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El jinete loco

Comedia "Honey Talk" Nelson (Dean Martin), un timador profesional, está desesperado porque tiene que pagar una descomunal deuda de juego a Jumbo Schneider (Sheldon Leonard), un mafioso de Nueva York. Para salir del atolladero, pide ayuda a su primo Virgil Yokum (Jerry Lewis), un apasionado de los animales: el plan consiste en dopar al caballo My Sheba para que gané una importante carrera. Pero, cuando Nelson conoce a la bella propietaria de ... [+]
Críticas 4
Críticas ordenadas por utilidad
2 de febrero de 2021
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un mundo ya pasado, lejano de la triste actualidad, que ahí está para quien quiera darse una vuelta para conocerlo. Esta famosa pareja se presenta aquí en sus clásicos papeles: tipo listo, desvergonzado y apuesto, junto a su primo torpe, leal y tierno. No esperes otra cosa.

El mensaje es claro: El amor vence las dificultades de la vida, y con humor, mejor todavía. Contra la mierda china que asola el mundo, que mejor romper con aquellos que ofrecieron lo mejor de sí mismos, con la honrada y muy agradecida finalidad de hacer pasar el rato sin más quebraderos de cabeza. Honor y gloria, como dice uno por ahí, para la voz y el buen hacer de Dean Martin, y la profesionalidad de Jerry Lewis. Esta es la gente que debería gobernar los países y de esa forma, con humor blanco, sencillo y con muchas ganas de agradar.
floïd blue
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4 de enero de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película de los años 50's donde ya se nos demuestra que algunas cosas que consideramos actuales son más viejas que nosotros: el arquetipo de las mujeres fuertes (con la bella Marjie Millar, que lamentablemente falleció joven y no pudo desarrollar su carrera, y Pat Crowley), el respeto a los animales, el vegetarianismo, la reivindicación de lo vintage como algo molón...

Al margen de este curioso apunte, la película no deja de ser otra comedia entretenida de enredo, donde los malos son muy malos, los buenos son unos pillos entrañables, y la historia se enreda hasta que se resuelve en el más que previsible final, dando lugar a una película que a ratos recuerda al cine clásico de los años 20-30 (además de por la estética, claro, ya que se ubica en esa época la historia), y otros momentos parece la típica película de cine parroquial, con lo cual es bastante irregular, con una inocencia bastante forzada y menos divertida de lo que cabe esperar de este dúo de actores. Los números musicales se complementan muy bien con la trama, recordando también al típico entretenimiento de Sinatra o Elvis en años posteriores.
Jerry Lewis engancha con su catálogo de muecas y gags visuales hasta en sus peores películas, como ésta, que son mejores que cualquiera de las superproducciones actuales. Curiosa para pasar el rato.
kidcreole
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2 de enero de 2018
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay que apostar al caballo ganador, y hoy va a ser el día de ganar porque lo presiento hasta en los fondillos de mi pantalón. Sin embargo, con los dos ejemplares que aquí se nos presentan es imposible perder.
¿Se apuesta a favor o en contra de Dean Martin y Jerry Lewis...de nuevo?

Quien sí apostó por ellos fue el legendario productor Harold Wallis, de manera independiente; en concreto ésta resulta una entrada especial en el universo de la pareja, juntos una vez más, y por 11.ª vez, ya que los espectadores podrían verles bajo las vivas tonalidades del Technicolor, mientras se quiso probar a filmar en el formato 3-D y usando banda stereo (logrando una extraña combinación que no volvería a repetirse en la Historia del cine). Como valor añadido, tras la cámara se halla el competente artesano, más prolífico en comedias y "westerns", George Marshall.
Interesante conjunción de elementos, volviendo éste a reunirse con la pareja tras algunos años desde que los dirigiera en su debut ("Mi Amiga Irma"); escogió el momento adecuado para hacerlo, desde luego. "Money from Home" nos introduce en el New York de los años '20 a través de un narrador omnisciente bastante sarcástico que se burla de la pésima situación social del momento, y estas notas de humor, paródicas, afiladas, ya establecen el tono a seguir, en esta historia que lleva a la gran pantalla un cuento de Alfred Damon Runyan y se convierte por obra y gracia en el vehículo perfecto para seguir explotando el éxito de Martin y Lewis.

Ya aparece el primero interpretando su clásico papel de embaucador encantador y caradura, no en vano le apodan Herman "Honey-talk", pero el juego se lo chafan los gángsters de turno, aquí presentados en su versión más idiotizada y excesiva, que le obligan a saldar una serie de deudas si sabotea con éxito una carrera de caballos en Maryland. Todo ello corresponde al imaginario del autor y cronista de Kansas, que con su moral relajada y siendo amigo de mafiosos, chicas de alterne, ases del deporte y todo tipo de truhanes, supo captar como nadie el lenguaje callejero en pequeñas comedias cotidianas que solían generarse en ambientes catalogados de peligrosos y ofensivos.
Así, las carreras de caballos y los matones, un poco torpes y en el fondo entrañables, vuelven a aparecer y se funden con el esquema arquetípico de las aventuras de los cómicos, cuyo nivel, en mi opinión, baja al aparecer ese Lewis histriónico, patoso, gesticulante y, en última instancia, forzado e insoportable, como Virgil, ayudante de veterinario que ama a los animales (muy conveniente ya que la intriga gira alrededor de un caballo que no debe correr) y primo de Herman. Esquema el cual se basa en el planteamiento de una situación absurda y, a partir de ahí, generar pequeños episodios donde los cómicos puedan lucir su química y humor.

Así lo harán, uno con sus aires de galán y arte para la canción mientras el otro se cae, pone caras raras y dispara chistes más rápidos que las balas. Y es que la trama de "Money from Home" no se diferencia, por ejemplo, de la de "Una Herencia de Miedo", con ellos en un embrollo gangsteril y uniéndose, cómo no, a una muchacha (si antes era Lizabeth Scott ahora es la no menos hermosa Marjorie Millar), pero el guión es benevolente regalando al chico torpe un interés romántico (Pat Crowley, nada mal), proponiendo, a la vez, unos años '20 desde la perspectiva de los '50, con curiosos detalles anacrónicos como la defensa por los animales y el vegetarianismo, o los perfiles femeninos independientes, carismáticos y fuertes.
Todo ello entre notas cómicas picantes, diálogos ágiles y una rica y variopinta galería de personajes que contribuyen a añadir color al delirio desplegado en los diferentes "gags" y "episodios" (que por su insistencia se volverán repetitivos y tediosos), como el desarrollado en el tren con el jeque árabe, la fiesta de etiqueta con hormigas incluidas, las numerosas peleas con los gángsters de "Jumbo" o la disparatada competición final (que termina recordando a "Un Día en las Carreras", de los hermanos Marx, de quienes nuestros amigos son unos aventajados herederos).

Marshall concede su peso a los secundarios (buenos Richard Haydn de borracho perpetuo, Sheldon Leonard de imbécil sin escrúpulos y Romo Vincent de árabe) y dirige eficazmente a la pareja, dejando que pongan en práctica su gran baza: la improvisación (de la cual, como era de esperar, abusan, para mi gusto).
La fotografía en color, la banda sonora llena de números musicales y el ritmo veloz que el director imprime a la historia hacen el resto para lograr el éxito y volver a contentar al público, tanto más cuanto que a los héroes, por una vez y sin que sirva de precedente, el destino tendrá a bien proporcionar un final feliz y romántico a la altura de sus necesidades.
Chris Jiménez
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28 de mayo de 2015
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"Nelson, el apodado “Honey Talk”, debe una enorme cantidad de dinero al mafioso de Nueva York Jumbo Schneider. Para saldar su deuda, pide ayuda a su primo Virgil Yokum un apasionado de los animales, quien le ayudará dopando al caballo Sheba por el que apostarán en el hipódromo"

Muy agradable película de Dean Martin y Jerry Lewis, pero realmente no parecía una comedia. Su visionado no produce muchas risas. Aun así no es una mala película y su efectista final con la carrera de caballos es muy divertida.
La película comienza con Dean Martin haciendo de cura, como era de esperar y su primo es Jerry Lewis y la trama da para enamorarse de chicas bonitas. No es de las mejores películas que ha hecho la mítica pareja de cómicos pero luce muy bien y entretiene que es lo importante.
LSM
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