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Reykjavík-Rotterdam

Thriller La trama del film se centra en un guardia de seguridad y ex-contrabandista de alcohol en la ruta de Islandia-Países Bajos que, tras atravesar difíciles problemas financieros, se siente tentado de volver a sus negocios ilegales al reencontrarse con un viejo amigo. Seleccionada por Islandia como candidada al Oscar 2010 en la categoría de película de habla no inglesa. (FILMAFFINITY)
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Críticas 12
Críticas ordenadas por utilidad
20 de abril de 2010
29 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un, dos, tres... cosas que sabemos de Islandia. Es una isla del norte de Europa; tiene un clima que combina frío ártico con bocanadas de aire tropical; están tan o más jodidos que nosotros por la crisis económica mundial; sus impronunciables volcanes expelen cantidades record de ceniza; su mejor futbolista de la historia no acabó de cuajar en el Pep Team... y usando el comodín Miss España, allí vive gente maravillosa. Poco conocemos del más famoso proveedor mundial de bacalao, y una de las razones puede ser el poco cine que nos llega de esas tierras. Hecha la queja, puesta sobre la mesa la solución, ya que en dos semanas llegarán a nuestras salas dos títulos provenientes de esas tierras, el primero de ellos ‘Reykjavik-Rotterdam’, seleccionado para representar a Islandia en la última edición de los Oscar.

Que no se escandalicen los seguidores del cine más convencional, y que tampoco se ilusionen demasiado los amantes de los exotismos del séptimo arte, pues el filme de Óskar Jónasson es un producto que muestra máxima fidelidad a los esquemas del thriller made in USA. Eso lo sitúa en el siempre incómodo punto intermedio que supone ser una pequeña decepción para aquellos que esperaban ver en él un entretenimiento técnicamente aceptable (en este aspecto se hace demasiado evidente la falta de un presupuesto considerable, lo cual es a la vez una de las principales causas de un estilo algo telenovelesco), y los que ansiaban una vía para acercarse a una cinematografía que a priori pudiera plantear alternativas frente a los clichés de las películas de intriga/acción que cada semana invaden la cartelera.

En la otra cara de la moneda, sería injusto no admitir que ‘Reykjavik-Rotterdam’ se descubre también como una cinta muy cumplidora -para los dos tipos de público previamente citados-. Si bien comentábamos antes que se le podía reprochar el seguir demasiado al pie de la letra los manuales de un cine que por lejanía geográfica y cultural debería hacérsele más ajeno (aunque nunca es demasiado tarde para recordar que no hay nada que no pueda resolver la globalización), también hay que recordar que como ejercicio de género es una experiencia bastante satisfactoria. En efecto, el film de Óskar Jónasson es ante un todo una historia que sin demasiados alardes consigue captar la atención del espectador sin exigirle nunca demasiado esfuerzo, lo que actualmente ya significa un pequeño triunfo.
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reporter
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28 de junio de 2011
11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es innegable que sin el éxito popular de la novela negra nórdica en la primera década del milenio, la industria cinematográfica de esos países no habría facturado las pertinentes adaptaciones a la pantalla, y también es indudable que si ese boom literario no hubiese sido global, dichas adaptaciones no habrían sobrepasado el mercado interno.

Sin embargo, el carácter "oportunista" de estas cintas no debiera ser excusa para despacharlas sin más. Independientemente de las diferentes calidades de estas propuestas, considero que es una suerte que nos hayan llegado, ya que, históricamente, de los países nórdicos ha acostumbrado a trascender sobre todo el cine "de autor" (Bergman, Dreyer, Kaurismaki, Von Trier, el movimiento Dogma…) y siempre resulta estimulante conocer cómo es su cine más "comercial" (desprejuiciándose además, como ha de de ser, de las connotaciones a menudo negativas del término).

Así, es interesante comprobar, por ejemplo, cómo los paisajes helados, que en su belleza intrínseca constituirían con toda probabilidad una fuente de inspiración visual para cualquier realizador foráneo, son mostrados con la falta de énfasis y la cotidianidad de quién vive en ese contexto (de la misma manera que el París visto por Minnelli o Woody Allen siempre será un espacio encantador, mientras que las calles por dónde transcurre la vida de Antoine Doinel son grises y monótonas).

De esta serie de thrillers he disfrutado especialmente con la islandesa "Reykjavík-Rotterdam". La dirección se puede catalogar de funcional, sin alardes técnicos ni efectismos, pero dando como resultado una narración diáfana que atesora varias virtudes: profundizar en la psicología de los personajes (una de las grandes bazas de la película), mantener un ritmo vivaz que no decae en ningún momento (el ajustado metraje contribuye a no dispersar el centro de atención narrativo) y dosificar sabiamente los momentos de puro suspense, un suspense que funciona siempre, y de manera para mi gusto muy efectiva, a dos niveles paralelos e interconectados: el externo (los avatares del contrabando de alcohol a través de la ruta naval) y el interno (las complejas y cambiantes relaciones entre los personajes).

Destaca positivamente, también —en una característica compartida por bastantes de estos títulos, y sin que ello sea óbice para la capacidad de entretener—, el trasfondo social muy crítico (la corrupción, las difíciles condiciones de vida…), una visión en definitiva totalmente realista, desencantada y nada complaciente, más emparentada con el thriller "comprometido" de décadas anteriores, tanto europeo como americano ("Z.", "Serpico", "Los tres días del Cóndor", etc.), que con la habitual pirotecnia sin más consecuencias de la mayor parte del cine de intriga más reciente.
Quim Casals
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25 de agosto de 2010
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Algunas veces te "topas" con este tipo de películas inesperadas que te sorprenden gratamente. Islandia me sorprende cada día más. Un punto tragicómico que te mantiene conectado con el discurso del film. Personajes bien caracterizados, intriga, misterio, acción... todo en su justa medida.

Aporta parte de ese frío islandés. Sus paisajes, sus gentes, su color ( o más bien su falta de él). Un thriller de los que hacen falta. Quizás ciertamente previsible, pero no por ello aburrida ni falta de ritmo.

Una buena recomendación para cualquier momento.
canarioburgos
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20 de diciembre de 2010
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Viaje a la desazón. Aventura desmedida.
Desde Islandia nos llega un drama frío con dosis de acción. El aburrimiento está obsoleto en una aventura como la que nos cuenta Jónasson. El contrabando es el tema principal, y sirve de enlace con el verdadero problema humano que genera y justifica toda la película.

No se la recomendaré a todo aquel que me cruce, pero salgo contento de ver una trepidante historia en la que se enfrenta la velocidad y el sacrificio del honor. Todo ocurre a buen ritmo. Los personajes están a la altura y es, en definitiva, un film algo más que correcto.

Avanza hasta el sprint y saborea el resultado aunque los malos tengan cara de malos desde el principio.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Javier Moreno
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7 de junio de 2011
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque los islandeses me parecen gente sensata y culta, esta película es un thriller bastante pasable: su mención para los Oscar 2010 sólo fue una estrategia para relanzar comercialmente una historia que gustará a los fans de complots, corrupciones y casos al estilo Millenium. La trama gira entorno a un padre de familia exconvicto que decide pasar ilegalmente alcohol desde Holanda hasta Islandia a fin de salvar su economía. En medio hay mucho matón, amigos traicioneros y efectos de feria. En la ruta de Reyykjavík-Rotterdam (¿por qué no al revés?) hay humor negro que no funciona y una trama poco interesante que acaba de forma atropellada, exagerada. A Baltasar Kormákur, actor protagonista (el director y productor de cine más influyente de Islandia; y para colmo, hijo de un pintor barcelonés), le toca realizar este viaje de ida y vuelta a la ilegalidad que sólo sirve 'para pasar el rato'. Tocará ver más para encontrarnos con lo mejor de un cine para nosotros tan exótico como el islandés.

Xavier Vidal, Cinoscar & Rarities, http://cachecine.blogspot.com
Xavier Vidal
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