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Amor, mentiras y sangre

Thriller. Drama Jackie está decidida a triunfar como culturista y se dirige a Las Vegas para participar en una competición. En su camino, pasa por un pequeño pueblo de Nuevo México donde conoce a Lou, la solitaria gerente del gimnasio local. El padre de Lou es traficante de armas y lleva las riendas de un sindicato del crimen. Jackie y Lou se enamoran. Pero su relación provoca violencia y ambas se ven inmersas en las maquinaciones de la familia de Lou. (FILMAFFINITY) [+]
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Críticas 14
Críticas ordenadas por utilidad
12 de abril de 2024
25 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
*A calzón quitado

Lo primero y principal que hay que decir de Sangre en los labios es que no se corta. La peli es explícita al 200% en lo sexual, en el uso de la violencia y en temas como los malos tratos o el consumo de drogas. Su historia, un buen retrato de la América profunda ambientada tras la caída del Muro, pero que podría ser hoy, es exagerada, punk y siempre parece estar a punto de descarrilar; pero si entras en su juego, hará que te lo pases bien y, desde luego, te sorprenderá.

Ayuda, y mucho, un reparto entregado. Kristen Stewart está bien como protagonista y eje de la historia, pero la que roba la peli es Katy O'Brian, que, en un papel dificilísimo, representa perfectamente la obsesión con el cuerpo y nos da los mejores momentos de la cinta. También hay que destacar a los secundarios, como un Dave Franco al que llegas a cogerle muchísimo asco, o un Ed Harris que parece Juan Tamariz pasándoselo pipa, con un personaje tremendamente disparado, ingesta de bichos incluida.

*Mezcla de fluidos

Sangre en los labios es una película fluida, que va cambiando su tono y formas a medida que avanza. Lo que empieza como un drama romántico entre los personajes de Kristen Stewart y Katy O'Brian, tremendamente físico y sexual, pasa a ser un thriller criminal de venganza que, aunque ya venía prometiendo estallar, lo hace de una forma mucho más controlada de lo que esperaríamos, y limitada a dos o tres escenas (tremendas, eso sí) de violencia sin filtros. El final, en el que entra lo lisérgico, con alguna escena casi perteneciente al terror, exige un ejercicio de tragaderas bastante grande para no salir diciendo "¿Pero esto qué es?".

En esta fluidez, la peli acaba por no encontrarse, por no ser lo suficiente de ninguna de las cosas que quiere ser. Quizá la parte más conseguida sea la que construye la relación entre las dos protagonistas, que, entre la química entre ambas y la forma en que lo cuenta Glass, compras por completo. Cuando se acerca al thriller, especialmente tras una escena que no quiero spoilear con el personaje de Dave Franco, cae presa de las propias expectativas que ha generado, y no llega a remontar salvo alguna secuencia suelta. Mucho ruido para pocas nueces.

*Conclusión

Sangre en los labios es una película a la que no le importa ser loca, violenta, tremendamente horny y exagerada, con un reparto entregado, que tampoco tiene miedo a nada de eso, y una historia original. No es todo lo buena que podría ser en todo lo que se propone, y el final está cogido con pinzas, pero, ¿qué más da?, ¿es que ver bíceps a punto de petar, a Katy O'Brian dando hostias y a Ed Harris comerse un escarabajo no es suficiente?

Escrito por Adri Cámara
Cinemagavia
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30 de marzo de 2024
21 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con sólo dos películas, Rose Glass ya es una de las directoras más interesantes de la actualidad, cineasta con querencia por lo extremo, lo truculento, lo raro. "Love lies bleeding" se inicia bajo el influjo del cine negro, al que se le van añadiendo punzadas de terror y de humor. La relación apasionada entre una trabajadora de un gimnasio y una recién llegada al lugar, obsesionada con el culturismo, será el germen que dará pie a una espiral de violencia. El filme combina con habilidad referencias muy diversas, propone ideas inesperadas, nunca cae en lo obvio. Hay una visión descarnada de la América profunda; hay estilo, personalidad, tras el aluvión de conceptos, tras el baño de sudor y sangre. La trama nos conduce hasta un desenlace desconcertante, que muchos odiarán. Una convincente Kristen Stewart y una magnífica Katy O'Brian encabezan el reparto, que también cuenta con la inquietante presencia del gran Ed Harris.
Jackie Daytona
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12 de abril de 2024
10 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Seguimos a Jackie, una culturista decidida a alcanzar el éxito en Las Vegas, cuyo camino se cruza con el de Lou, la gerente solitaria de un gimnasio en un pequeño pueblo de Nuevo México. Cuando Jackie y Lou se enamoran, su relación desencadena una espiral de violencia y los sumerge en las peligrosas maquinaciones de la familia de Lou. La trama, llena de intriga y tensión, explora las complejidades del amor y la lealtad en un entorno marcado por el crimen y la desesperación.

Bajo la dirección de Rose Glass, la película ofrece una narrativa visualmente impactante que sumerge al espectador en la atmósfera opresiva del desierto de Nuevo México. Aunque la dirección es básica en su ejecución, cumple su función al servir como vehículo para la historia oscura y emocionalmente intensa. Glass logra capturar la belleza y la brutalidad del paisaje desértico, creando un telón de fondo evocador para los eventos que se desarrollan.

Destaca la actuación de Kristen Stewart en el papel de Jackie, quien ofrece una interpretación poderosa y convincente que da vida al conflicto interno de su personaje. Su química con la co-protagonista, interpretada por Katy O´Brian, agrega profundidad a la relación central de la película. Aunque algunas actuaciones secundarias podrían haber sido más sólidas, el elenco en su conjunto logra transmitir la complejidad y la intensidad de sus respectivos personajes.

El aspecto técnico es impresionante, destacando especialmente la cinematografía y el diseño de producción. Las imágenes capturan la vastedad y la aridez del paisaje desértico, mientras que la iluminación crea una atmósfera inquietante y ominosa. Además, la banda sonora complementa perfectamente la narrativa, añadiendo capas de tensión y emoción a la historia.

Ofrece un retrato oscuro y visceral del amor y la violencia en un entorno desolado. Con una trama intrigante, actuaciones destacadas y un aspecto técnico impresionante, la película cautiva al espectador y lo sumerge en un mundo turbio y peligroso.
Pablo Veiga
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15 de abril de 2024
14 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dicen que estar enamorado es un desequilibrio mental. Algo de razón tienen. El cerebro se lía a segregar las hormonas de la perspectiva y de los placeres varios y se vuelve tonto por tiempo indefinido. Tonto de tontería.

Quizá por eso es uno de los mejores estados… lástima que, con demasiada frecuencia, también pueda llegar a resultar tan… jodido.

No sé por qué, mientras veía la película, me acordé de Jim Thompson. De sus personajes maniáticos. Y de su abrupta forma de contar, afilada como un cristal roto.

¿O sí lo sé?

Glass y Tofilska pergeñan un cuento “B” fácil, con personajes al borde de la derrota circunstancial que, además, se ven superados por una debilidad poco menos que suicida. Y, claro, esto, a pesar de su incómoda desestructura, va dejando un rastro que podría haber sido negro, negrísimo y que sin embargo se queda en mera pirueta circense. Glass renuncia a enfrentarse directamente a lo que cuenta y hace lo imposible para que, lo que no da para más, termine cuanto antes.

Y así, convierte la probable historia negra en historieta sombría; simple pirueta ejecutada al borde mismo de la ridiculez histérica, a la velocidad necesaria para que quien mira no tenga tiempo de pensar más que en su pretendida épica romántico-amatoria.

En resumen: curiosa por esperpéntica, pero difícil de retener en la memoria.
Polikarpov
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14 de abril de 2024
10 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sangre en los labios es salvaje, un indómito crescendo de sangre, pasión desbocada, sentimientos a flor de piel y una violencia que va en aumento y que termina por convertirse en irreductible. Porque sí, Sangre en los labios es una historia de violencia, no tengan duda, como el título de la magistral película de David Cronenberg.
Y la última musa de Cronenberg ha sido, precisamente, Kristen Stewart, que vuelve a hacer aquí una interpretación sensacional. Hay que acabar ya, y es urgente, con ese estigma que persigue a la norteamericana desde 2008 por haber osado protagonizar la saga fantástica teen por excelencia, Crepúsculo, y da igual que sea nominada al Oscar (Spencer), que gane el César (Viaje a Sils Maria), o que lleve años encadenando proyectos a cada cual más diferente y arriesgado, bordando todos los personajes. Tiene ahí un sector de "haters" que sigue diciendo que no cambia la cara, que no expresa, que no cierra la boca y demás tonterías, cuando es evidente para quien quiera verlo que es una de las mejores actrices de su generación. No tiene miedo a nada (no hay más que ver todo lo que hace aquí en la piel de Lou), puede con todo y se arriesga como pocas. Bravo.
Otra cosa muy buena de la cinta de Rose Glass es quién acompaña a Stewart, sobre todo un Ed Harris siempre excelente, que se las pinta solo para resultar siniestro y estremecedor (y además se lo pasa como un niño con el personaje) y una Katy O'Brian entregada en cuerpo y alma a un personaje complejo, extremo y no especialmente simpático, como luego diremos.
Además, Glass juega muy bien con la fotografía, con esa oscuridad teñida de rojos, a lo David Lynch, con la iconografía de la carretera y los coches con escasas luces. Observen especialmente las escenas del barranco, o ese comienzo a cámara lenta, con decenas de cuerpos sudorosos machacándose en el gimnasio por razones que poco tienen que ver con la salud o el deporte. Hay mucha sabiduría visual en la dirección de la británica.
Sin embargo, a nivel de guion, Sangre en los labios se mete en unos berenjenales de los que no sabe muy bien salir. Para empezar, no queda demasiado claro por qué Jackie es culturista, así, de entrada, ni si de verdad tiene una importancia vital en la trama, o podría haber sido zapatera o cirujana. Tampoco se sabe muy bien qué pinta el personaje de Anna Baryshnikov, ni por qué va tan sucia todo el rato, o si simplemente la han introducido en la historia para que esta se alargue, porque si no la cosa se quedaría corta. Toda la trama criminal relacionada directamente con JJ y la familia de Lou funciona muy bien y entretiene, pero todo lo que pasa después con este personaje, Daisy, no queda bien encajado en la trama. Eso sí, da un momentazo que no vamos a desvelar aquí, pero que es una de las escenas más bizarras que hemos visto en mucho tiempo.
Otro problema es la relación entre las protagonistas. No se produce demasiada conexión entre el espectador y la pareja, básicamente porque todo es demasiado rápido y demasiado tóxico. Todo lo que envuelve a su relación, mezcla de sexo, esteroides, asesinatos y sangre que las salpica, resulta bastante turbio y no ayuda a empatizar con su extraño romance, por así llamarlo. Es verdad que Lou es un personaje algo más cercano para el espectador, pero a Jackie, pese a los excepcionales esfuerzos de O'Brian, ya mencionados arriba, no hay por dónde cogerla.
Correcta, arriesgada y salvaje, que es mucho más de lo que muchas películas pueden decir, pero no es suficiente como para considerarla una gran película.

Lo mejor: La estética a lo David Lynch, la trama criminal y el trabajo de Ed Harris, Katy O'Brian y Kristen Stewart.
Lo peor: Hay muchas cosas extrañas en el guion y que no tienen demasiado sentido.
Sibila de Delfos
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