Terri

El denominado "cine indie" norteamericano ha ofrecido en muchas ocasiones retratos más o menos acertados de seres cuyas características físicas o mentales los engloban en ese grupo de personas (personajes más bien) que conocemos como "freaks".

El obeso adolescente protagonista de "Terri" -estupenda sorpresa, por inesperada- entra de lleno en esta categoría, lo cual le exluye socialmente en su instituto, al que acude en pijama por encontrarse así más comodo... El director de la escuela, un -como siempre- estupendo John C. Reilly, cada vez más imprescindible en este tipo de propuestas, se interesa por él y accede a darle una serie de tutorías personales que le puedan ayudar a integrarse y estar a gusto en su medio escolar.

Así conocerá a otros marginados sociales de su instituto, como el magnífico personaje de Chad, un chaval con desorden de personalidad y que sería una especie de versión adolescente del pequeño salvaje truffautiano (como se puede percibir fácilmente en la mejor secuencia de la película, aquella que sucede en el sótano en el que pasan unas horas Terri, Chad y una tía buena oficial del instituto rechazada por haber quedado sexualmente en evidencia en público), y eso le ayudará a sentirse algo menos rarito.

Pero "Terri" es una película con trampa, de esas rompeprejuicios y antilistillos ("ya sé lo que va a ocurrir y cómo va a ser el tono de toda la película..."), y lo que empieza siendo una comedia más o menos amable (al margen del drama interno que vive el personaje) acaba destrozando en gran parte esta premisa en la citada secuencia, en la que se ponen en evidencia las frustraciones, miedos y anhelos de tres adolescentes a la deriva que podrían ser paradigmáticos de una buena muestra de la chavalería de nuestros días. Estupenda película.

Antes de nada hay que decir lo más importante: Es muy buena, porque habla del corazón y allí va directamente. Y además os hará reir, que no es poco.
El cine indie, en general, ha construido su propia realidad, también alternativa; pero no os dejéis engañar por el halo sundance de esta película, ya que es un festín de realidad verdadera, sin concesiones a nada (a veces, ni siquiera al lenguaje cinematográfico de ninguna clase, como dejarla casi sin final).
El ambiente de las clases, en el que las materias son algo lejano y abstracto para estos chicos, no puede estar mejor reflejado. El duro sistema de castas en los institutos, también. Y sobre todo, las relaciones con los profesores y su distinto grado de implicación, mayor cuanto más se sientan identificados con esos inadaptados. Toda persona que agarre la vida con ganas debe verla.

Un canto a los inadaptados. ¿Quién no se sintió algunha vez diferente?, ¿quién dice que los problemas de los más jóvenes no son importantes?. La película bucea en lo más íntimo de unos chicos en una edad difícil, sus descubrimientos, sus miedos, sus sentimientos. A veces creemos que somos raros, que somos los "mostruítos" y los demás son los normales... hasta que nos abren los ojos. Jacobs expresa de forma simple el sentir de unos jóvenes con problemas. Deja ver que hasta que se descubren a si mismos no se adaptan a su vida. Con planos cortos nos mete en su intimidad, nos centra en las personas... La imagen te acerca a ellos... hasta que, al final, por fin sonríen. El director intenta ser el contrapunto, la racionalidad, que al final muestra también sus propios problemas, los iguala. La muerte, las drogas, la sexualidad... al final son temas que pasan... hasta que de verdad aparece lo importante: querer y ser querido... la amistad.

* Contexto. Drama social con moraleja (aceptarse a uno mismo).

* Objetivo: Pasearse por festivales aún sin valer demasiado, gritando a los cuatro vientos "¡soy indie!" sabiendo que esa etiqueta genera interés instantáneo en ciertos sectores. Compitió en Sundance: objetivo cumplido.

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* Protagonista: Adolescente blanco con sobrepeso cerrado en si mismo. Vive con su padre, que padece alzeheimer. En clase es repudiado e insultado por el resto de su compañeros. Un personaje secundario se ofrecerá a ayudarle aunque use la mentira para lograrlo. No usa ropa: sale de casa en pijama "porque es cómodo". Los profesores también le tienen manía, en especial el de educación física, por motivos evidentes.

* El amigo del protagonista: Adolescente blanco delgado, abierto. Es problemático y no se sabe con quien vive. Es otro de los raritos del instituto y se acerca al prota en busca de un amigo. Está un poco mal de la cabeza y actúa como el Pepito Grillo anarquista del protagonista. Descubrirá que con su forma de ser no llegará lejos.

* Secundario adulto - Espíritu guía: Va de cool pero en el fondo es un fracasado más. Lo interpreta John C. Reilly, uno de los mejores secundarios del cine americano, y es lo único que hace que "Terri" no sea aún peor. No está especialmente brillante pero hace milagros con su mierda de papel.

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* Resultado: Producción mediocre y carente de fuerza, una de tantas sobre personajes disfuncionales o que se encuentran perdidos. El drama no interesa, la dirección es impersonal y de las interpretaciones no se puede decir demasiado, Reilly al margen. No es completamente deleznable ni intenta reinventar las cosas (es decir: no es "Precious"), ni siquiera tiene ambición de perdurar. Una película hecha desde la comodidad y que genera tan poco interés en mí como en su realizador. Tiene algún destello (como una liberal Olivia Crocicchia), pero se olvida al acabar de verse. Suspensa.