Los rateros

"Los rateros", adaptación al cine de una novela de William Faulkner, es, por razones que desconozco, una película poco conocida, lo que es una lástima, porque es una obra más que estimable. Debe ser también, por añadidura, una de las películas protagonizadas por Steve McQueen más desconocidas por el público.

El guión describe y define una historia de iniciación y de aprendizaje de un niño (interpretado por Mitch Vogel) en el Profundo Sur de principios del siglo XX, y de hecho toda la historia está vista desde su punto de vista, el punto de vista de un hombre que recuerda su niñez, y más en concreto, una aventura decisiva de su niñez. Un buen reparto (Sharon Farrell, Will Geer, Juano Hernández) y las localizaciones en el estado de Mississippi, configuran un friso nostálgico en el que tal vez haya un componente autobiográfico, por parte de Faulkner.

Es la segunda película dirigida por Rydell, un cineasta que había dirigido episodios de series de TV antes de dirigir largometrajes. Steve McQueen, que realiza una estupenda interpretación, queda a veces en un segundo plano, o desaparece, en beneficio de otros personajes, pese a ser el protagonista, o el "famoso" del reparto.

Adaptación de la conocida novela homónima del prestigioso William Faulkner, protagonizada por Steve McQueen cuando era el rey de Hollywood.

Se trata de una historia ambientada en el sur de Estados Unidos a comienzos del siglo XX y narra las aventuras de un par de rateros que acompañados por un crio se van a Memphis por distintos motivos. Uno para casarse con una prostituta y el otro para hacerse rico apostando en las carreras de caballos. Este último para ello vende el lujoso automóvil que ha "tomado prestado" de un familiar lejano y lo cambia por un caballo de carreras para después apostarse con su nuevo dueño a que lo recupera en una carrera. Un argumento bastante absurdo que unido a los avatares de su amigo con la prostituta sirven para que el muchacho pierda la inocencia y madure a lo largo de los cuatro días que pasa fuera de casa.

No he leído el libro pero el problema que le encuentro es que el protagonista real de la historia es el muchacho y no McQueen que es más un personaje secundario. El peso de la trama recae en el adolescente pero el principal atractivo de la película es McQueen. De ahí que no termine de empatizar con el chaval.

Por ello el resultado me ha decepcionado y únicamente al final siento algo de emoción cuando el crío vuelve a casa y se las ve con su padre y su abuelo, sin embargo, el resto de la historia no me cautiva, tal vez el libro tenga más fuerza dramática pero la película desde luego no me ha gustado. Esperaba algo más de un director respetable como Mark Rydell y de su estrella protagonista, quien por cierto se pasea por la pantalla con unas pintas bastante ridículas.

Adaptación de una novela de William Faulkner que ilustra las correrías del trío formado por un vividor, un niño y un negro en el estado de Mississippi a principios del siglo XX.

Resuelta en clave de comedia enloquecida, evidencia un notable sentido del ritmo y un colorista sentido de la observación. Pese a estas virtudes, acaba sabiendo a poco. Indiscutiblemente la actuación de Steve Mac McQueen, muy alejado de sus habituales papeles, esta vez en todo de comedia, le da relevancia a la película, sin embargo fuer Rupert Crosse el nominado a mejor actor por la Academia de Hollywood. Además obtuvo otra nominación por su banda sonora.

Entretenida, poco más. Un 6.