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Rep. Dominicana La última tentación de Cristo
13.189
Drama
Jesús, un carpintero de Nazaret, decide atender la constante llamada de Dios. Pero cuando está a punto de completar su misión, debe hacer frente a la mayor de las tentaciones y realizar un sacrificio para salvar a todos los hombres. (FILMAFFINITY)
24 de agosto de 2006
130 de 158 usuarios han encontrado esta crítica útil
En 1988, Martin Scorsese llevaría a la gran pantalla con la colaboración de su guionista habitual Paul Schrader la OBRA MAESTRA ABSOLUTA de la literatura universal que el novelista, filósofo y poeta griego Nikos Kazantzakis publicó en el año 1955.
La obra está inspirada por la corriente religiosa herética del adopcionismo, corriente que surgió en el siglo II D.C como brazo articulado que sostenía las dos doctrinas de la unidad o monarchia de la naturaleza divina; a saber, los monarchianos modalistas que sostenían que las palabras Padre e Hijo eran aplicadas a un mismo ser y los monarchianos dinamistas o adopcionistas (corriente de la que bebe esencialmente esta obra) que al igual que los ebionistas y apoyándose en los evangelios sinópticos, sostiene que Jesús era simplemente un hombre común que se convirtió en el hijo de Dios al ser poseído de modo excepcional por el Espíritu Divino.
La película en sí es todo un deleite sensorial, un absoluto dominio de las técnicas cinemagráficas del cineasta probablemente más académicamente ortodoxo de la cinematografía universal, con un equilibrio en todas las facetas; puesta en escena, narración, ángulos, movimientos y giros de cámara, y una espléndida y apabullante fotografía a cargo de otro viejo colaborador del cineasta italo-americano, Michael Ballhaus y una no menos espectacular banda sonora a cargo del genial Peter Gabriel.
En su estreno mundial levantó ampollas irreparables para la frágil sensibilidad de los extremistas cristianos, quienes en un acto de intolerancia atacaron y boicotearon la cinta... Los besos en la boca entre Juan Bautista y Jesús, o entre Judas y Jesús, la última tentación soñada de Cristo, deconstruyendo partes de la filosofía de Nietzche y Zaratustra y observando al mesías de los cristianos como un hombre común, pecando con una prostituta (Magdalena)y procreando, y la alteración de los evangelios cristianos y la ley judía fueron el detonante de esta sonrojante polémica.
La obra literaria es infinitamente superior a la cinematográfica, con un sinfín de matices intangibles en esta cinta. Sin embargo hay algo en esta última que nos lleva a atormentarnos con las mismas congojas de su protagonista, que en definitiva no eran sino las congojas y tormentos que acuciaron la conciencia del propio autor durante su juventud y parte de la madurez, como así lo indica en su obra autobiográfica "Informe al Greco (Report to Greco)": "... esta obra fue escrita porque quería ofrecer un modelo supremo del hombre que lucha; quería mostrar que él no debe temer el sufrimiento, la tentación o la muerte porque los tres pueden ser conquistados, de hecho acaban de ser conquistados...".
En la tumba del glorioso autor griego (1885-1957), entre las murallas venecianas del sepulto griego de Iraclion (Creta) hay un epitafio que reza así: "No espero nada, no temo nada. Soy Libre".
I M P R E S C I N D I B L E.
La obra está inspirada por la corriente religiosa herética del adopcionismo, corriente que surgió en el siglo II D.C como brazo articulado que sostenía las dos doctrinas de la unidad o monarchia de la naturaleza divina; a saber, los monarchianos modalistas que sostenían que las palabras Padre e Hijo eran aplicadas a un mismo ser y los monarchianos dinamistas o adopcionistas (corriente de la que bebe esencialmente esta obra) que al igual que los ebionistas y apoyándose en los evangelios sinópticos, sostiene que Jesús era simplemente un hombre común que se convirtió en el hijo de Dios al ser poseído de modo excepcional por el Espíritu Divino.
La película en sí es todo un deleite sensorial, un absoluto dominio de las técnicas cinemagráficas del cineasta probablemente más académicamente ortodoxo de la cinematografía universal, con un equilibrio en todas las facetas; puesta en escena, narración, ángulos, movimientos y giros de cámara, y una espléndida y apabullante fotografía a cargo de otro viejo colaborador del cineasta italo-americano, Michael Ballhaus y una no menos espectacular banda sonora a cargo del genial Peter Gabriel.
En su estreno mundial levantó ampollas irreparables para la frágil sensibilidad de los extremistas cristianos, quienes en un acto de intolerancia atacaron y boicotearon la cinta... Los besos en la boca entre Juan Bautista y Jesús, o entre Judas y Jesús, la última tentación soñada de Cristo, deconstruyendo partes de la filosofía de Nietzche y Zaratustra y observando al mesías de los cristianos como un hombre común, pecando con una prostituta (Magdalena)y procreando, y la alteración de los evangelios cristianos y la ley judía fueron el detonante de esta sonrojante polémica.
La obra literaria es infinitamente superior a la cinematográfica, con un sinfín de matices intangibles en esta cinta. Sin embargo hay algo en esta última que nos lleva a atormentarnos con las mismas congojas de su protagonista, que en definitiva no eran sino las congojas y tormentos que acuciaron la conciencia del propio autor durante su juventud y parte de la madurez, como así lo indica en su obra autobiográfica "Informe al Greco (Report to Greco)": "... esta obra fue escrita porque quería ofrecer un modelo supremo del hombre que lucha; quería mostrar que él no debe temer el sufrimiento, la tentación o la muerte porque los tres pueden ser conquistados, de hecho acaban de ser conquistados...".
En la tumba del glorioso autor griego (1885-1957), entre las murallas venecianas del sepulto griego de Iraclion (Creta) hay un epitafio que reza así: "No espero nada, no temo nada. Soy Libre".
I M P R E S C I N D I B L E.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
22 de enero de 2007
77 de 91 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si Jesús de Nazaret amó a María Magdalena más allá de lo meramente humano, es decir hasta lo biológicamente femenino cautivador, siempre quedará sin revelar; pero lo que esta película presenta como novedoso y que ha causado en determinados sectores de pensamiento religioso-dogmático-inflexible, gran irritación y «autorasgamiento de vestiduras» es que en un momento dado de la misma se muestra una supuesta fantasía o pensamientos del Jesús moribundo —cuando éste se halla clavado en el madero, torturado, desangrándose en medio del martirio de la cruz—, acerca de lo que habría sido su vida si en lugar de haber provocado a las autoridades religiosas con su actividad crítica de profeta, y por la cual se halla crucificado como se halla en ese instante, se hubiera decantado por emparejarse con María Magdalena, casarse y haber engendrado hijos con ella, siendo un hombre normal que trabaja y forma una familia para aportar continuación e hijos al mundo. ¡Esta es sin duda la TENTACIÓN, quizás la última que pudo pasarle por la cabeza al hombre que iba a ser un paradigma de humanidad y divinidad por los siglos de los siglos: pensar que la opción de concretizar su amor en una mujer hubiese sido algo más atractivo que el hecho de ampliar su amor a todos los seres humanos y sufrir por ello tan graves consecuencias!
Preciosa película con reflexiones teológicas de gran profundida (es necesario revisionarla varias veces para captar su gran contenido teológico); probablemente una de las diez mejores películas que sobre Jesús de Nazaret se han hecho en la historia del cine. ¡Magnífica! Le aconsejo, sobre todo a los absolutistas de la religión cristiana, que la vean y disfruten el contenido de cada escena, seguro que les aprovechará muchísimo de cara a una mayor amplitud de miras y flexibilización mental.
Fej Delvahe
Preciosa película con reflexiones teológicas de gran profundida (es necesario revisionarla varias veces para captar su gran contenido teológico); probablemente una de las diez mejores películas que sobre Jesús de Nazaret se han hecho en la historia del cine. ¡Magnífica! Le aconsejo, sobre todo a los absolutistas de la religión cristiana, que la vean y disfruten el contenido de cada escena, seguro que les aprovechará muchísimo de cara a una mayor amplitud de miras y flexibilización mental.
Fej Delvahe
Con todos menos contigo
31 de diciembre de 2006
29 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las mejores películas que el cine haya dado sobre la maleable, eterna y fascinante figura de Cristo. Es más, de lo que yo he visto, tan solo "El evangelio según San Mateo" de Pasolini resulta superior a esta adaptación de Scorsese de la novela homónima de Nikos Kazantzakis.
Con guión del gran Paul Schrader, la figura de Cristo se nos presenta sacada de la típica forma de hombre evangélico y de infinita bondad, personaje miméticamente mítico. Aquí Cristo es, nada más y nada menos, que todo un hombre. Es decir, que Cristo era humano en todos los sentidos (resultó ser muy polémica la parte en que se encuentra y es incitado por una desnuda María Magdalena -una bella Barbara Hershey-), capaz de sentirse atraído por una mujer, capaz de enamorarse -de la propia María Magdalena-, capaz de equivocarse, un hombre asediado y desbordado por la ingente misión que lo ha encomendado Dios, y que se debate entre un mar bravo de conflictos entre la carne y el espíritu, entre el cuerpo y el alma, que se bate en un oleaje de preguntas y dudas. Este Cristo cumple su misión y resulta ser un hombre admirable, pero es todavía más admirable por haber logrado superar tal cúmulo de dificultades. Por eso, "La última tentación de Cristo" ofrece la "versión oficial" de la vida de Cristo, extraída y deducida directamente de lo que sobre él se pueda leer y otra versión, libre y figurada, solo planteada como posibilidad y como elemento enriquecedor para el enfoque argumental según la cual Cristo, como mero hombre, resultó engañado por un falso ángel de la guarda(Satanás), que libera su alma y satisface su cuerpo, pecando como un hombre, viviendo y muriendo como tal. Lo que hay que sacar como conclusiones de ésta, comprensiblemente polémica película (aunque para emitir juicios hay que verla y no lanzarse a una cruzada de oídas; Scorsese no hace sino aplicar el texto bíblico: "Y el verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros"), que resulta idónea para un debate; y para quien esto suscribe loable y magnífica, sería la postura que el católico Scorsese plantea, creo yo, no solo ya de la religión católica sino de toda la religión existente; en todas ellas hay 4 pilares básicos y nada más, no hay más verdades absolutas o verdades a secas, solo dudas e incertidumbres. Y esto da como resultado la figura de ese Cristo humano, temeroso de la inmensidad de su misión divina en la Tierra, abrumado por una lucha interior terrible.
Gran interpretación de Willem Dafoe en el personaje de Cristo.
Con guión del gran Paul Schrader, la figura de Cristo se nos presenta sacada de la típica forma de hombre evangélico y de infinita bondad, personaje miméticamente mítico. Aquí Cristo es, nada más y nada menos, que todo un hombre. Es decir, que Cristo era humano en todos los sentidos (resultó ser muy polémica la parte en que se encuentra y es incitado por una desnuda María Magdalena -una bella Barbara Hershey-), capaz de sentirse atraído por una mujer, capaz de enamorarse -de la propia María Magdalena-, capaz de equivocarse, un hombre asediado y desbordado por la ingente misión que lo ha encomendado Dios, y que se debate entre un mar bravo de conflictos entre la carne y el espíritu, entre el cuerpo y el alma, que se bate en un oleaje de preguntas y dudas. Este Cristo cumple su misión y resulta ser un hombre admirable, pero es todavía más admirable por haber logrado superar tal cúmulo de dificultades. Por eso, "La última tentación de Cristo" ofrece la "versión oficial" de la vida de Cristo, extraída y deducida directamente de lo que sobre él se pueda leer y otra versión, libre y figurada, solo planteada como posibilidad y como elemento enriquecedor para el enfoque argumental según la cual Cristo, como mero hombre, resultó engañado por un falso ángel de la guarda(Satanás), que libera su alma y satisface su cuerpo, pecando como un hombre, viviendo y muriendo como tal. Lo que hay que sacar como conclusiones de ésta, comprensiblemente polémica película (aunque para emitir juicios hay que verla y no lanzarse a una cruzada de oídas; Scorsese no hace sino aplicar el texto bíblico: "Y el verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros"), que resulta idónea para un debate; y para quien esto suscribe loable y magnífica, sería la postura que el católico Scorsese plantea, creo yo, no solo ya de la religión católica sino de toda la religión existente; en todas ellas hay 4 pilares básicos y nada más, no hay más verdades absolutas o verdades a secas, solo dudas e incertidumbres. Y esto da como resultado la figura de ese Cristo humano, temeroso de la inmensidad de su misión divina en la Tierra, abrumado por una lucha interior terrible.
Gran interpretación de Willem Dafoe en el personaje de Cristo.
8 de mayo de 2007
29 de 40 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interesante propuesta de Scorsese.
Sin fanatismos de ninguna especie, hay que ver esta propuesta como una obra artesanal. Algo a lo que todos tenemos derecho.
El instinto que nos fue dado al nacer para nuestra futura reproducción, es algo que todo ser humano tenemos. Y el negar este don en un maestro como lo fue Jesús es algo muy polémico. Y yo creo que como en el desierto, cuando Jesucristo lucho a solas contra las tentaciones del mundo material, en algún momento tuvo que sentir el amor de una mujer en lo mas profundo de su ser, por que el también fue un ser humano de carne y hueso. Que tuvo control sobre la materia es cierto; pero sentir amor, deseo, pasión, por una mujer es una ley dentro del universo que escapa a toda cárcel implantada y estigmatizada por las sociedades de todos los tiempos, impregnadas por prejuicios que son cancerigenos y en lugar de ayudar a comprender el paso del hombre por la tierra lo detienen en su avance evolutivo, espiritual.
PD: Maria Magdalena, como una gran ramera de todos los tiempos, pudiste ser la alianza para amamantar a todos los hijos de la tierra. Y yo estoy formado al final de la fila, por que tu sed… no te hace más culpable en este desierto, en esta mezquita donde los instintos se desbocan, por que no conocemos el agua magnetizada del verdadero amor.
Bendita seas mujer samaritana.
Sin fanatismos de ninguna especie, hay que ver esta propuesta como una obra artesanal. Algo a lo que todos tenemos derecho.
El instinto que nos fue dado al nacer para nuestra futura reproducción, es algo que todo ser humano tenemos. Y el negar este don en un maestro como lo fue Jesús es algo muy polémico. Y yo creo que como en el desierto, cuando Jesucristo lucho a solas contra las tentaciones del mundo material, en algún momento tuvo que sentir el amor de una mujer en lo mas profundo de su ser, por que el también fue un ser humano de carne y hueso. Que tuvo control sobre la materia es cierto; pero sentir amor, deseo, pasión, por una mujer es una ley dentro del universo que escapa a toda cárcel implantada y estigmatizada por las sociedades de todos los tiempos, impregnadas por prejuicios que son cancerigenos y en lugar de ayudar a comprender el paso del hombre por la tierra lo detienen en su avance evolutivo, espiritual.
PD: Maria Magdalena, como una gran ramera de todos los tiempos, pudiste ser la alianza para amamantar a todos los hijos de la tierra. Y yo estoy formado al final de la fila, por que tu sed… no te hace más culpable en este desierto, en esta mezquita donde los instintos se desbocan, por que no conocemos el agua magnetizada del verdadero amor.
Bendita seas mujer samaritana.
6 de febrero de 2007
30 de 44 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si la Inquisición aún tuviera poder, lo hubieran quemado junto con todo el elenco, pero -por suerte- esta película fue hecha a fines del siglo XX. Aunque hay mentes medievales, que incluso merodean por este foro, debo decir que esta pelicula basada en un excelente libro es un ensayo sobre lo que pudo pasar en esos momentos de angustia y dolor. Nos muestra como nuestros propios demonios nos pueden alejar de nuestro objetivo final en la vida, de nuestra utopía.
Cabe demás agregar que la música fue hecha por Peter Gabriel y ejecutada por un sinnúmero de músicos de la región del Medio Oriente y el Norte de Africa.
Sin duda un clásico que perdurara.
Y les aconsejo a los beatos que no la vean, se pueden infartar!
Cabe demás agregar que la música fue hecha por Peter Gabriel y ejecutada por un sinnúmero de músicos de la región del Medio Oriente y el Norte de Africa.
Sin duda un clásico que perdurara.
Y les aconsejo a los beatos que no la vean, se pueden infartar!
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