Nick Carter, Master Detective

Primera de una serie de películas de corte detectivesco, de una hora de duración, adaptadas de unas novelitas de Harold Buckley que a mí se me había figurado al verla que bien podría proceder de un cómic de la época, dado su carácter ligero, ágil, perfectamente sintetizado y con cierto toque extravagante y humorístico (aportado por el personaje de Donald Meek y que nos causa cierta extrañeza), pero que a mí no me ha costado nada imaginarme la historia en dibujos animados, ya ves tú, en realidad creo que quedaría estupendamente.

Dirigida por Jacques Tourneur, la trama nos propone un misterio a resolver para el intrépido Nick Carter (Walter Pidgeon), que será contratado por los responsables de una fábrica de aviones para que se introduzca en ella y trate de desmantelar la red de espionaje industrial que busca hacerse con los planos del nuevo avión de combate ultramegasuperextra moderno que están construyendo.
La trama está muy bien urdida. Clara presentación, multitud de sospechosos, acciones que se suceden y plantean nuevos giros. Para ser una cinta tan corta hay que decir que Tourneur se mueve con gran pericia en ella, no desaprovechando ni un minuto y sacando gran partido de ella.
La nota algo extraña la pone Donald Meek en un papel que se supone cómico pero que no sé yo si la cinta necesitaba algo así.
Al final echas un buen rato. Su corta duración y la proposición de la intriga hace que desees verla hasta el final para conocer a los malhechores y averiguar cómo se lo montan. Resultan ser bastante listos no se crean.