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Roadkill (Miniserie de TV)

Serie de TV. Drama Serie de TV (2020). 4 episodios. Peter Laurence (Hugh Laurie) es un político hecho a sí mismo, energético y carismático, que ocupa un alto cargo en el gobierno conservador del Reino Unido. Pero su vida pública y privada se está cayendo a pedazos o, más bien, sus enemigos están intentando hacerle caer. Cuando comienzan a aparecer historias comprometedoras suyas, Peter, con una vergonzante falta de culpabilidad o remordimiento, echa a ... [+]
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
23 de noviembre de 2020
24 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
Roadkill nos muestra el mundo de la política, con sus las intrigas, sus trampas y sus conspiraciones. Y lo hace de un modo sorprendente, ameno y con toques de ironía. Los personajes, que van medrando, se tienen que enfrentar con las huellas de su pasado y saber mover sus fichas (como en una partida de ajedrez) para que algo que pareciese perjudicial sea benévolo para lograr sus ambiciones.

El guión de David Hare no hace trampas, se pueden seguir las jugadas: la trama que a veces, como la vida misma, depara sorpresas sin que sean los giros de guión de un Dios omnisciente, si no que están justificadas. Eso sí, dejando las suficientes dudas razonables para que no sea evidente su desarrollo y que finalmente no sea previsible.

Sólo le falta a la historia más contexto (Brexit, emigración, paro y conflictos del presente), siendo su punto flaco ser demasiado generalista en el contexto histórico. Llevando todo el peso sobre el personaje central, porque es más psicologista que historicista.

Por lo demás, la realización de la serie es impecable, con calidad cinematográfica. El ritmo, la fotografía, la puesta en escena y los diálogos funcionan como un todo bien articulado. Realmente es como un largometraje en cuatro actos bien enlazados. Este concepto me recuerda a Antidisturbios, que funciona de un modo similar, como un conjunto sintetizado. Es decir, los hechos están condensados con una buena economía del lenguaje y no estirados para rellenar un espacio. Lo cual me parece admirable.

Hugh Laurie está a la altura de lo que exige su nuevo personaje (Peter Laurence, un ministro del gobierno del Reino Unido) sorteando su pasado al lograr que olvidemos su papel en el Dr. House. Porque está realmente brillante, sin clichés y gestos pretéritos. Verdaderamente es un actor con carisma, que logra dar verosimilitud al hacer casi simpático al personaje que interpreta, irónico y manipulador.

El mundo de la política (lo público) y el mundo de los negocios (lo privado) se retratan entrelazados y a veces sólo hay una forma para salir airoso, hacer jaque mate.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Máximo Pablo
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12 de noviembre de 2020
10 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Peter Laurence, ministro de transportes por el partido conservador británico, se mueve por el panorama político desvergonzadamente y se expone ante los electores, radiando cada noche en un programa especial, las batallas y conflictos derivados de su cargo. Ambicioso y carismático, deberá jugar sus cartas para lograr el equilibrio entre su vida privada y su vida pública, sin que la primera enturbie sus planes de futuro.

La ficción británica presenta un formato clásico, nada ambicioso (no tanto, al menos, como el personaje que pretenden vendernos). Busca ser efectiva y entretener al público pisando terreno firme a la hora de emplear recursos.

Peter Laurence no es Frank Underwood, está algunas revoluciones por debajo, pero bebe de su personaje. House of Cards planea sobre esta miniserie, dejando al descubierto que le falta chispa y un rumbo fijo.
Sin embargo, estamos ante un Hugh Laurie que pilota la serie de manera convincente, presentando un personaje con gancho y realizando una interpretación comedida, a la altura de la producción. Hace tiempo que ha logrado desprenderse de House y ha demostrado ser un actor polifacético.

Roadkill no es el fenómeno del año, pero destapa una trama de sobra conocida por lxs espectadorxs que merece la pena ver desde otra perspectiva.
Laura Bickle
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12 de diciembre de 2020
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Ante el alud de series de distinto pelaje y calidades se agradece esta miniserie o película larga sobre política, al margen de una trama bien trabada, se agradece un trabajo de personajes interesante y unos diálogos con momentos sublimes. Una perla que por su extensión te deja con ganas de más.
citizen
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21 de febrero de 2021
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La serie atrapa y muestra el prototipo universal de lo que podría ser el político medio: ambicioso, corruptible, egoísta, amoral, sin escrúpulos. Quizá por eso la serie queda como cortada, sin final, porque las fechorías del personaje de Hugh Laurie podrían continuar de un engaño a otro, de un escándalo a otro una y otra vez. Pero lo peor es que si su personaje cae, vendrá otro después similar a él;y luego vendrá otro, y otro más. La serie no tiene final porque la lista de personajes como Peter Lawrence no tiene final.
Pearl
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4 de diciembre de 2020
4 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tenía ganas de verla y ahí fuimos, a gozar del turbio mundo de la política que la globalización ha conseguido que podamos identificar las miserias políticas de otros países, como nuestras.
Laurie marcando el paso y llevando el peso de la serie. La premisa no es mala, pero se hace insuficiente. ¿La trama? Pues ya vista, lamentablemente poco más de lo que prometía el programa electoral. Nadie esperaba un House of cards, pero si se quería vestir a Peter Laurence de mala leche, de capacidad de regatear problemas y saltar obstáculos, se ha hecho de la manera más fría que se pueda imaginar. Y tampoco es que esperemos fuegos artificiales. La serie tiene un tono que si bien puede resultar amablemente interesante al principio, acaba siendo un tostón. Ni siquiera cuando se pretende presentar la soledad y tormento del político, se consigue.

Y se queda ahí, en algo que prometía pero... ¿qué valor tienen en el mundo de la política las promesas?
martillo
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