesucristo, y pasando por los intentos de tapar este descubrimiento por parte del Vaticano y de terroristas israelís; tenemos aquí una película bastante mediocre que se alarga hasta el infinito sin provocar la más mínima intriga ni interés.

En ningún momento de la película me creo que Antonio Banderas sea sacerdote ni que le encomienden tal misión, por eso no me exraña que la ¿arqueóloga? se ría al verle con la sotana. Yo creo que ni en ese momento Banderas se enteró de que en esta película no estaba interpretando al Zorro.

La película es muy previsible y bastante aburrida. Quizá lo único bueno es su intención: diferenciar entre la fe en Dios y la Iglesia; y mostrar que aunque se pudieran desverlar ciertos misterios sobre la vida y muerte de Jesucristo, habría muchos intereses que harían lo posible por taparlos y muchos fieles seguirían creyendo lo que creían, sin cuestionar a la Iglesia. Pero para este fin hay libros, películas y videojuegos infinitamente mejores.

Totalmente prescindible.