Peligro... Línea 7000

El presupuesto de Peligro ...Línea 7000 no era para tirar cohetes y por eso contrataron a un novato llamado James Caan. Y si a eso unimos la poca implicación de su director Peligro... Linea 7000 es una de las pocas realizaciones de su director que no pasa el corte. Lo mejor son las secuencias de las competiciones de los autos locos, todo lo demás que pasa entre hombres y mujeres no está acorde con la reputación de su director. Cuando los resultados no son los apetecidos dicen que el director no estaba implicado, tenía varicela y cientos de cosas para excusar al director que en el fondo es humano. Genio pero humano.

En estos afanes completistas que le dan a uno, para calmar la insaciable curiosidad cinematófaga, tiene lamentablemente en ocasiones que tragarse unos ladrillos indignos de la carrera de un director tan importante como Howard Hawks. Todo es de una ínfima calidad en esta película: el guión, las interpretaciones y hasta la música. Desarrollada casi exclusivamente en la pista de carreras y en el bar restaurante cercano, es una aburridísima sucesión de carreras –sacadas en parte de filmaciones reales-, aderezadas con una serie de insustanciales historias de amor entre tres de los pilotos y sus respectivas muchachitas. Con aires de producto televisivo, es cierto que los habituales temas de Hawks afloran -amistad, amor, compañerismo, fidelidad- pero la película no va a ningún lado si no es al desinterés más absoluto. Resumiendo: mala sin paliativos. El único lenitivo posible es ver unos minutos escasos de gran actuación por parte de James Caan, magra cosecha para un film sencillamente olvidable, vituperable y borrable.

Probablemente la peor película del esencial maestro Howard Hawks.

George Kirgo escribe un flojísimo guión basado en una historia ideada por el propio Hawks en el que se alternan dentro de un relato coral varias relaciones amorosas con el trasfondo de las carreras de coches.

Mucha cara guapa, accidentes a tutiplén con panorámicas generales y planos subjetivos, escenas de música y baile, coqueteos elementales con diversos conflictos sentimentales...es decir, un cúmulo de situaciones melodramáticas de nulo interés y escaso enfoque en un progreso narrativo totalmente rutinario.

Esta película, que se diría que nace del propósito de su director de hacer un largometraje con un reparto de actores jóvenes y desconocidos, y sin estrellas (James Caan, en su primer papel importante, no era una estrella todavía) es poco conocida, y creo que merece seguir siéndolo, teniendo en cuenta la inconsistente combinación que ofrece entre un melodrama un poco artificial y unas escenas de carreras de coches que sí, son más interesantes, pero que parecen imágenes de otra cinta, insertadas aquí como si fueran un documental intermitente, y que muestran la pasión de Hawks por este deporte (Hawks fue corredor de coches profesional durante su juventud, en los años 10 del siglo XX). "Peligro...Línea 7000" es como una versión menor de "Sólo los ángeles tienen alas" (Only Angels Have Wings, 1939), y desmerece ligeramente el tramo final de la filmografía de su director. Es un caso curioso: pese a su prestigioso director, pese a un juvenil James Caan, pese a la música de Nelson Riddle, pese al buen empleo del Technicolor para componer el plano, y pese al interés del tema (las carreras de Daytona, Florida), el conjunto flojea.

No me parece tan mala como dicen. Viniendo de quien viene no podía ser mala, pero las críticas no la ponen nada bien.
No es una obra sublime, pero se puede ver y entretiene. Se nota por momento la dejadez en su tratamiento. No profundiza en los temas clásicos de su obra: la amistad varonil, la palabra dada, el honor.
Es interesante, pero no me parece una cinta de Hawks, ni mucho menos. Si no sabes que es suya y te la ponen en un cine la ves pero no te emociona.