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Un asesino en la noche

Cine negro. Thriller. Drama Frank Johnson (Ross Elliott) es testigo de un asesinato mientras pasea una noche a su perro. El inspector Ferris (Robert Keith) le pide que declare ante el gran jurado, pero Frank decide huir. Su mujer, Eleanor (Ann Sheridan), que además piensa que en realidad huye de un matrimonio fracasado, obtiene la ayuda de un periodista, Danny Leggett (Dennis O'Keefe), para localizar a su marido. Pero ellos no son los únicos que le están buscando... (FILMAFFINITY) [+]
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Críticas 12
Críticas ordenadas por utilidad
25 de diciembre de 2008
24 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estupenda película de las llamadas serie "B". Norman Foster pasará a la Historia por haber co-dirigido con Welles "Journey into fear". El film tiene un guion de oro, de aquellos con replícas agudas y rápidas que definen personajes y construyen la historia. Puesta en escena perfecta con una sintaxis que ateniendose a lo fundamental hace avanzar la historia (76 minutos) hacia el desenlace. Una mujer casada y desengañada, descubrirá que no sabe nada de su marido y a lo largo del film irá descubriendo quien es y que además la ama.
Tallada como una escultura con trazos fuertes y seguros, de una gran expresividad y que delata la influencia del mejor cine negro y sobre todo de Welles, no sólo en las imágines finales sino tambien en la construcción de la historia. vease: Mr. Arkadin. Magnífica A. Sheridan y bellísima.
rocamadur01
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23 de enero de 2013
14 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para empezar: 75 minutos, bien desgranados, contados y montados. Nada de paja: al grano. Tenemos a un hombre, testigo de un crimen, que huye por temor a testificar. Su esposa, que parece bastante decepcionada de él, no logra quitarse de encima el acoso de la policía. El periodista de turno, ansioso por una primicia, que se le pega a cada paso, aunque no es oro todo lo que reluce... Norman Foster, cuya película más famosa es Estambul, de la cual se rumorea fue dirigida en realidad por Orson Welles, nos entrega una historia trepidante, filmada en un bello B&W destrozado por la copia que nos han endosado, con un seguro Dennis O'Keefe (es una pena que este hombre se muriera tan joven), y una veterana Ann Sheridan, tan excelente como siempre, respaldados por un grupo de secundarios de los que ya no quedan. Serie B, en efecto, pero con calidad y buenas maneras, y esa probidad y eficacia que tantas obras estupendas nos ha deparado el noir.
Eduardo
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6 de diciembre de 2019
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay películas que atrapan al espectador desde la primera secuencia y no le dejan hasta que terminan. Esta es una de ellas. De escaso presupuesto, de corto metraje, editada en una copia mediocre y oscura y seguramente destinada a complemento de otra de estreno, el brillante guión, el buen pulso narrativo y el original tema consiguen un clima de intriga y suspense perfectos.
Desde que el testigo involuntario de un asesinato desaparece para salvar su vida se nos narran tres historias resumidas en una: la desesperada persecución de la policía, que necesita al fugitivo para condenar a un mafioso; la angustiosa búsqueda de la esposa del testigo, que trata de entregarle una medicina que puede salvarle la vida, al tiempo que en la investigación descubre que no conocía a su marido; y el acoso del misterioso asesino, tan misterioso que en el momento en que se revela su identidad se lleva uno una gran sorpresa.
Los personajes se justifican a sí mismos a cada instante, nada es gratuito; el desenlace multiplica al infinito la tensión, cuando la esposa (convincente Ann Sheridan) descubre al criminal en la más absoluta impotencia para advertir a tiempo a su marido.
Los diálogos, concisos, brillantes e incluso acertadamente reemplazados por expresiones mudas. Los tres dramas paralelos de que he hablado permiten llenar el metraje con una densidad maestra, pues se pasa de uno a otro con tal equilibrio que el film gana en sabor artístico y no fatiga un segundo.
Así no sólo tenemos un agradable descubrimiento de un buen film de serie B. Tenemos una película de primera categoría mal etiquetada. Lo único malo, repito, es la copia editada.
Luis
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17 de enero de 2021
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Entretenida e irregular película de intriga criminal, que también es un film de corte romántico en toda regla.
Y es que se trata de la investigación policial de un asesinato, así como de la realizada por la esposa de un testigo del mismo, ayudado por un reportero que busca la exclusividad de la noticia.
En medio del relato policíaco tenemos, quizás en el aspecto que más me ha gustado, el romántico, el descubrimiento de la esposa sobre sí misma y sobre su esposo así como su matrimonio y sentimientos mutuos.
La cinta es una pura serie B, género negro/policíaco, que parte de una historia de Sylvia Tate guionizada por el propio realizador y Alan Campbell.
No tiene mucho presupuesto, muchas de las escenas son exteriores y eso le confiere autenticidad y realismo en el clímax conseguido.
Por otra parte no se puede decir que sea apasionante ni impactante. Se sigue bien y sí que es cierto que va de menos a más, cuando por la mitad del metraje se nos da un dato que no sabíamos y cambia por completo la historia, yendo el espectador por delante de la protagonista, con lo que la intriga y suspense se eleva. Pero sin echar cohetes, con tranquilidad, hasta llegar a un final previsible y creo francamente que no bien narrado, con finalización anticlimática.
Muy bien Ann Sheridan, que siempre fue una gran actriz, aquí en su última etapa, aunque todavía haría alguna película más.
Película muy digna y honesta, que podría haber sido mejor.

https://filmsencajatonta.blogspot.com/
Baraka1958
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30 de octubre de 2017
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
En mitad de la noche, un joven pasea tranquilamente a su perro, ignorante de los muchos peligros que entrañan las calles de San Francisco, y poco podía presagiar de que en ese mismo instante sería testigo del crimen cometido por un individuo arropado por la oscuridad pero al que sin duda pudo ver el rostro.

A partir de ese momento no sólo la policía de la ciudad y su infeliz esposa se pondrán en su busca, sino además el hombre que por poco acaba también con su vida. Así, directamente y sin dar rodeos innecesarios comienza una excitante persecución que se desarrolla en poco menos de 77 minutos, todo de la mano del actor convertido en director de cine Norman Foster, responsable de muchas de las aventuras de Mr. Moto interpretadas por Peter Lorre y de films como "Sangre en las Manos" o "Estambul", que realizó en colaboración de Orson Welles, dirigiendo durante los últimos años de su carrera únicamente episodios para numerosas series de televisión como "Doctor Who" y "Batman".
Aquí, adaptando el relato de Sylvia Tate "Hombre a la Fuga" y junto a Alan Campbell en el guión, Foster consigue regalarnos un estupendo ejercicio de suspense que nos narra la huida que emprende Frank Johnson, un hombre inocente y asustado, testigo de un crimen horrible, que prefiere desaparecer y esconderse antes de que la policía le localice y termine en protección de testigos, con el miedo constante de lo que eso supone para él, ya que el tipo que vio ser asesinado también se estaba siendo protegido por la policía. Su mujer Eleanor, con la que no mantiene precisamente una relación estable, se aliará con un curioso periodista, Leggett, para dar con él antes de que otro le encuentre y le liquide también.

"La Fugitiva", enmarcada en esa nómina de películas serie "B" condenadas al olvido más injusto, desarrolla, sin embargo, una sencilla y entretenida trama de electrizante suspense de lo más eficaz, destilando esa esencia pura de cine negro de la época en una línea no muy diferente a la que seguían aquellos films de inocentes perseguidos que el maestro Hitchcock realizaba en Inglaterra veinte años antes, encontrándose su influencia en títulos como "Inocencia y Juventud" o "39 Escalones", sin ir más lejos (aunque las influencias también se hallan en Lang, DeToth, Siodmak o cualquier director influyente dentro del "noir").
Foster sabe como invertir el tiempo, como ir directo al grano en una historia que no da un respiro al espectador, que juega con las claves más clásicas y trilladas de los films de gangsters y detectives, llenando de pistas una trama que en realidad no se presenta nada complicada, ya que sobre todo se centra en la búsqueda de Frank que realiza la esposa junto al periodista. En ese devenir continuo y frenético de los personajes por San Francisco que nos presenta el director se añade además un ligero toque de humor y gotas de profundo melodrama, ya que al final dicha búsqueda que empieza realizando Eleanor de su marido no se queda en una búsqueda física, sino también de perdón y reconciliación amorosa al ir descubriendo poco a poco cosas de él que desconocía.

La guapísima pelirroja Ann Sheridan encarna a esta mujer, aportando a la vez fragilidad, atrevimiento y un descaro de lo más sugerente y hasta sensual; el aspecto más cómico viene dado por la estereotipada figura de ese inspector sarcástico y demasiado perspicaz interpretado por Robert Keith, y Dennis O'Keefe se mete en un papel ambiguo y lleno de matices a pesar de ser un arquetipo de este tipo de films.
Foster dirige con nervio, y con una gran economía de medios nos introduce sin problemas en la trepidante persecución del protagonista, dándonos unas maravillosas tomas del San Francisco de los '50, brillantemente fotografiada por Hal Mohr, y demostrando su habilidad como director (pese a sus claras influencias) en ciertas secuencias que acaban resultando frescas y originales, como en esos planos tomados con la cámara inclinada en la escena en la que Eleanor y Danny investigan por el muelle o ese gran final en la montaña rusa digno del mismísimo Hitchcock.

Ni es la mejor del género ni la más innovadora, pero para el fan del cine negro más genuino, como un servidor, será una pequeña joya a descubrir y retener en su videoteca, lejos de lo escaso que pueda resultar tanto su metraje como su presupuesto.
Eso sí, el detalle de que a poco más de media hora ya se descubra la identidad del asesino, lo que habría supuesto el mayor giro de la trama, le resta puntos al film, ya que, en mi opinión, debería haberse mantenido en secreto hasta el mismísimo final.
Chris Jiménez
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