Tears of the Black Tiger

Ficha rápida: Película tailandesa rodada con un presupuesto de 25,848.5 bahts tailandeses (*). Género: hortera. Recadación en EEUU y Europa: cero euros (cero dólares), pues sólo se bajó por internet.

La pelícla es hortera, calificación que algunos no consideran género, mas en un error se encuentran, por ausencia enciclopédica seguramente, ya que este género nace aquí, con esta peli, y eso no es moco de pavo.
Lo que más sorprende es que no se sabe si parodia Hasta que llegó su hora, o si sus múltiples y grotescas referencias a la susodicha son un sincero homenaje. Debe destacarse al respecto que los ojos de Charles Bronson son más achinados que los de los protagonistas tailandeses.

En cualquier caso, los diálogos son simplones, el guión previsible, y los personajes planos, así que con un 6 van que chutan.

Todavía tengo en mis ojos las lagrimas de la emoción de haber contemplado tal obra maestra de este director del cual me declaro desde ahora y para siempre, fan incondicional. ¡Bravo!

¡Oh! ¡Que primeros planos impagables! ¡Que montaje tan sublime! ¡Que carisma de los personajes! ¡Que gusto tan exquisito para combinar el rosa y el cyan! Mr. Sasanatieng, hoy, has cambiado mi vida, mañana mismo iré al Pinturas Bricobal y compraré botes de pintura rosa y cyan para pintar mi habitación entera con esos colores.

Y para que hablar de esas escenas de acción, una autentica delicia, con sus borbotones de sangre, sus increíbles explosiones y esos zooms a los carismáticos rostros de los personajes tan sumamente expresivos. ¡Chúpate esa, Hollywood!

Inmensa obra cinematográfica que junto a su otra obra magna, Cititzen Dog recomiendo desde ya a todo amante del buen gusto. Un diez incontestable para este western dramático comedioso romántico de acción.

Me habían dicho que esta película iba a sorprenderme, y yo que en el cine asiático ya he tengo una cierta experiencia andaba con una idea casi pre-fabricada de lo que me iba a encontrar. En cuanto la puse, vi como me había equivocado.

Desde luego, lo que más entra de la película es a modo visual, el argumento está bien, los diálogos son a veces un poco ñoños, pero dado el género que intenta parodiar (a veces el drama televisivo, a veces el western) esto parece bastante adecuado. Lo curioso aquí reside en la paleta de colores, que parece una versión cutrificada del technicolor con toques pastelosos a montones, con casitas rosas, cortinas verdes, fondos pintados a mano y escaleras con alfombras rojas. Un verdadero horror, sí, pero terriblemente divertido, y muy bien cuidado. Con ese bigote pintado que lleva uno de los personajes, los vestidos verdes de la chica, la sangre granate a veces, a veces rosa...porque esa es otra, "Las lágrimas del tigre negro" mezcla los colores pastelosos y remilgados con ultraviolencia, a saber: gente explotando, pedazos de cerebro volando por la pantalla y borbotones de sangre. Todo esto le da un toque de humor auto-paródico (y a esto ayudan las actuaciones, todas ellas exageradas de forma cómica) que se mezcla con un argumento bastante dramático. La he acabado de ver y aún no sé si el director pretendía hacernos reir o hacernos llorar, pero en mi caso ha logrado con creces lo primero, y aún sin que me acabara de desvincular de la parte dramática de la película.

Por un lado, la fotografía recuerda a un anuncio de la Barbie, a un videoclip de Acqua, o a un episodio de los osos amorosos; pero por otro, la violencia y los primerísimos planos de cerebros, mandíbulas o miembros diversos esparcidos a balazos, rememoran más bien a un Tarantino con sobredosis de cafeína.
También resaltar que, a veces, los decorados son tan evidentes que parece teatro de barrio (qué decir del bigotillo postizo del malo: si hasta el de Groucho parecía más real...), y que el guión oscila sin término medio ente el spaghetti western (música incluida), el gore, y las telenovelas venezolanas de amor.
Película rara, rarísima, que consigue pegarte al asiento ni que sea por intentar comprender qué es lo que estás viendo.
Recomendable para quien guste de filmes inclasificables.

Una rareza, eso es "Las lágrimas del tigre negro". El film hace un pupurri de géneros asombrosos. Western cutre con caballos, sombreros de cowboy, bigotes pintados con lápiz de cera, fusiles, duelos con pistolas, pero también granadas, bazocas y muchas barbaridades. Mafias enfrentadas con la policía; drama romantico pasteloso sin precedentes que hubiera firmado/plagiado la propia Ana Rosa Quintana, con un amor imposible entre un campesino cowboy mafioso y una chica de la nobleza hija del poli jefe del pueblo. Cursilada repleta de sangre muy roja, trocitos de carne volando por el aire y salpicando sus torpes decorados. Y por si fuera poco tiene unos puntos cómicos tan inclasificables como el resto de la película.

Y todo bajo el color tailandés cursi y recargado repleto de rosas, amarillos, verdes, azules y colores crema chillones. El tal Wisit Sasanatieng se lo pasó de fábula haciendo este film único en su especie y se transmite a través de la pantalla. Sin duda "Las lágrimas del Tigre Negro" puede parecer una tontería de película, de hecho lo es, pero esta fusión casi esperpéntica te llena de curiosidad y te satisface.